José Luis Corral Lafuente, aragonés nacido en 1957 en Daroca, es catedrático de Historia Medieval en la universidad de Zaragoza, profesor invitado en varias universidades españolas y extranjeras y uno de los maestros indiscutibles del género conocido como novela histórica. Es autor de cientos de artículos y una treintena de ensayos y novelas, algunas de las cuales han sido reseñadas en este blog y pueden encontrarse utilizando el buscador, habiendo colaborado también en numerosos medios de comunicación y revistas de divulgación, siendo destacado asesor en documentales y películas como la dirigida por Ridley Scott y que lleva por título «1492. La conquista del paraíso». La relación de publicaciones de este autor es muy extensa y puede encontrarse en la red utilizando cualquier buscador, pero aprovecho esta reseña para destacar, como una apreciación personal, «El salón dorado», primera que leí de este autor hace ya muchos años y me convirtió en un incondicional de sus escritos. Como es justo decirlo todo, también mencionar la que menos me gustó, «El códice del peregrino» cuya reseña en este blog puede consultarse en este enlace.
La acción transcurre en una época convulsa e intrigante con personajes históricos contrastados engarzados con personajes de ficción para conseguir un armazón redondo para el relato. Una época crítica la relatada que comprende los años que van desde la muerte de Isabel la Católica en 1504 hasta el advenimiento como emperador de su nieto Carlos, primero o quinto, como emperador del Sacro Imperio romano Germánico. Una época bien documentada históricamente aunque con algunos episodios «oscuros» que el autor interpreta utilizando su principal personaje de ficción, el médico converso Pedro Losantos y su familia, amenazados por la sombra de la Inquisición por su pasado judío y que se ve obligado a cometer ciertas acciones que no tienen nada que ver con su oficio y algunas de ellas en contra de su voluntad y de su juramento hipocrático, con referencia a similares procedimientos utilizados en una época anterior con Alfonso o Enrique IV, hermano y hermanastro respectivamente de la reina Isabel la Católica. El Católico intenta por todos los medios seguir gobernando Castilla al tiempo que mediante su enlace con la francesa Germana de Foix intenta conseguir un heredero, masculino, para el trono de Aragón, lo que hubiera supuesto el desmembramiento de lo que se conoce como España desde aquella época y que no era otra cosa que una juntura de reinos, condados y regiones. Muerto Felipe el Hermoso por procedimientos de ficción en la novela pero perfectamente plausibles en la época y encerrada en un castillo prisión la reina Juana, Fernando el Católico, hasta su muerte en 1516 y posteriormente el Cardenal Cisneros preservan el trono de Castilla hasta la llegada de Carlos, hijo de la verdadera reina que lo fue aunque recluida hasta su muerte en 1554 y que supuso el final de la dinastía «Trastámara que no Trastamara» y la instauración de la conocida como «Los Austrias», que rigieron durante doscientos años los destinos de España.
Al final del libro, como es costumbre en este autor, se relacionan hechos y personajes reales, ficticios y una abundante bibliografía. Para los que hayan visto las series de televisión «Isabel» y «Carlos», de reciente emisión, este libro es un adecuado complemento a este disfrute de los sentidos que permite recordar estos años de la historia de una forma amena y educativa. 800 Páginas y 219.000 vocablos de entretenida lectura llenos de rigor histórico como es costumbre en este autor, inclusive en la muy cuidada psicología de los personajes de ficción construidos para brindarnos un relato armonioso sumamente atrayente al lector que guste de este tipo de género y que deja la puerta abierta a una futura continuación ya insinuada que relate los devenires de Carlos I de España y V de Alemania cuya leyenda presenta también numerosos vericuetos.
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