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jueves, 11 de agosto de 2011

En el país de la nube blanca - Sarah Lark

Una novela con un gran éxito últimamente, y que considero que está justificado.
Es la historia de unas familias que tienen un nexo común, dos mujeres británicas, que emigran a Nueva Zelanda para casarse con dos personas que no conocen. Gwyneira Silkham es una joven perteneciente a la nobleza británica con dos hermanas mayores y un hermano menor que heredará el patrimonio de sus padres y cuya dote no será muy abundante, este detalle la influye para aceptar un marido neozelandés que no conoce y decide emigrar. Helen Davenport, una institutriz que paga con su salario los estudios de sus hermanos, con pocas perspectivas para conseguir un marido apropiado, ya que ha cumplido los 25, y en aquellos tiempos, mediados del siglo XIX, no era fácil contraer matrimonio a esa edad, decide igualmente aceptar la oferta de un granjero neozelandés.
Gwyn y Helen embarcan en el Dublín hacia las antípodas, Whyn lleva perros y caballos como compañía, amén de su futuro suegro, y Helen se financia su viaje como tutora de unas niñas huérfanas que serán colocadas como criadas en ChristChurch, destino neozelandés del viaje. Gwyn y Helen se conocen en el barco y congenian de forma que seguirán siendo grandes amigas durante toda su vida.
Gwyn es una mujer intrépida, rebelde, le gusta la naturaleza y le encanta su relación con los animales, sean del tipo que sean, aunque siente una afinidad especial por perros y caballos.
Helen tiene, como institutriz, un espíritu de educación, inculca a sus alumnos la pasión por la cultura, pero ante todo los valores de la educación y buenos modales.
Llegadas a sus destinos, comienzan a construirse sus vidas, marcadas por el odio profundo que se tienen los cabezas de las dos familias, los Wardem y los O’Keefe, pero a pesar de ellos, ellas consiguen mantener su amistad y siguen viéndose asiduamente. Gwyn, a pesar de los deseos de su suegro de que se dedique exclusivamente a ser la responsable del hogar, mantendrá su espíritu indómito y su relación con la naturaleza y los animales, además de conseguir que su hogar esté bajo su mando. Helen, que no sabe cocinar, ni ordeñar vacas, que es lo que le exige su marido, se las ingenia para seguir con lo que más le gustó en su vida, la enseñanza, dando clases a niños maoríes, y estos le ayudan y enseñan en las tareas del hogar.
Narrada en cuatro capítulos, con las historias de los hijos de ambas y sus relaciones con otros interesantísimos personajes, se mezclan el amor, el odio, la ternura, las vivencias con animales, la aventura, …, hay de todo y se lee con gran avidez, incluso se trata la homosexualidad, que por aquellas fechas era un verdadero tabú, y que resulta importante en algunos aspectos de la novela.
No quiero profundizar más, porque seguramente empezaré a desvelar temas que conviene descubrir por uno mismo, simplemente quiero recomendar su lectura, no sin antes decir que en algún aspecto me ha defraudado, especialmente en el final, que aunque apropiado, lo considero excesivamente precipitado, quizás hay capítulos donde se extiende en demasía, y en el final no explica cosas que considero se deberían explicar. Parece que existen otros dos libros de la autora sobre el mismo tema y esa sea la causa de esa parquedad.
Y sin embargo, muy bueno……

1 comentario:

  1. Lo tengo en la estantería desde hace unos meses pero aún no me he puesto con él, aunque todas las reseñas que he leído son muy positivas, así que solo me falta encontrar un hueco para la lectura

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