miércoles, 20 de abril de 2011

Un Mundo Sin Fin - Ken Follett

Por fin me decidí a leer a mi amigo Ken (no el de la Barbie) y soportar el peso de más de 1.100 pág. (tengo un brazo más desarrollado que el otro gracias a la lectura) y dar fin a esta historia medieval con Catedral, Priorato de Kingsbridge y castillo.


La verdadera historia arranca con varios personajes que desde lo más bajo de la sociedad y que sin medios, luchan cada día por su supervivencia. Caris, Merthin, Gwenda, Ralf y Wulfric van formando sus propias vidas, poniéndose en peligro por luchas por el poder, salir de la pobreza, envidias, amores y celos. Conforme van creciendo, estas luchas y la venganza se convierten en elementos constantes.


La peste toma todo el protagonismo, haciendo que personajes de relleno pasen a un primer plano aprovechando el momento que la vida les brinda. Philemon, bicho raro y peligroso, crea todo tipo de disputas e intrigas, aprovechándose de las personas de su entorno y apartando a cualquiera que pudiera hacerle sombra.


Merthin y Caris, representan la lucha constante entre el amor y su firme compromiso con su ciudad, crecimiento y cuidado de sus habitantes. Personajes con unas capacidades e inteligencia muy superiores a su época que aplican sobre todo en la construcción, medicina y comercio.


Ralf, Gwenda y Wulfric llevan sus vidas asociadas por una pelea de juventud que arrastran hasta el final de sus días.


A pesar de tener en algunos momentos excesos de "metraje", la historia logra enganchar y sorprender con tramas que vuelven a unirse de forma inesperada.


El trabajo constante, luchas de poder y sobre todo el instinto de supervivencia hacen que identifiques a algunos personajes en nuestra vida.


Intrigas, asesinatos, hambruna, peste y guerras hacen que sea un libro entretenido de leer y que nos mantengan con el interés hasta el final.

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