BÚSQUEDAS en este blog

martes, 6 de enero de 2015

Los años que vivimos PPeligrosamente, de Cristina Pardo

@cristina_pardo es una pizpireta periodista navarra, de ascendencia maña por parte de padre, que en la actualidad cubre la información del PP para la emisora de televisión «La Sexta» y que ejerce con muy buenas maneras de presentadora suplente del programa «Al Rojo Vivo» cuando se ausenta su titular. Con más años de profesión de los que pudiera parecer por las fechas de su carnet de identidad, empezó muy joven en la cadena Cope con maestros de la talla de Luis Herrero y Federico Jiménez Losantos para recalar en 2006 en su actual cadena y ejercer de «seguidora» del partido ahora en el poder desde 2008, con lo que ha sido un testigo de excepción del devenir de esta formación en su doble faceta de opositores antaño y gobernantes hogaño. «Los años que vivimos PPeligrosamente» es su opera prima en el mundo del libro y fue editado en abril del pasado año 2014. Colabora también en el programa de radio titulado casi como este blog «A vivir que son dos días» con su «Diccionario de conceptos políticos» y no me resisto a mencionar que ha sido elegida los tres últimos años para presentar en la tradicional cena de periodistas parlamentarios y políticos los MONÓLOGOS, en los que con su mordacidad e hilaridad saca los colores a nuestros representantes provocándoles la risa o la seriedad según el humor con el que se lo tomen. No se pierdan estas tres piezas antológicas antes de leer el libro y tendrán un indicativo de por dónde van los tiros en las páginas del mismo: 2012, 6:49 minutos, 2013, 9:07 minutos y 2014, 9:01 minutos.

El libro recorre en 22 capítulos diversas vicisitudes acaecidas en los últimos seis años durante las comparecencias o actos públicos de los políticos del PP. Rebosando humor por los cuatro costados, nos muestra las frases y los temas que más han dado que hablar en estos años en los medios de comunicación y las redes sociales, especialmente de Mariano Rajoy pero también de otras figuras relevantes del partido. Asuntos como la explicación del finiquito en diferido de Cospedal, el fin de la cita o el Luis sé fuerte de Rajoy, el relaxing cup of coffee de Ana Botella o las comparecencias en pantalla de plasma, nada se escapa de quedar reflejado en sus doscientas cincuenta y seis páginas en la edición impresa que contienen cerca de cincuenta mil vocablos.

Llamar a las cosas por su nombre no es un deporte que se practique con asiduidad en los asuntos públicos. La clave de ironía y humor está presente en todo el texto, sin por ello dejar de ser un relato comedido y respetuoso ateniéndose a hechos que la autora ha vivido en directo. El asunto de las ruedas de prensa sin preguntas o con dos preguntas pactadas de antemano es un vivo reflejo de la relación de amor y odio entre políticos y periodistas, dependiendo de la afinidad de estos y sus medios para suavizar o cargar las tintas. Cristina Pardo destaca por su independencia y por ello y por la cadena a la que pertenece, La Sexta, es vista con recelo por la mayoría de los políticos que la respetan y un poco la temen. Dependiendo del mayor grado de simpatía del lector con el PP, la amenidad de la lectura fluctuará, y lo que para algunos son gracias para otros serán espinas: todo depende del color del cristal con que se mira. Pero los hechos están ahí, los hemos visto muchos de ellos en televisión y en prensa y este libro lo único que hace es dar fe de ellos de una manera desenfadada que no sé si calificar de ensayo o novela, casi de ciencia ficción por los hechos que describe. Se puede decir más fuerte, pero no más claro: fresco, ingenioso, alegre, distendido, directo, entretenido y muy recomendable para repasar parte de la vida política española de los últimos años. Esperemos que algún colega de la autora se anime a hacer otro catecismo similar con otros partidos, como por ejemplo el PSOE, que nos sirvan para refrescar la memoria ahora que entramos en época de elecciones.

Algunas perlas rescatadas de sus páginas
El mejor resumen de lo que sucedió aquellos días lo leí en Twitter. Lo escribió Carlos Langa y decía así: «Maquiavelo, al contemplar el panorama político español, enrolla El Príncipe y se lo mete por el culo».
Lástima que no estuvieran tan despiertos a la hora de tuitear sobre la eliminación de los discos duros de Bárcenas. A ver si, entre unos y otros, encuentran algún día un método para borrar la cara dura.
Cuando ya se marchaba del hemiciclo, la prensa volvió a intentarlo y entonces las cámaras le pillaron diciendo aquello de «Está lloviendo mucho». Y tanto que llovía. Llovía sobre mojado. Sobre todo, si hablamos de la indignación de las víctimas del terrorismo.
Es una versión castiza del poema de Neruda y dice así: «Me gustas cuando callas, porque estás como Presidente». Fin de la cita.
En enero de 2014, y supongo que condicionados por el revuelo que se había armado, la Secretaría de Estado de Comunicación volvió a cambiar el sistema de preguntas en las ruedas de prensa.
… que alguien del PP le había dicho que tuviera cuidado conmigo, que tengo mucho peligro.
Y así fue como se instaló en el pensamiento popular eso de felicitar al presidente por su cumpleaños, porque eso significa que al menos una vez al año cumple algo.
Durante esta legislatura he llegado a la conclusión de que lo peor que le puede pasar a un político es que nadie le crea. Perder la confianza. Que su palabra no valga absolutamente nada. Porque además crea un efecto rebote que provoca una desconfianza generalizada hacia todos los partidos. Hacia los que cumplen y hacia los que no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

opiniones