James Arnold Horowitz nació en Nueva York en 1925. Estudió ingeniería y a los veinte años ingresó en las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos llegando a combatir de forma voluntaria como piloto de aviones de caza en la guerra de Corea. Admirador de Hemingway y Scott Fitzgerald, en 1956 publicó su primer libro «Pilotos de caza», reflejo de su experiencia coreana y un año después, con 33 años, abandonó su profesión militar para dedicarse de lleno a la literatura, ejerciendo como periodista, guionista e incluso director de cine. Poco a poco sus publicaciones fueron tomando prestigio internacional y recibiendo numerosos premios. En 2014 fue uno de los candidatos al premio Príncipe de Asturias de las letras. Falleció un año después, en 2015, a la edad de 90 años.
Este libro es el detalle de tres conferencias dictadas en la Universidad de Virginia pocos meses antes de morir. En ellas vuelca toda su experiencia como escritor desgranando aspectos fundamentales del oficio. Ante la perspectiva de la hoja en blanco que aterroriza a todo escritor al tiempo que es un océano de posibilidades, Salter tiene la respuesta: «elaborar un estilo que logre captar la experiencia real ante la certeza de que lo que no queda escrito se desvanece». El lector encontrará en este pequeño libro de 112 páginas una guía completa de aspectos que todo escritor, pero también lector, debería conocer así como referencias a obras muy recomendables de la literatura universal.
Imposible leerlo todo. Por
más leída que sea una persona, siempre habrá muchos libros, tanto fundamentales
como menos reconocidos, que no ha leído, que debería leer o, como dice un amigo
bibliófilo, Jacques Bonnet, que leerá en algún momento. Y luego uno siempre
topa con escritores que suenan interesantes y de los que no había oído hablar.
A pesar de no contar con una amplia bibliografía
en su haber, James Salter es una figura mundialmente reconocida en el panorama
literario, un ejemplo claro de que todo buen escritor tiene que ser, por
necesidad, un gran lector. La lectura de esta pequeña joya a la vez que enorme
fuente de aprendizaje para lectores o escritores potenciales aporta unas sabias
reflexiones sobre este asunto de juntar palabras con maestría para regalar los oídos
de quienes se acerquen a leerlas. En sus propias palabras… «los escritores que sitúo en lo más alto son
Nabokov, Faulkner, y Saul Bellow e Isaac Singer; a los dos últimos los nombro
juntos por cualidades que ambos comparten». También recomendaciones de
libros como Madame Bovary o los cuentos
de Bábel, Céline o Faulkner.
«Quemar los
días», «Todo lo que hay» o «Años luz» son tres de sus obras a las
que habrá que acercarse según las recomendaciones que se pueden encontrar a
poco que se bucee en la red.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
opiniones