La libertad según Hannah Arendt
Autora: Maite Larrauri
Ilustrador: Max
Páginas: 103
14,50 euros.
Hace poco descubrí en la Biblioteca Pública de El Escorial la colección de Tándem Ediciones, “Filosofía para profanos”, una colección dedicada al ámbito del pensamiento que tiene como objetivo “facilitar el acceso a la filosofía de algunos autores, no explicando sus vidas o resumiendo sus teorías, sino ofreciendo, para cada uno de ellos, una llave con la que puedan ser leídos”. En las estanterías tenían dos libros de esta colección: “La amistad según Epicuro” y “La libertad según Hannah Arendt”. Me decidí por el segundo.
La autora, Maite Larrauri, empieza este libro contándonos la extrañeza que le causó encontrar en un artículo sobre la vida de Hannah Arendt (1906-1975) escrito por su amiga Mary McCarthy (1912-1989) un halago a la belleza de sus piernas. Recordé entonces “Friedrich Nietzsche en sus obras” de Lou Andreas Salomé y busqué en sus primeras páginas: “Incomparablemente hermosas y de noble formación, hasta atraer de manera involuntaria hacia ellas la mirada, eran las manos de Nietzsche, de las que él mismo creía que revelaban su espíritu”. Unas piernas, unas manos. Una buena manera de introducirnos en la obra de dos pensadores, Hannah Arendt en el artículo de Mary McCarthy, Friedrich Nietzsche en el libro de Lou Andreas Salomé, a través de sus cuerpos; una buena manera de no olvidar que la filosofía no nace de seres etéreos que hablan de ideas gaseosas. Quizá por ese motivo no le gustaba a Hannah Arendt que la denominasen filósofa: “ya que Arendt no se identifica con los filósofos que <<adoptan el color de los muertos>>, esto es, que entienden que deben liberarse del cuerpo y situarse al margen de la humanidad común y corriente”.
Maite Larrauri luego se sumerge –nos sumerge- en el pensamiento de Arendt haciéndolo latir, dándole vida gracias a su exposición, a los párrafos elegidos de la obra de Hannah Arendt, y a los estupendos dibujos de Max.
¿En qué consiste “pensar”? ¿Por qué es peligroso hacerlo? ¿y no hacerlo, qué consecuencias tendría? ¿Cuándo coinciden el pensar y el actuar? ¿qué entendemos por libertad? Nos iremos a la plaza pública ateniense, nos encontraremos con Sócrates –¡ese tábano, ese pez torpedo, esa comadrona!- y nos veremos sometidos, como se veían sometidos los que se encontraban con él, a un sinfín de preguntas.
p.23: “Pensar es una actividad más parecida a la que realizaba Penélope, que tejía durante el día y destejía durante la noche. Pero, a pesar de la ausencia de conclusiones definitivas, pensar nos impide ser crédulos y obedientes, no nos dejaremos tan pronto convencer por lo que todos dicen o por lo que dicten las modas o por los discursos oficiales. Nos habremos vuelto más atentos hacia lo particular, nos habremos alejado de las creencias comunes.
Eso no significa que Arendt esté de acuerdo con el repetido dicho de que “pensar nos hace libres”: sólo pensar no nos hace libres, porque la libertad se muestra en la acción, en la intervención en el mundo para hacer aparecer algo que previamente no existía. Pensar es un ejercicio en soledad y, en cambio, ser libre es actuar, lo que requiere la participación de otros seres humanos.”
“La libertad según Hannah Arendt”, como en los objetivos señalados al principio de esta colección es nada más –ni nada menos –que una llave para abrir la obra de Arendt, porque seguramente despertará a muchos lectores el deseo de leerla.
En junio se estrenará la película “Hannah Arendt” de Margarethe von Trotta. Se centra en la época que Arendt estuvo como reportera en la revista The New Yorker en el proceso contra el teniente coronel de las SS Adolf Eichmann y que dio lugar a su libro “Eichmann en Jerusalén. Un estudio sobre la banalidad del mal.”
Patricia L.D.
Otros libros de la colección "Filosofía para profanos":
- El deseo según Gilles Deleuze.
- La sexualidad según Michel Foucalut.
- La guerra según Simone Weil.
- La felicidad según Spinoza.
- La potencia según Nietzsche.
- La amistad según Epicuro.
- El ejercicio según Marco Aurelio.
- La educación según John Dewey.
Expectante a la espera de una de tus reseñas, hoy me encuentro con el hallazgo, de una colección de libros y de una pensadora que, hasta hoy desconocía, y bien digo, pues tras el filtro de sus palabras me has tendido un puente ineludible hacía ella.
ResponderEliminarGracias por tu post y como casi siempre enhorabuena.
Un abrazo.
Gracias a ti, Javier. Hace tiempo leí de Arendt "La condición humana" y después de leer este breve libro me han entrado muchas ganas de seguir leyéndola. Estoy esperando -con un poco de impaciencia- las cartas entre ella y Mary MacCarthy. Ojalá la película también sea una buena manera de despertar el interés por su obra.
ResponderEliminarUn abrazo y nos vemos el martes!
Patricia