jueves, 9 de abril de 2015

Música para feos, Lorenzo Silva

@VilaSilva La biografía y datos de Lorenzo Silva ya han sido comentados en varias ocasiones en este blog con motivo de las reseñas aparecidas de algunos de los libros de su extensa bibliografía: animamos al lector a usar el buscador para acceder a ellas. Hoy mismo ha quedado disponible este libro y ha sido servido directamente a las 00:03 horas a mi «e-reader» en su versión electrónica: más rápido y más cómodo imposible. Encender el lector sin levantarse de la cama, independientemente de dónde nos encontremos y siempre que tengamos conexión a internet, y tener la posibilidad de enfrascarse en la lectura es una de las ventajas que la irrupción del libro en el mundo digital nos ha traído. Y nos consta que Lorenzo es uno de los autores comprometidos con llevar sus obras al entorno digital sin que por ello deje de sufrir como los demás las acometidas de los amigos del todo gratis. También hay que reconocer el esfuerzo por la contención en el precio, por debajo de los diez euros, pues a buen seguro no ha sido fácil en sus negociaciones con la editorial, que por supuesto desconocemos, pero si hemos observado que desde primeros de año la frontera de los diez euros que de forma no oficial se había establecido para las ediciones digitales ha sido rebasada por numerosas publicaciones de reciente aparición. Este mundillo está convulso pero realizo aquí mi confesión personal de que si el libro hubiera estado por encima de los diez euros y a pesar de mi profesa debilidad por los libros de este autor, no lo hubiera comprado y hubiera esperado un tiempo hasta su rebaja lógica con el paso del tiempo.

Mónica es una periodista joven en años, cerca de la treintena, aunque mayor en experiencias. Asqueada del mundo y de su trabajo en una cadena de televisión poco menos que de telefonista, no pierde la esperanza de enderezar su vida aunque la mantiene en límites paupérrimos que van degradándose con el paso de los días. Cuando finalizaba una noche de caza a la desesperada con su amiga Alba, conoce a Ramón, un cuarentón que le atrae con su mirada y que a pesar de la desesperación de Mónica por dejarse llevar—Me olió la desesperación. Y no quiso aprovecharse—, se comporta como un caballero y establece las bases de una relación que irá creciendo con el tiempo. No en vano Ramón es cicatero en facilitar detalles de su vida a una preguntona Mónica, lo que excita más a esta que aprecia y valora un comportamiento exquisito por parte de Ramón. Ella y él seleccionan canciones que se van ofreciéndose el uno al otro para expresar sus sentimientos. La relación avanza hasta que en muy poco tiempo él debe ausentarse cuatro meses por motivos profesionales a un destino y unos cometidos que no revela a Mónica y que tampoco podemos decir aquí sin hacer lo que ahora se ha dado en llamar «spoiler». Las conversaciones en la distancia por esos medios modernos de «skype» y «wasap» se suceden hasta llegar a un desenlace inesperado. Mónica usará su instinto como periodista para investigar más allá hasta hacerse con detalles de la vida de Ramón, conocer a sus amigos y su familia e incluso personarse en los sitios en los que él estuvo.
«Una historia de amor a contracorriente»

Menos mal que me enteré anteayer de su publicación por «twitter» aunque eso me da pie a que tengo que estar más atento al blog del autor, «Los trabajos y los días» donde lleva ya tiempo anunciado en este enlace. Dos horas y treinta y siete minutos de lectura ininterrumpida han sido los empleados para dar cuenta de los algo más de cuarenta y cuatro mil vocablos contenidos en sus doscientas veinticuatro páginas. Como curiosidad la palabra más mencionada es «todo» en ciento treinta y nueve ocasiones, lo que da idea de un variado vocabulario al que nos tiene acostumbrados este autor. Los nombres de los protagonistas aparecen en veinte ocasiones en el caso de ella y en setenta y ocho en el caso de él. Para lectores interesados en un análisis detallado de vocablos, un detalle completo del estudio estará disponible por un tiempo en un enlace ubicado al final de esta entrada.

