sábado, 28 de octubre de 2017

El ferrocarril subterráneo, de Colson Whitehead

@colsonwhitehead ‏Colson Whitehead nació en 1969 en Nueva York. Después de graduarse en Harvard College comenzó a escribir revisiones y reseñas de música, libros y programas de televisión. Con su primera novela «La intuicionista», publicada en el año 2000, fue finalista del PEN/Hemingway y obtuvo algún otro premio. Ha publicado varias novelas que han conseguido algunos premios de relevancia. Ha ejercido de profesor en varias universidades entre las que destacan Columbia y Princeton. «El ferrocarril subterráneo» es su última novela y con ella ha obtenido el Premio Pulitzer 2017, el National Book Award de 2016 y ha ocupado el número uno en la lista de bestsellers del New York Times. Reside en Nueva York y podemos acceder a más información en su página web haciendo clic en este enlace.

El autor ha llevado a la realidad novelística una idea extraída del nombre de una agrupación clandestina del siglo XIX en EE.UU. llamada como el título del libro, que ayudaba a huir a los esclavos en ese país hasta convertirlos en ciudadanos libres. La protagonista principal es Cora, una esclava especial por su carácter que en un momento determinado decide escapar de una plantación de algodón junto a otro esclavo, Caesar, que acaba convenciéndola de sus posibilidades de éxito. Pero en la zona hay un cazador persistente y exitoso de esclavos fugados llamado Rigdeway, que tiene la espinita clavada de no haber atrapado anteriormente a Mabel, la madre de Cora, y se tomará el asunto de la persecución y capturar como algo personal. Localizará a Cora pero diversas vicisitudes que no podemos desvelar aquí mantendrán la tensión narrativa en diversos escenarios y ambientes de la época.

La vieja historia de la explotación de seres humanos por tener un color de piel diferente se nos desvela en esta novela en toda su crudeza. Las vicisitudes de la historia de la protagonista, sus compañeros y los blancos que le ayudan nos podrán la piel de gallina en diferentes pasajes de la historia al mostrarnos como seres humanos eran tratados como si no valieran nada, peor que animales e incluso hasta su muerte. El asunto del ferrocarril pone un punto de inverosimilitud a la novela adentrándola en el mundo de lo fantástico. La tensión narrativa sufre altibajos y eso me impide catalogarla como una novela redonda, a pesar de estar ensalzada en numerosos medios en estos días que han motivado mi acercamiento a ella. Diferentes escenarios, como cuando Cora permanece encerrada durante meses en el altillo de una casa, dan valor a la novela y hacen merecer su lectura, si sabemos sobreponernos a esos momentos fantásticos o intrascendentes. Ahora me alegro de haberla leído por la parte humana de la historia pero la recomendaría con ciertas reservas.

sábado, 21 de octubre de 2017

Los restos del día de Kazuo Ishiguro

Kazuo Ishiguro nació en Nagasaki, Japón, en 1954 pero a los seis años se trasladó a Inglaterra donde reside habiendo adquirido la nacionalidad británica en 1982. Imbuido de espíritu occidental, mezcla sus vivencias con sus ancestros orientales como se refleja en su novela Un artista en un mundo flotante. Como algunas de sus novelas, Los restos del día, publicada en 1989, está ambientada en el pasado aunque también ha destacado como escritor de ciencia ficción en su Nunca me abandones. Ha conseguido numerosos premios a lo largo de su trayectoria como escritor teniendo como más relevante el Premio Nobel de Literatura concedido en el presente año de 2017.

La narración está ambientada en la Inglaterra en los años cincuenta del siglo XX. Stevens ha sido mayordomo en la mansión de Darlington Hall sirviendo a lord Darlington durante más de treinta años. A su fallecimiento, la propiedad pasa a manos de un norteamericano que mantiene al mayordomo en su puesto. Con motivo de su ausencia por un viaje a EE.UU. durante unas semanas, el nuevo propietario anima a Stevens a tomarse sus primeras vacaciones, prestándole el coche de su antiguo patrón con la gasolina pagada. Con diferentes vicisitudes a lo largo de su viaje, cruzará Inglaterra para visitar a la señora Benn —que de soltera era la señorita Kenton y fue durante muchos años ama de llaves de la mansión— con la esperanza de poderla contratar de nuevo. Tuvieron muchas diferencias sobre la manera de enfocar y llevar a cabo sus respectivos cometidos pero mantuvieron siempre un tono profesional y respetuoso. Stevens aprovecha el viaje para brindarnos sus numerosos recuerdos sobre los personajes que habitaron y visitaron la casa y los sucesos ocurridos en ella a lo largo de tantos años.

