viernes, 6 de mayo de 2011

1Q84, Haruki Murakami


Tras mucho irlo dejando me ha llegado el momento de atacar a este autor. De sus muchos libros, algunos famosos y alguno ya comentado en este blog, me he decidido por este. Narra dos historias paralelas que se desarrollan en el famoso 1984 y cuyos protagonistas, Aomame y Tengo, mujer y hombre, ambos ya con treinta años de edad, se conocieron en un instante en el colegio cuando tenían diez años y después nunca volvieron a verse. En ese encuentro, Aomame tomó la mano de Tengo para darle las gracias y le miró de una forma que quedó grabada para siempre en ambos.

Veinte años después sus historias discurren paralelas, cada uno dedicado a sus quehaceres profesionales. El libro tiene su componente policíaco ya que Aomame es profesionalmente una entrenadora física pero en sus ratos libres se dedica a liquidar caballeros por un curioso motivo que no desvelaré. Tengo es profesor de matemáticas en una academia a la par que escribe novelas. Ambos viven solos e independientes. Durante todo el libro está en el aire la posibilidad de su encuentro, ya que ambos recuerdan ese instante y piensan que deberían buscarse. Asociaciones de tipo parareligioso y niñas extrañas que describen historias les envuelven en sus vidas.

A mi entender el libro es apasionante en sus primeras tres cuartas partes. Las descripciones son precisas, la ambientación muy conseguida y las escenas se suceden con continuidad, saltando de una a otra historia, una de mujer y otra de hombre. Hay un poco de todo de la vida actual, sexo, asesinato, engaño, fraude, religión, nada nuevo a lo que no estemos acostumbrados hoy en día, pero magistralmente narrado por este autor que engancha con su verbo. La última cuarta parte me ha resultado un poco densa, un poco filosófica y quizá a veces un poco repetitiva al recrear partes del libro ya leídas como si nos tuviera que recordar cosas que están vivídas en la memoria. Quizá a las personas que tardan meses en leer un libro les venga bien pero a los lectores rápidos les puede resultar algo pesado, reduntante y reiterativo. La "Q" y el "9" se pronuncian de forma casi idéntica en Japón, con lo que ambos son como la misma realidad y dos realidades distintas para los protagonistas.

Mi calificación del libro iba para sobresaliente pero no me ha llenado mucho el final. Con todo reconozco que me ha impactado y que es un libro que recomendaré leer.

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