El libro es un compendio de afirmaciones de diversos profesores y doctores acerca de los engaños que, según ellos, rodean a los tratamientos actuales del colesterol, principalmente a base de medicamentos, estatinas, que son tomados de forma masiva por gran parte de la población. Estudios de dudosa fiabilidad según el autor, promovidos y costeados por grandes empresas farmacéuticas, consiguieron relacionar los infartos de miocardio con los depósitos de colesterol en arterias, arterosclerosis, bajando los índices de colesterol en sangre y convirtiendo de un plumazo a millones de personas en candidatos a consumir medicamentos de por vida. El libro contiene en su parte final una abundante bibliografía en la que al autor ha basado sus conclusiones además de los estudios y ensayos propios.
Es indudable que el descenso de los niveles de colesterol indicativos representa un fantástico negocio de cientos de miles de millones para las empresas farmacéuticas. En este libro se postula que ese descenso resulta innecesario, nocivo e incluso, en algunos casos, peligroso para la salud. Un engaño, según el autor, poco conocido pero absolutamente real. El profesor Hartenbach aporta sus conocimientos y estudios para poner coto a estas falsas creencias, muy extendidas, y explica la gran importancia que tiene el colesterol en el organismo humano y los perjuicios que pueden derivarse de su manipulación mediante medicamentos.
Estas son algunas de las afirmaciones, rotundas, contenidas en sus líneas
El descenso de los valores del colesterol que ellos propugnan, en el caso de adultos por debajo de los 200 mg/DL, puede llevar, entre otras cosas, a la reducción de las funciones vitales masculinas y femeninas, a la disminución de la capacidad de rendimiento corporal, a las lesiones del sistema del esqueleto (disminución de la absorción de calcio) y a trastornos del sueño.
Cada descenso del nivel de colesterol significa un debilitamiento de las funciones organizadas de las células y puede provocar severos trastornos de salud en el sistema inmunológico.
La hipercolesterolemia congénita es una enfermedad que no tiene nada que ver con la producción de colesterol ni con la ingesta de colesterol a través de la alimentación.
Por eso se debe señalar que casi el total de la población adulta del mundo (entre el 80% y el 90%) muestra valores por encima de los 250 mg/dl y que valores que lleguen hasta los 350 mg/dl hablan de una notable vitalidad y deben ser enjuiciados de forma positiva.
… y la renuncia a ingerir huevos no tiene ninguna influencia sobre el nivel del colesterol…
Un descenso del nivel de colesterol, con disminución de cortisol que lleva asociado, lleva primero al CANSANCIO, luego a una CAÍDA DE LA TENSIÓN ARTERIAL, y a una reducción de las fuerzas hasta llevar al AGOTAMIENTO TOTAL..
Una disminución de los niveles de colesterol tiene como consecuencia inmediata un descenso de nuestro rendimiento vital.
El colesterol es un valioso componente, quizá el más valioso, del organismo. En cada una de sus formas y magnitudes es un contribuyente al mantenimiento de la salud y no tienen ningún efecto en el desarrollo de la arteroesclerosis o el infarto de miocardio.
No existe una sola situación en que una reducción del nivel de colesterol pueda estar justificada, sino que, por el contrario, tal reducción es peligrosa, y por desgracia, puede resultar fatal en muchos casos.
La mayoría de las estadísticas y estudios están financiados por la industria y, por eso, sus conclusiones están sesgadas para hacer que respondan a los deseos de los patrocinadores.
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