viernes, 28 de octubre de 2016

Persona normal, de Benito Taibo

@benistofeles Benito Taibo es un autor mejicano nacido en 1960 con un largo recorrido en el mundo de las letras. Cuando fuera mayor hubiera querido ser de profesión lector, una profesión universal pero de la que no puede uno mantenerse salvo contados casos en que se trabaje para las editoriales en la prospección de materiales para su publicación. Estudió historia y ha trabajado en numerosos medios escritos y hablados.. Se inició en terrenos de la poesía con «Siete primeros poemas (1976)» y tras algunas obras publicadas debutó en el mundo de la novela con «Polvo (2010)» al que siguieron «Persona normal (2011)», «Querido Escorpión (2013)», «Desde mi muro (2014) y en coautoría con otros autores «Los conspiradores y las vergüenzas de México (2014)». Es un ferviente defensor de la lectura como imprescindible para la sociedad según se deduce de sus propias palabras «el libro es vital para la vida; es capote de torero, escudo contra las flechas de la estulticia, de la estupidez. El libro es almohada de plumas para tener mejores sueños, es refugio y tabla para el náufrago, ladrillo que construye ciudadanía, que construye universos. Los libros son la llave del universo, el mapa de la isla del tesoro; y los libreros son los que pueden determinar el destino de un posible lector. Al final, leer es resistir». Una frase contenida en el libro que comentamos abunda en esta idea: «Comenzar una biblioteca propia consiste en tener el primer libro, luego, como una cascada, irán sucediéndose las páginas y los autores. Todo es cuestión de empezar. A lo mejor, este, el que tienes en las manos, es tu primer libro para arrancar por un camino apasionante por la vida. Una extraordinaria aventura.».Aunque en otras puede existir un cierto desacuerdo en la actualidad: «El libro es portátil, no se le acaba nunca la batería, es digital, pues cambias las páginas con el dedo, y dentro está el infinito.»

La narración es un tiempo de la vida de Sebastián, un adolescente de catorce años que con poco más de doce años ha perdido a sus padres. Vive a cargo de su tío Paco que se dedica en cuerpo y alma a él en todos los aspectos, especialmente en los espirituales procurándole una formación que está muy alejada de su edad. Paco no prohíbe sino que argumenta y deja a Sebastián tomar sus propias decisiones con más conocimiento de causa. Un hogar donde la lectura es primordial es un buen caldo de cultivo para la formación se sus integrantes Los sucesos que van jalonando la vida de Sebastián hacen de él una persona nada «normal» aunque el título del libro quiera manifestarlo así, porque la normalidad no es un continuo adsoluto que pueda medirse sino que está sujeto a las apreciaciones de cada cual.

Un público juvenil obtendrá muchas y muy buenas enseñanzas de la persona normal que es Sebastián, lo que no quita para que sea un placer de lectura para personas más entradas en años. Los dos personajes principales son admirables en su desarrollo, llamando la atención la frescura de sus ideas y planteamientos y los escenarios escogidos por el autor para situarlos y desarrollarlos. A lo largo el texto aparecen numerosas referencias a otros libros que pueden servir de pista al lector a la hora de decidir sus próximas lecturas. Se trata de una historia sencilla y muy fluida, se devora en un pispás, jalonada de múltiples frases y pensamientos que deja poso, que llena al lector, una historia de la que se disfruta de principio a fin. Tras ello, pienso que a todos nos gustaría tener un tío Paco que nos echara una mano en nuestro devenir. Solo me resta a gradecer a Javier Ruescas, conocido autor de novela juvenil, su recomendación de lectura de este libro entrañable.

Algunas frases entresacadas del libro
La educación sentimental te hace ser persona. No sirve de nada tener buenos historiadores o arquitectos, si antes no son buenas personas. Hay que encontrar el equilibrio entre una y la otra.
¿O sea que necesitamos, más que otra cosa, buenas personas que sean arquitectos, ingenieros y abogados? —pregunté.
Porque yo soy solo huérfano de padres, no de ideales.
Pero el hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado», y sigue peleando
«Patria» es un concepto inventado para hacer fronteras y separarnos los unos de los otros.
Éramos niños al fin y al cabo, pero con una urgencia terrible de ser considerados como adultos

«La loca de la casa» es como la escritora española santa Teresa de Jesús (1515-1582) llamaba a la imaginación. Es un bello nombre para referirse a ella. Será que es incontrolable, que vive en el piso de arriba (en la cabeza) y que hace lo que se le antoja cuando se le antoja, aunque nosotros no estemos ni siquiera enterados de lo que se trae entre manos. Rosa Montero, otra escritora española, pero contemporánea, encantadora e inteligentísima, ha escrito un libro con ese título. Un libro espectacular que trata sobre escritores y libros, sobre cómo la imaginación y el talento generan maravillas y cómo la literatura no sería nada sin la compañía de La loca de la casa. Es un libro que hay que leer, que…

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