miércoles, 20 de marzo de 2013

Memoria de unos ojos pintados, Lluis Llach


Una novela dura y pasional
sobre la Guerra Civil española
tras la que se esconde una bella
historia de amor entre hombres
Puntuación 4/5.-

No es la primera vez, ni será la última, que la Barcelona de la Guerra Civil española sea el tema de una novela. Medio centenar de libros en tordo a esta idea narrativa vienen a mi mente, cada uno con sus virtudes y lacras, de variada propuesta y valía literaria.
Pero esta obra merece una encendida reseña en extremo elogiosa por motivos muy diversos.
Germinal Masagué y Guillaume, personaje central, hoy anciano de ochenta y siete años, monologa su vida en una grabación en presencia de Lluis, un director de cine. El motivo de la entrevista es el presunto interés de hacer una película con el material resultante. El cineasta es una mera anécdota, un personaje pasivo y silente, testigo de la confesión retrospectiva de la vida de un hombre viejo, con un estrafalario aspecto, en el que dominan unos ojos “descaradamente pintados con unas líneas azuladas, vulgares pero estudiadas”.
 En veintiséis grabaciones, narra un monólogo de la historia de sus años de juventud en el barrio de la Barceloneta. Un escenario, en aquella época proletario, humilde, siendo el personaje integrante de una familia arquetípica. Josep Massagué, el padre, un anarquista activo en el gremio de las dependencias portuarias de Barcelona, y su madre, Marie Guillaume, francesa de Seté, emigrada a España tras la estela del amor de su marido. Desde el principio las confesiones se epicentran en Mireia, Joana, David y el propio Germinal. Una pandilla de cuatro amigos de idéntica edad, hijos de típicos hogares barceloneses del barrio. La narración girará en torno a pescadores, estibadores, sindicalistas, costureras e incluso contrabandistas, precarios eslabones de los sectores más desfavorecidos, que con humildad, conviven compartiendo frío y hambre, en una existencia precaria y combativa, en una gregaria lucha por la vida impregnada de solidaridad vecinal. 
Todos ellos comparten la confianza en la importancia de la instrucción y la cultura como catapulta hacia el progreso social, simbolizada por el personaje del librero Ramón Ramanguer, instigador del acercamiento a los libros, al conocimiento y a la enseñanza entre los obreros, así como la Escuela del Mar, templo de salvación, como centro de instrucción para los hijos de obreros.
El Mediterráneo lame la escena de la novela en una incesante referencia a su presencia de olores y coloridos, con su significado simbólico de liberación y provisión. En uno de los episodios, memorable, a mi opinión,  se convierte en una atalaya flotante, desde la cual David y Germinal, en una pequeña barca, contemplan la devastación apocalíptica de la aviación, vomitando bombas sobre la ciudad. Una escena de pirotecnia demoledora de construcciones, vidas y resistencias, premonitorio de la derrota final. En la playa de la Barceloneta se ceremonián los acontecimientos más relevantes de los personajes.
Las grabaciones cronifican el denso tejido social barcelonés, donde el anarquismo impetra derechos a una burguesía opulenta.
Los acontecimientos históricos se narran con rigor y secuencia exacta, desde la euforia republicana, hasta la defensa armada tras el alzamiento militar, la disensiones políticas y virulentas de la izquierda, la leva de reemplazos, la Batalla del Ebro, la entrada de los nacionales en la ciudad y la masiva huida, la acechante y cruda represión.
Pero no es una novela histórica, pese al rigor de la narración con los hechos.
Es ante todo una obra de personajes. Un relato intenso sobre la precipitada y cruenta maduración de una generación de jóvenes, centrada en una atípica y bella historia amor entre dos hombres, Germinal y David. Una relación hermosa, atropellada, compleja, donde la homosexualidad, la explícita pulsión de la sexualidad aflora con intensidad entre sus páginas, implicando al lector en la sensualidad latente de la relación entre ambos amigos. El amor sacrificado desde su gestación, prohibido y larvado, aplazado por las contingencia del contexto bélico, impelido a la ocultación por la vergüenza, por el compromiso armado e ideológico de los personajes. Una relación amorosa que transciende a la individualidad de ambos amigos, impulsándoles a descubrir la entidad de su amor y a luchar por su consumación, marcada por la clandestinidad, la crueldad, la violencia, la imposición, y por la venganza.
Pocos personajes pero perfectamente perfilados por sus rasgos humanos o inicuos, creíbles, cercanos, en un escenario que nos abre las puertas a un pasado histórico que aún escuece conciencias.
El enfoque del conflicto es desapasionado sin interpretaciones maniqueas ni arengas ideológicas de vencedores y vencidos. El autor, enfoca la Guerra Civil como un error sangriento y fratricida donde se exhibió el peor instinto de ambos bandos.
Una novela muy interesante en el que debuta como novelista este músico, con una obra sólida, atractiva y cautivadora desde la primera hasta la última de su páginas.-

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