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sábado, 17 de agosto de 2019

Historia de Carmen. Memorias de Carmen Díez de Rivera, de Ana Romero

Ana Romero, nacida en Cádiz en 1966, es licenciada en periodismo por la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid en 1989 y Master en Periodismo por la Universidad de Columbia de Nueva York en 1.991. Es relevante mencionar aquí su condición de mano derecha de Pedro J. en el diario «El Mundo» donde se ocupó de narrar los aconteceres de los que la familia real española era protagonista, lo que la certifica como una conocedora de primera mano de los hechos relativos a la Casa Real, amén de sus contactos a lo largo y ancho del mundo que la han permitido publicar libros sobre estos temas con numerosas anotaciones, probablemente muchas menos de las que sin duda conoce. En julio de 2014, recién culminada la abdicación del rey Juan Carlos I, un feo asunto derivado de una información suya sobre la relación de Corinna con la Casa Real Española que no quiso retirar a instancias del director del periódico, que ya no era Pedro J., la hizo salir fulminantemente despedida del mismo. Una información muy jugosa acerca de este asunto todavía puede leerse en este enlace. La autora cuenta con varios libros además de este como «Retratos del siglo XXI», «El triángulo de la transición», «Final de Partida» o «El Rey ante el espejo», los tres últimos reseñados en este blog.
«Un ser libre es peligrosísimo».
El libro es una biografía muy personal de una gran desconocida para el público como es Carmen Díez de Rivera e Icaza, conocida como «La musa de la Transición» por su importante papel en esa época trascendental de la historia reciente española encuadrada en el gabinete del que ella llamaba «su señorito» y que no era otro que Adolfo Suárez, del que «rapapolvo va, rapapolvo viene» recibía regañinas a diario por su manera de ser y comportarse. Carmen había conocido a Adolfo Suárez cuando siendo este director de Radio Televisión Española la contrató como secretaria. La vida de Carmen antes y después de estos hechos es muy interesante y poco corriente para una mujer nacida en 1942 y que descubrió cuando se iba a casar quién era su verdadero padre biológico: nada menos que Serrano Suñer, el «cuñadísimo». Tras la instauración de la «democracia» en España, Carmen marchó a Europa como diputada por el PSOE, pero siendo siempre un «verso libre», manteniendo su independencia y dedicándose a cuestiones medioambientales. Un cáncer al parecer indebidamente tratado acabó con su vida en 1999 cuando contaba 57 años de edad, siendo enterrada con una dispensa eclesiástica especial bajo el olivar del convento de las Carmelitas Descalzas de Arenas de San Pedro, Ávila.
«Hay que conocer los hechos, pero olvidar las emociones. No se puede vivir constantemente en el pasado».
La autora de este libro, Ana Romero, mantuvo numerosas conversaciones en la etapa final de la vida de Carmen, recibiendo numerosas confidencias y teniendo acceso a sus diarios, con el encargo de escribir su historia una vez hubiera muerto ella y su madre. Como no puede ser de otra manera, muchas de las vicisitudes relatadas en este libro aparecen en los posteriores, especialmente en «El triángulo de la Transición» donde uno de los vértices es la propia Carmen. Con gran delicadeza y especial respeto, la autora va poniendo al lector en la piel de Carmen, que desde muy joven sintió que algo se le desgarraba por dentro al descubrir quién era su verdadero padre pues se iba a casar con su «verdadero» hermano, cuestión que ella desconocía. Ello fue el inicio de una personalidad forjada de forma impensable para una mujer de la época, que la hizo ser admirada, respetada y temida a lo largo de toda su vida en los diferentes ambientes por los que transitó. Para mí, que había leído antes los otros libros de la autora y que ya conocía pormenores de la biografía de Carmen, ha sido un delicioso repaso a su vida, que como digo es bastante desconocida para el público en general, como también lo es la del compañero de gabinete en esa época Aurelio «Lito» Delgado, cuñado de Suárez y de importancia también vital que desapareció con las primeras elecciones en 1977 y ha llevado una vida retirada completamente de las bambalinas. Tuve oportunidad de asistir a una mesa redonda donde reapareció fugazmente hace unos años en Torrelavega, contando una milésima de micra de lo mucho que su memoria debe atesorar sobre esa época tan vital de la historia reciente.

Una lectura que me ha resultado placentera, muy entretenida y que sirve de repaso a acontecimientos históricos recientes, donde además se pueden recopilar frases y actitudes que nos vendría muy bien recuperar hoy en día en el estado constante de crispación en que vivimos por las formas de hacer política.
«La política no puede ser una profesión permanente o una renta vitalicia. No es adecuado».
«El desarrollo económico nunca es suficiente; tiene que ir paralelo a uno político, social y cultural».
«Un pueblo con dinero y sin cultura no es nada».
«No se puede estar toda la vida en el mismo sitio haciendo lo mismo. Hay que estar siempre en transición».

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