Los mayordomos ingleses de mansiones han sido siempre una leyenda y el protagonista de esta novela es un prototipo de ellos. Narrando en primera persona sus recuerdos e impresiones con diálogos sencillos y un lenguaje cautivador mete al lector en un mundo especial en el que prima la dignidad por encima de otras virtudes como la fidelidad y un saber estar en cualquier situación incluso por encima de sus propios asuntos personales, como puede ser, en la novela, la muerte de su propio padre al que no pudo atender por tener una visita importante en la casa. Como digo, una prosa elegante y cuidada despliega ante el lector un sinfín de imágenes que desvelan la realidad del personaje a lo largo de su vida dedicada por entero a su quehacer como mayordomo. El resto de los personajes de la novela son secundarios excepto la señorita Kenton que tiene alguna preponderancia en el relato sin llegar a eclipsar al señor Stevens.

En 1993 se estrenó la película titulada Lo que queda del día (The Remains of the Day en inglés), dirigida por James Ivory e interpretada por Anthony Hopkins, Emma Thompson y Christopher Reeve como actores principales. He hecho el esfuerzo de visionarla con los diálogos y subtítulos en inglés resultando una verdadera delicia pero, como digo siempre, después de leer el libro, pues como lector se generan imágenes propias que no siempre coinciden en calidad y cantidad con las de la película. Un libro muy recomendable para disfrutar y acercarse al reciente premio Nobel y disfrutar de esa flema inglesa que ha estado tan de moda en series televisivas como Arriba y abajo o Downtown Abbey entre otras.

martes, 17 de octubre de 2017

Eva (FALCÓ 02), de Arturo Pérez Reverte

@perezreverte Arturo Pérez-Reverte Gutiérrez, nacido en Cartagena, Murcia, en 1951, es Académico de la Lengua en la que ocupa el sillón «T». Tras veintiún años cubriendo conflictos internacionales de guerra como corresponsal de prensa, radio y televisión, está dedicado por entero al mundo de la literatura. Desde hace veinticinco años escribe una página de opinión de forma continua en la revista semanal «XLSemanal». Activo tuitero, es cofundador y editor en «Zenda», siendo su bibliografía extensa y mundialmente conocida. Varios de sus libros han sido llevados al cine y la televisión y algunos de ellos han sido reseñados en este blog y pueden encontrarse utilizando el buscador del mismo. Toda información acerca de él puede encontrarse en su página web personal .

En esta segunda entrega de la serie dedicada a Lorenzo Falcó, el protagonista aparece brevemente en cortas acciones en Lisboa, Salamanca y Sevilla para recalar en Tánger donde tiene lugar el grueso de la acción. Estamos en plena Guerra Civil Española cuando el barco republicano Mount Castle, cargado con treinta toneladas de oro, ha burlado el acoso del destructor «nacional» Martín Álvarez y ha conseguido refugiarse en el puerto de Tánger al que ha arribado igualmente su perseguidor. A los pocos días ambos barcos deberán abandonar el puerto siguiendo los convenios internacionales y con ello el republicano, más lento y escasamente armado, está condenado a rendirse o ser hundido. En esos escasos días se desarrolla la acción y serán los que permitirán a Falcó moverse como pez en el agua en el avispero en que se ha convertido la ciudad para establecer negociaciones con los dos capitanes de los barcos para evitar el desastre, en medio de un mundo de espías, agentes, comisionados de ambos bandos e internacionales, sobornos, encerronas, peleas y trifulcas. Eva, que fue salvada de una muerte cierta por Falcó en las postrimerías del libro anterior, reaparece en este relato como una agente soviética a bordo del barco republicano aunque inoperativa hasta pasado el mediodía de la obra pero intervendrá de forma señalada en el desenlace.

La magia de internet me ha permitido esta mañana encender mi libro electrónico, activar la conexión wifi y disponer en él de este libro que ha visto a la luz hoy y que había adquirido en preventa en un conocido portal. No he podido resistir la tentación de asomarme a su interior y eso ha sido mi perdición porque con los intervalos normales de la acción diaria no he parado hasta devorármelo: no se puede decir de una sentada, pero casi. El personaje de Lorenzo Falcó vuelve a la acción menos de un año después de su nacimiento y con todas sus características, que muy bien define su amiga Moira Nikolaos en el relato: guapo rufián, cochino embustero, de vida incierta y peligrosa, tipo desvergonzado e infame, de sonrisa insolente, de mirada peligrosa, embaucador, buena mano con las mujeres… características todas definidas en la novela anterior y reafirmadas en esta. Los diálogos entre los personajes son chispeantes y acertados, con una fina ironía y de tremendo alcance que provocan al lector y las puestas en escena y los desarrollos de las acciones muy cuidados por el autor, que no rehúye explicitar escenas violentas o de sexo cuando la ocasión lo requiere. A pesar de haber dos barcos en el trasfondo de la obra, no ha salido a relucir más allá de lo justo la vena marinera del autor.

