sábado, 8 de diciembre de 2012

La mancha humana - Philip Roth

Escuchando la radio en uno de los interminables desplazamientos que nos impone esta ciudad escuché que alguien recomendaba esta novela. Decía de ella dos cosas: que es una "auténtica novela" y que es un retrato fiel del actual modo de pensar norteamericano.

Una de las cosas que más echo en falta en el carácter norteamericano es su falta de autocrítica, su arrogancia intelectual, moral y en los negocios. Ese creerse líderes del mundo y estar orgullosos de ello. Ese llevar su forma de vida a todas partes, como si fuera la única,  la mejor y más perfecta. La única viable, en definitiva.

Por eso, leer a Philip Roth es como escuchar la voz de la realidad que nos dice que no todo es tan perfecto. Que tras su defensa de la democracia y la igualdad, se esconde el racismo. Que tras su aparente religiosidad y defensa de los valores fundamentales, se esconde el qué dirán y las apariencias por encima de todo. Ese estúpido orgullo que hace mirar por encima del hombro a los que no son como ellos.
Philip Roth nos cuenta una historia de amor, de secretos y de violencia (no solo física), aprovechando para retratar una sociedad hipócrita que no duda en destrozar a un individuo que pronuncia una frase que se puede malinterpretar.


7 comentarios:

  1. Breve y preciso resumen de la novela y del estilo e ideario de Philip Roth, un crítico sutil del taimado espíritu y modelo americano, desnudando sus hipócritas consignas.
    Hace poco leí “La conjura contra America” que narraba una hipotética victoria del nazionalsocialismo en EEUU, encabezado por el héroe de la aviación Charles Lindbergh, y me resultó entretenida y verosimil.
    Me gustado tu reseña, habrá que hacerle un hueco.
    Gracias por tu entrada.

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  2. De Roth sólo he leído "El lamento de Portnoy" pero fue suficiente para descubrir a un gran escritor. Gracias por la reseña.
    Un saludo,
    Patricia

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  3. Buenas,
    hace más de un año una amiga me pasó un par de novelas de Roth. Le escribí por correo más o menos esto: "Acabé Fhilip Roth, `autor protesta´, dolido, descarnado. De él sale un espectro: la vejez anacrónica. Esa vejez que es la historia, senil, de aquellos que no pueden alcanzar su propia belleza y babean por las curvas de lo que no pueden poseer. Además una novela que habla de política me deprime. Si habla de sexo… depende; si es para vender más entonces como buen escritor que se supone que es remueve los más bajos instintos para nada."
    De todos modos me gusta.
    Saludos
    Consuelo

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  4. Gracias por los comentarios. Javier, otro Philip que explota la idea de unos EEUU donde han triunfado los Nazis es el famoso K. Dick en su "El hombre en el castillo". Una explosiva mezcla de delirio, política e I-Ching. ;-D

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  5. Gracias por la introducción. Al parecer será la primer novela leída en el 2013.

    Gracias.

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  6. He cogido al vuelo este blog. También acabo de leer La Mancha Humana. La opinión que das sobre los americanos me parece un cliché. Utilizo este nombre porque en la novela dice algo interesante:"Todo el mundo sabe" es la invocación de un cliché y el comienzo de la trivialización de la experiencia, y lo que resulta insufrible es la solemnidad y la sensación de autoridad que tiene la gente de expresarlo. Lo que sabemos es que si hacemos abstracción del cliché, nadie sabe nada. No es posible saber nada. No sabes realmente las cosas que sabes. Todo lo que no sabemos es asombroso.
    Apliquemos esto "a lo que sabemos de los americanos" y seguro que no nos acercaremos a la realidad. los clichés no te permiten hacer una crítica razonable.Los americanos son tan buenos o tan malos como nosotros y mejor no hacer lista de vicios y virtudes.
    Por lo demás me encanta el título del blog "A leer que son dos días" La lectura, libera.

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  7. Y mucho más, ¿no creéis? Philip Roth (Patoral Americana, El mal de Portnoy, etc.) es un escritor que engloba en su literatura dos vocaciones que lo hacen imprescindible: la ficción con tintes autobiográficos y la conciencia social. Sin olvidar una capacidad camaleónica para adaptar su forma de escribir a lo que quiere expresar. Todo ello (y, ya digo, mucho más) hace de Roth un escritor intenso, ameno, "funcional" (como buen estadounidense), con el que disfrutas loeyendo y con el que aprendes lo lejano (esa forma de vida distinta: costumbres, razas, religiones ...) y lo cercano (las pasiones humanas).

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