Del relato que puede decir un incondicional como yo que ha disfrutado una vez más con la prosa ágil del autor. Un texto como siempre muy bien entretejido, con destellos de fina ironía, que te lleva adelante en la historia de forma continua y sin sobresaltos gramaticales ni concesiones a lo superfluo. He disfrutado estas algo menos de tres horas con una historia muy viva, muy actual, muy verosímil, con los ambientes, con las situaciones, con la psicología de los dos personajes y con la apreciación de ciertos valores humanos muy a la baja hoy en día y en peligro de desaparición. La situación no justifica que perdamos nuestra dignidad, nuestro norte ni nuestro futuro. Ciertas escenas me han recordado el estupendo libro de este mismo autor conjuntamente con Luis Miguel Francisco titulado «Y al final la guerra» cuya reseña puede verse en este enlace.

Como algunas veces ocurre en las películas de romanos, en los que puede verse alguno con relojes de pulsera en sus muñecas, he detectado un desliz en el relato que bien pudiera ser una licencia del autor para ver si el lector está atento. El «sms» que Mónica envía a Ramón para quedar a la siguiente semana de conocerse dice así: «Palacio de Cristal del Retiro, este sábado. ¿Puedes a las seis?». Sin embargo, puestos ya en escena… «No ayudó a apaciguarme que dieran las siete, y las siete y cinco, y las siete y siete, y allí no apareciera nadie.» Esa horilla de diferencia… ¿se les había olvidado cambiar el reloj por las fechas en las que estaban aunque era sábado por la tarde y no procedía todavía? Y ya puestos a apuntar algo más, echo en falta el título de los capítulos, al menos en la versión digital que yo he leído. Ambas cosas son fácilmente corregibles en las ediciones digitales, si se estima oportuno, aunque no tanto en las impresas en papel.

Algunas frases, cortas y profundas, entresacadas del texto y al final la lista de canciones referenciadas que habrá que escuchar al tiempo de una relectura dentro de un tiempo.
…que nada aconsejaba dilapidar tan pobres activos con un tipo con más ayer que mañana al que a saber por qué parecía haberle llamado la atención.
—Alba, ¿tú has pensado en ir a un médico? —Jamás. Quiero morirme sana.
—Cuesta. ¿Tú no tienes ningún vicio? —Alguno. Con moderación. Ya no soy un chaval. —¿Y podría entrar yo en el espectro de tus vicios?
—De veras. Aunque a veces no es fácil saber cuándo haces bien y cuándo haces mal, en este momento que nos ha tocado vivir.
No había engordado mucho, pero se le había blanqueado bastante el pelo.
—Bien, porque esta semana no me importaba nada estar subempleada en un puesto muy por debajo de mis posibilidades,
…democracia de amañada foto cuatrienal
Es lo malo que tiene ser miembro de algo: más pronto que tarde pierdes la posibilidad de decir que uno de los tuyos es imbécil o que uno de los de enfrente tiene razón.

...era una trabajadora precaria, y la precariedad tiende a rebajarte los estándares éticos

  1. Embrujada, Tino Casal
  2. Back To Black, Amy Winehouse
  3. Compass, Zella Day
  4. Creep, Radiohead
  5. Le ciel dans une chambre, Carla Bruni
  6. Old And Wise, Alan Parsons Project
  7. Chelsea Hotel #2, Rufus Wainwright
  8. Only You, Yazoo
  9. I love It, Icona Pop
  10. Primer movimiento: El sueño, Extremoduro
  11. Sweet Talkin’ Woman, Electric Light Orchestra
  12. Forever, Antonello Venditti
  13. Yo quiero verte danzar, Franco Battiato
  14. Frühling in Paris, Rammstein
  15. The Final Cut, Pink Floyd
  16. Somewhere Only We Know, Keane
  17. A Love So Beautiful, Roy Orbison
  18. Si tú piensas en mí, Vicky Gastelo
  19. If I Could Change Your Mind, , The Alan Parsons Project
  20. Tal como soy, Tino Casal
  21. Our Day Will Come, Amy Winehouse
Enlace al estudio de vocablos del libro, disponible por un tiempo

https://dl.dropboxusercontent.com/u/3899187/VOCABLOSdeMusicaparafeos.xls 

2 comentarios:

  1. Interesante. Quizás lo lea. :)
    Saludos.

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  2. Solo le falta el CD de las canciones. Suficiente para no leerlo. Gracias

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