Como ya ocurriera en la entrega anterior, de la que puede verse una reseña en este enlace, el asunto de Guerra Civil Española es absolutamente tangencial y sirve como referencia a una época y a unos asuntos pero sin ir más allá. Para pasar un buen rato disfrutando de las andanzas de este dandy español a la espera de nuevas entregas en el futuro.


sábado, 7 de octubre de 2017

Dejé de pronunciar tu nombre. La vida prohibida de Carmen Díez de Rivera, de Luis Herrero

Luis Francisco Herrero-Tejedor Algar, más conocido como Luis Herrero, es un periodista y escritor nacido en 1955 en Castellón de la Plana. Licenciado en periodismo por la Universidad de Navarra en 1978 ha participado desde entonces en numerosos medios escritos y audiovisuales de primera línea y de alcance nacional. Por unos años estuvo en política como europarlamentario por el Partido Popular y en la actualidad dirige el programa «En casa de Herrero» en esRadio y colabora con numerosos medios de forma escrita o asistiendo a tertulias. Entre sus libros publicados podemos citar «Los que le llamábamos Adolfo (2007)», «En Vida de Antonio Herrero (2008)», «El Tercer Disparo (2009)» y «Los días entre el mar y la muerte (2011)». El que hoy reseñamos, «Dejé de pronunciar tu nombre» ha visto la luz en este año de 2017.

Carmen Díez de Rivera fue uno de los personajes importantes en la época de mediados de los setenta del siglo pasado, siendo conocida como «La musa de la Transición». Gran desconocida por el público en general, sus «encontronazos» con Adolfo Suárez, siendo su jefa de Gabinete y mano derecha, en momentos vitales de la historia reciente de España contribuyeron posiblemente a una aceleración de los acontecimientos entre los que sobresale la legalización del Partido Comunista de España. En el libro se relata la apasionante vida de esta mujer especial, hija de marqueses pero que fue en todo momento un «verso libre» y una mujer adelantada a su tiempo. Permaneció soltera por un suceso desgarrador amoroso, viajó por Europa, estuvo como cooperante en África y cultivó muchas enemistades por su manera de desenvolverse, aunque entre sus amistades figuraron grandes personalidades de la época: políticos, militares, periodistas e incluso de los por aquel entonces príncipes Juan Carlos y Sofía. Murió a los cincuenta y siete años, en 1999, de un cáncer de mama mal diagnosticado que se convirtió en otro mayor, siendo enterrada de forma especial en un convento de monjas de la localidad abulense se Arenas de San Pedro, del que la superiora era familiar suyo. Antes de su muerte dictó sus memorias a la periodista Ana Romero.

Como indica el autor en las postrimerías del libro, se trata de una novela histórica en cuanto a los acontecimientos políticos y los personajes de la época y una historia novelada de la participación de Carmen en algunos de los hechos. Utilizando una continua y calculada anacronía en la sucesión de los capítulos, el autor nos asoma a los diferentes hechos importantes de la vida oficial y privada de Carmen, sus relaciones y pensamientos en los diferentes escenarios en los que se desenvolvió. La lectura es fácil y agradable, muy entretenida, con diálogos ajustados y brillantes y podrá servir de repaso o aprendizaje según los conocimientos previos o recuerdos del lector sobre los hechos de la época.

No puedo dejar de hacer una referencia a otro libro tremendamente similar a este cual es «El triángulo de la transición», de Ana Romero, que ya degusté hace varios años y cuya reseña en este blog puede accederse en este enlace. Como menciono, el contenido de los libros es muy similar pudiendo considerar el de Ana Romero como más técnico y detallista y este por el contrario más novelado. Todas las comparaciones son odiosas, pero de tener que decantarme por uno, elegiría el de Ana Romero. El hecho de tener algún conocimiento de los hechos me da para felicitar al autor por haber escondido el por qué no pudo llegar a cuajar el gran amor de Carmen, del que se informa en los momentos finales del libro por esos ya comentados saltos adelante y atrás. En el penúltimo párrafo se vuelve sobre el tema pero se deja sin resolver de una forma explícita aunque da un dato sobre el padre de Carmen que puede hacer pensar al lector.

