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jueves, 5 de abril de 2012

La tribu maldita, Víctor Fernández Correas

Todas las comparaciones resultan tan odiosas como necesarias, sobre todo cuando hay un referente. Me he acercado a la lectura de este libro, haciendo un paréntesis en el que estaba leyendo, ante mi próxima visita a finales de mes a los yacimientos de Atapuerca, un lugar muy recomendable de un valor arqueológico sin igual. La propaganda de “La Tribu Maldita” la sitúa en ese fantástico lugar lo cual supone el primer chasco en su lectura. Nada en la narración hace referencia alguna a este emblemático lugar de la sierra de Burgos, salvo las aclaraciones del autor al final del libro donde asocia algunas características muy especiales de los restos descubiertos a los personajes de la novela.

El asunto va de tribus, clanes, cazadores y recolectoras, peleas, vida al natural en un día a día aterrador, viajes y mucha naturaleza. No merece la pena a mi juicio hacer un resumen de la trama porque yo no la he encontrado, aunque supongo que la tendrá. Acercarse a las cosas con demasiadas expectativas trae por lo general rotundos desengaños. Ese ha sido mi caso. Las descripciones de la naturaleza, los animales, los sonidos, las nubes, los cielos, los árboles son repetitivas hasta la saciedad, llegando a cansar en algunos momentos.

Cuando se han leído obras de la talla de “El Clan del oso Cavernario” y su saga, estas lecturas resultan vacías y a ello me refiero con el asunto de las comparaciones. No se me ocurre nada positivo que escribir en esta breve y negativa reseña, por lo que así queda.

6 comentarios:

  1. Buenos días. He tenido la oportunidad de leer La Tribu Maldita y discrepo un poco con esta crítica. No voy a entrar en gustos, pero sí decir que en este comentario hay un error de base: esa "tierra maravillosa y a la vez peligrosa" donde los lleva Anar es la Sierra de Atapuerca y, sin ánimo de destripar parte de la trama, en la cueva que sale en repetidas ocasiones (por ejemplo, en el desprendimiento) está la Sima de los Huesos, que es donde se encontraron los restos reales. El autor cuenta su versión de por qué esos restos están ahí, humaniza esos huesos y describe, a mi parecer, muy correctamente los paisajes, los animales que habitaban Atapuerca en aquella época... Ya digo que no voy a entrar en gustos, pero tampoco se puede comparar esta novela con El Clan porque no tienen nada que ver. Es mi opinión.

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  2. Muchas gracias, Rocío, por tu opinión, perfectamente válida y que enriquece el debate. Sin ánimo de polemizar lanzaría una pregunta. Alguien que no conoce nada de nada de la historia de Atapuerca con antelación y acomete la lectura de este libro, antes de la aclaración final ... ¿sabría que está hablando de Atapuerca?.

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  3. Por continuar con el debate, decirte que cualquier lector, conozca o no con anterioridad Atapuerca, gracias a esa publicidad de la que hablas, y gracias frases como "Por primera vez los protagonistas de Atapuerca cobran vida en una inolvidable novela", puede suponer que esa tierra a la que llegan y donde se desarrolla gran parte del libro es Atapuerca. Yo conocía muy poco de este lugar y no me ha surgido esta duda que planteas al leer el libro, siempre he dado por hecho que se trataba de Atapuerca.

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  4. La semana pasada he tenido la oportunidad de visitar Atapuerca y el Museo de la Evolución Humana. He oído las explicaciones y entonces, voilá, todo cuadra. El libro cobra sentido al relacionar los personajes y las situaciones del mismo con hechos y datos reales.
    Con ello, me reafirmo en mi postura de que leer el libro sin saber nada de Atapuerca implica hacer un acto de fe en que el relato es de allí.

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    1. Estoy de acuerdo contigo en que hay que hacer un acto de fe para creer que los paisajes descritos son los de la sierra de Atapuerca. Yo hubiera echado en falta ciertos "subtítulos" en los capítulos donde indicara el lugar donde se encuentran, a dónde se trasladan, una fecha aproximada, etc. Ya sé que todo eso se sabe, porque está inspirada en una época entre 400.000-500.000 años BP (las dataciones son relativas y están constantemente revisadas, como se puede comprobar con el cambio de fecha de la mandíbula de Mauer), y que el homínido es Homo heidelbergensis (antes de la polémica de 2014 y el cambio de referencia a pre-neandertal), pero creo que son referencias fundamentales para el lector. Como bien dices, una descripción de paisajes sin más no ubica al lector, por lo que creo que son necesarias algunas indicaciones "externas".

      Dirijo un club de lectura sobre prehistoria y hasta a mí me está costando terminar esta novela. Es excesivamente larga, no engancha, y los modos de vida podrían haberse narrado en 200 páginas. Sobra más de la mitad.

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  5. Buenos días

    También he leído el libro, y si bien tengo que decir que las comparaciones con la saga de Auel son inevitables (realmente solo merecen la pena las tres primeras, las restantes sin infumables), me parece una novela interesante a la par que instructiva, y por momentos incluso hasta adictiva. Además, es curioso: el prólogo es de Eudald Carbonell, una persona que supongo que algo sabrá de aquello y no creo que se preste a poner su firma en una patochada sin más antes de saber de que va el asunto. Solamente por el hecho de encontrar ese respaldo fue suficiente para comprarla en una reciente visita al museo de la evolución humana de Burgos tras escuchar las explicaciones allí recibidas. Y la lectura me ha satisfecho. Por eso creo que se le debe dar un voto de gracia. Y tengo un enorme respeto por todo aquel que se atreve a escribir algo, por poco que sea. ¿Que hubiera hecho usted en caso del autor? ¿Se hubiera atrevido a escribir una novela así?

    Atentamente,
    Jesús Rodríguez.

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