@marisagallero Marisa Gallero, gaditana nacida en Rota en 1971, es licenciada en periodismo por la Universidad Complutense. Comenzó sus andares profesionales en el Diario de Cádiz en 1994 y desde entonces ha laborado en diferentes medios, tanto escritos como audiovisuales. Especialista en periodismo de investigación y en cuestiones políticas, trabaja en el diario «ABC» y colabora en diferentes programas de radio y televisión.
El historia del libro que nos ocupa empezó a fraguarse el jueves 31 de enero de 2.013 cuando se publicaron los conocidos como «papeles de Luis Bárcenas» que dejaban al aire secretos muy internos de una posible contabilidad "B" de los últimos años del Partido Popular, el partido en el Gobierno de España. También vieron la luz mensajes «sms» del presidente del Gobierno y del Partido, Mariano Rajoy, al propio Luis Bárcenas en el que le aconsejaba «ser fuerte» entre otros. Luis Bárcenas acabó en la cárcel donde estuvo muchos meses mientras los que durante muchos años habían sido sus amigos y compañeros de Partido renegaban de él para poner tierra por medio de todo lo que significaba el conocimiento público de una más que probable financiación encubierta e ilegal. Una fortuna oculta en Suiza por Luis Bárcenas, de la que sostiene es absolutamente personal y derivada de sus actividades profesionales, puso en marcha una investigación judicial que acabó con sus huesos en la cárcel madrileña de Soto del Real. Marisa Gallero supo ganarse la confianza de Luis Bárcenas y a lo largo de una veintena de entrevistas personales fue elaborando este libro que contiene numerosa información y documentación sobre el asunto, todavía por dilucidar en los tribunales, junto con otros muchos que afectan al partido todavía en el poder en diferentes puntos de la geografía nacional. Sobres, ingresos, transferencias, conversaciones… de todo se cocía en las plantas nobles del edificio de Génova entre Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas en sus cometidos administrativos de los que Luis Bárcenas mantiene estaban enterados y eran beneficiarios muchos de los integrantes de la cúpula del P.P. Hombre metódico y minucioso, «poliédrico», fue guardando durante años abundante información, mucha que según mantiene todavía no ha visto la luz y son sus «balas de plata» y sus garantías de salvaguarda para el futuro.
Con independencia de la credibilidad que cada lector asigne al contenido de este libro, su documentación es ingente y abrumadora. Investigación de la autora y confidencias directas del tesorero del PP durante muchos años han permitido a Marisa Gallero elaborar un libro de rotunda actualidad donde se desgranan en profundidad muchos temas delicados y salen a la luz muchas confidencias personales que unos se esfuerzan en desmentir mientras otro afirma con rotundidad y pruebas. No podemos olvidar en donde nos encontramos, en España, y cómo funcionan las instituciones, especialmente las judiciales, cuando se trata de dilucidar temas escabrosos que afectan a los más poderosos y donde la celeridad brilla por su ausencia en una laxitud exasperante. Intereses de unos y de otros chocan como locomotoras y dejan a la ciudadanía atónita ante tanto despropósito que, sea verdad o no, debería estar erradicado de la vida pública o en caso contrario, de ser descubierto, castigado adecuadamente con prontitud y celeridad.
Como decimos, cada lector tendrá que determinar la veracidad de las claves de toda esta trama, expuestas con claridad y amenidad por la autora, acompañadas de numerosos documentos gráficos que apoyan las aseveraciones. Un libro de rabiosa actualidad y de más que recomendable lectura.
Si Bárcenas robó al Partido Popular, ¿por qué el partido no le ha denunciado? ¿O la denuncia consiste en llamarle sinvergüenza y delincuente y renegar de uno de los suyos durante veintiocho años?
¿Cómo puede aseverar el juez que Bárcenas se «lucró con dinero negro que recaudó el PP» y no señalar a los empresarios que la nutrían y cuáles eran sus intenciones?
—No es el PP, no es ni el PSOE ni Bárcenas, es la descripción de cómo una sociedad se va pudriendo.
Hemos llegado a un punto que tiene que haber una catarsis.
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