Y ya puestos a conectar libros, parece que habrá que echar un ojo cuando haya tiempo al antecesor de estos: «Lo que escondían sus ojos», de Nieves Herrero, que transcurre recién acabada la Guerra Civil Española y una de las principales protagonistas es Sonsoles de Icaza, marquesa de Llanzol, madre de Carmen Díez de Rivera.

martes, 3 de octubre de 2017

La sirena viuda. De Mario Benedetti

Uruguayo de nacimiento, Mario Benedetti —Mario Orlando Hardy Hamlet Brenno Benedetti Farrugia—nació bajo el signo de virgo en 1920 y tras deambular en sus primeros años por algunas poblaciones, cuando contaba cuatro años llega a la capital, Montevideo. Tras unos primeros años de estudios, con catorce comienza su etapa laboral trabajando en una empresa de repuestos para automóviles. Muy activo en diversas etapas de su vida en el mundo público, en 1973 y con motivo del golpe de estado tuvo que abandonar Uruguay, residiendo en Buenos Aires, Perú, Cuba y Madrid, alejado de su esposa que permaneció en el país por motivos familiares. Consiguió regresar en 1983 y desde entonces estuvo volcado en su actividad literaria, recibiendo numerosos premios internacionales hasta su fallecimiento, que tuvo lugar en mayo de 2009. Su obra es muy prolífica en diferentes géneros y en ella refleja la angustia de sus compatriotas por encontrar salidas a las circunstancias políticas impuestas por los militares no solo en su país sino en muchos de los países vecinos. Por reflejar alguna de sus obras, podemos destacar «La tregua», «Gracias por el fuego» o «Andamios» publicada en 1997 donde transmite sus impresiones personales en el regreso tras el exilio. Otro de sus libros, «Primavera con una esquina rota» ha sido ya reseñado en este blog y su contenido puede accederse en el siguiente enlace. Cultivó también el género poético-musical junto a intérpretes como Joan Manuel Serrat.

El libro está compuesto por una serie de relatos-cuentos cortos sobre temas diferentes. En esta antología, el mismo Benedetti ha seleccionado sus mejores cuentos de sus libros Montevideanos (1962), La muerte y otras sorpresas (1968), Con y sin nostalgia (1977), Geografías (1984) y Despistes y franquezas (1989). El amor en todas sus formas, la vida, la muerte, el exilio y numerosas anécdotas cotidianas de la vida sencilla se dan cita en estos relatos que nos brindan el placer del descubrimiento de escenas cercanas.

Un librito de 197 páginas en su edición de bolsillo con apenas cuarenta y tres mil vocablos en su edición electrónica. Destila humor e ironía por todos sus poros a la vez que un gran ingenio y una suprema capacidad de síntesis que requieren los buenos cuentos, que en su brevedad permiten grandes desarrollos. Para leer no de un tirón sino entremezclando con otras lecturas para disfrutar de la prosa elegante y cuidada, casi poética en algunos párrafos y por momentos plagada de vocablos trastocados del español de allende que despiertan la evocación del lector, algunas veces difícil de conseguir como en el cuento que versa sobre fútbol. La vida de los uruguayos en la segunda mitad del siglo XX, con sus muchos problemas pero sin perder la ilusión y y manteniendo la esperanza en alcanzar una vida mejor.

domingo, 1 de octubre de 2017

El olvido que seremos, de Héctor Abad Faciolince

Libro correspondiente a la 21ª edición del Club de Lectura de ALQS2D.

Héctor Joaquín Abad Faciolince, nacido en Medellín en 1958 es un escritor, traductor y periodista colombiano. Cursó estudios de filosofía y de medicina, de periodismo y de lenguas y literaturas modernas. En 1987 su padre es asesinado por paramilitares y decide exiliarse a España en un primer momento y posteriormente a Italia. En 1992 regresa a Colombia y trabaja como periodista y columnista para varios diarios. Receptor de numerosos premios, entre sus publicaciones podemos citar «Basura», «Angosta», «Fragmentos de un amor furtivo» o «La oculta». La que hoy nos ocupa, «El olvido que seremos» fue publicada en 2006. Colabora asiduamente en varios diarios, entre ellos «El País». Más información en su propia página web que podemos acceder haciendo clic en este enlace.

El libro está dedicado por entero a la memoria de Héctor Abad Gómez, «papá» del autor, médico, que fue asesinado en el centro de Medellín cuando asistía al sepelio de otro asesinado como él por su defensa a ultranza de los derechos humanos y la implantación de programas gubernamentales de igualdad social. El autor reconstruye un relato que va trazando el semblante, el «como era» su papá y sus formas de actuar en mil y un detalles en su vida personal, familiar, profesional y social.

Se trata de un relato biográfico del autor desde su infancia hasta el asesinato de su padre, poniendo el foco en la personalidad del padre como un tributo a su recuerdo y sus actividades primero como profesor de medicina en la universidad y posteriormente como activo luchador social y e impulsor de programas de mejora para los más desfavorecidos. El libro fue escrito casi veinte años después del suceso, tiempo necesario por el autor para enjuagar la pérdida y afrontar la escritura. Escrito de forma sincera y positiva, es un mágico testimonio de un vida excepcional contado desde muy dentro a pesar del tiempo transcurrido. Un relato sincero y conmovedor, una grata experiencia de lectura.