En estos días he tenido un intercambio de opinión con un autor de cierto renombre en el panorama nacional. Oculto su nombre y sus pistas por razones obvias. Primero figura el correo que yo le dirgí y al final la contestación que de él he recibido. A mi me parece interesante en el revuelo este de los e-books.
Estimado Xxxxxxx:
Acabo de terminar de devorar su libro “Xxxxx”. Una vez más he disfrutado de un rato agradable camino del trabajo y a la vuelta del mismo. He leído varios libros suyos e incluso alguno tengo el honor de tener dedicado por Vd., concretamente “Yyyyy" que he releído más de una vez y me sigue fascinando.
El motivo de dirigirme a Vd. es por el mal cuerpo que se me ha quedado. Una especie de traición. Verá Vd., los Reyes Magos, conscientes de mi afición por la lectura y de mi condición de “devorador” material de libros se descolgaron por la chimenea este año con un lector digital, un e-book de esos. Al principio me parecía que la nostalgia del libro en papel lo iba a dejar guardado en la mesilla, pero ahora, unos meses después, la realidad es totalmente inversa: me cuesta sobremanera leer un libro en papel. Debe ser que soy un poco raro o que además leo en los sitios más insospechados, autobús, metro, al mediodía mientras como rápidamente o en un banco hasta la hora de volver al trabajo, en la cola del cine o mientras espero a mi hija a la salida del colegio, cualquier momento es bueno para entregarme a la lectura y no perder el tiempo. Y el libro digital es tremendamente más cómodo, pesa menos, se maneja mejor, se lleva en un bolsillo y se pueden llevar varios por si se acaba uno a medio camino entre el domicilio y la oficina.
Y por eso le escribo, la lectura que he hecho de su “Xxxxxx” ha sido….. digital. Como no puede ser de otra manera y con esa palabra que se usa ahora, una lectura “pirata”.
Pero es que yo quiero seguir leyendo sus libros y sus historias, y por eso me gustaría que Vd. las siga escribiendo. Y eso no se hace por amor al arte. Pero por otro lado no he sido capaz de encontrar una versión comercial electrónica de su libro. Grave dilema…..¿Qué hacer?.
Parece que polémicas no cerradas entre música y discográficas, películas y productoras o la nunca producida entre fotografía y laboratorios no han servido para que la que tenemos encima entre libros y editoriales vaya por buenos derroteros. En todo caso no me cabe la duda de que el que paga el pato es el autor, que entiendo se llevará un tanto por libro vendido. Ya empezaba a estar candente y sin solucionar el asunto de las bibliotecas y sus préstamos para ahora empezar con este, que no parece que tenga una pronta solución, en ningún sentido.
Por mi parte no sé apostar por una solución. Me temo que no la haya o no esté visible y viable por el momento. Pero como manifiesto que me gustaría seguir leyendo historias suyas, me gustaría pagarlas, al menos la parte del autor. Lo que no encuentro es el mecanismo de cómo hacerlo.
Es solo un apunte. En algunas webs de descargas de productos, generalmente informáticos o similares, aparece el botón de donación, usualmente a través de PayPal o similar. Creáme si le digo que lo he utilizado en varias ocasiones, cuando lo descargado es bueno y sirve para mi propósito y me hace feliz la vida. Este es el caso de sus libros.
Reciba un cordial saludo
CONTESTACION DE ESTE AUTOR
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Estimado Xxxxx:
He tardado mucho en responderte porque estos meses han sido muy complicados. Un autor debe moverse mucho para poder vender los quizá últimos libros que va a vender, si esto sigue como está.
Tienes razón, y llevo tiempo forcejeando con mis editores para resolver esto. En breve van a salir bastantes de mis títulos en la plataforma de Libranda. No creo que sea la solución definitiva, y estoy pensando en crearme mi propio canal (compatible con éste y otros). Aunque todo seguirá siendo muy difícil si en este país la gente cree tener el derecho fundamental a apropiarse sin pagar de todo lo que cree otro, derecho ante el que han de ceder todos los demás, incluso el moral de autor (porque ni éste existe cuando se desvaloriza hasta ese punto la creación). Así, es imposible crear un mercado de nada, que siempre requiere unas inversiones iniciales que de ese modo nunca se podrán recuperar. Pero bueno, no hay que quejarse sino imaginar canales alternativos. En ello estoy, con algún socio tecnológico potencial, espero que puedas verlo pronto.
Abrazos
Xxxxxxx
No sabes hasta qué punto me solidarizo con tus opiniones, y me da igual el autor. Por otro lado, que oportuno post para matizar el mío.
ResponderEliminarCurioso eso que dice el autor: "...forcejeando con mis editores..." ¿Es que acaso los editores no reciben su parte de los beneficios, como el autor, de las ediciones electrónicas? ¿O es que esa parte es un porcentaje del precio final y no interesan ediciones "alternativas" más baratas? ¿O acaso hay otros muchos intereses que no alcanzamos a ver, mucho menos comprender?
ResponderEliminarYo sólo tengo clara una cosa, y es que las industrias que se oponen al progreso terminan por desaparecer.
Argumento para una novela: En el año 2012 no existen escritores, arruinados por los libros electrónicos decidieron no publicar ninguna de sus creaciones. Sobreviven contanto sus historias en la calle a cambio de un precio que les permite sobrevivir. Los "Editores" protegen el intelecto de los "Autores", son violentos guardaespaldas, a la vez que persiguen a los "Lectores" que, de forma ilegal, trafican con el conocimiento. ;-D