Libro correspondiente a la 27ª edición del Club de Lectura de ALQS2D, primer trimestre de 2019.
Ramón J Sender, periodista y novelista español nacido en 1901 en Chalamera, Huesca. En Tauste inició sus estudios primarios para luego continuar estudiando Filosofía y Letras en Reus y Zaragoza. Sin acabar sus estudios, en 1918 se trasladó a Madrid, donde comenzó a colaborar con varios periódicos. De tendencias anarquistas, acabó asumiendo posturas comunistas, por lo que tuvo muchos problemas en la Guerra Civil española, incluso provenientes de sus propios compañeros de ideología. Se exilió primero a México y posteriormente a estados Unidos, donde ejerció de profesor de literatura española Su obra escrita, extensísima, se inició con «Imán (1930)». En este blog se han comentado «Viaje a la aldea del crimen (1934)», relato del sangriento episodio de Casas Viejas y «Réquiem por un campesino español», publicada en México en 1952. Obtuvo el premio Planeta de 1969 con «En la vida de Ignacio Morel» y también fue Premio Nacional de Literatura por «Míster Witt en el Cantón». Hasta 1965 no se empezaron a editar sus libros en España y, aunque pudo regresar a España en 1974, siguió residiendo en Estados Unidos, donde falleció en falleció en 1982 a la edad de 80 años.
Ramón J Sender, periodista y novelista español nacido en 1901 en Chalamera, Huesca. En Tauste inició sus estudios primarios para luego continuar estudiando Filosofía y Letras en Reus y Zaragoza. Sin acabar sus estudios, en 1918 se trasladó a Madrid, donde comenzó a colaborar con varios periódicos. De tendencias anarquistas, acabó asumiendo posturas comunistas, por lo que tuvo muchos problemas en la Guerra Civil española, incluso provenientes de sus propios compañeros de ideología. Se exilió primero a México y posteriormente a estados Unidos, donde ejerció de profesor de literatura española Su obra escrita, extensísima, se inició con «Imán (1930)». En este blog se han comentado «Viaje a la aldea del crimen (1934)», relato del sangriento episodio de Casas Viejas y «Réquiem por un campesino español», publicada en México en 1952. Obtuvo el premio Planeta de 1969 con «En la vida de Ignacio Morel» y también fue Premio Nacional de Literatura por «Míster Witt en el Cantón». Hasta 1965 no se empezaron a editar sus libros en España y, aunque pudo regresar a España en 1974, siguió residiendo en Estados Unidos, donde falleció en falleció en 1982 a la edad de 80 años.
La tesis de Nancy es una
de sus más conocidas novelas y fue publicada en 1962. Se trata de un relato humorístico
que utiliza el contraste entre la cultura y los modos de vida de españoles y
norteamericanos de la época. Una descolocada norteamericana, Nancy, reside y
estudia en Alcalá de Guadaira, Sevilla, donde está realizando su tesis sobre
aspectos del lenguaje. El mundo de la época en España resulta chocante para la
americana que además se hace novia de un calé, Francisco o «Curro», con lo que
el lenguaje y las situaciones en las que se ve envuelta llegan a cotas
esperpénticas. La novela es de formato epistolar, pues Nancy va comentando todo
por carta con su prima Betsy, que reside en Pensylvania, que asiste a las
diatribas de Nancy sin comprender nada de lo que aquí ocurre, pues un mundo
exótico, quizá anticuado pero intrigante, aparece de forma incomprensible reflejado
en las misivas. La España profunda de los años sesenta vista y comentada por la
mentalidad de una chica joven americana. Dado el éxito obtenido, Sender continuó
la serie con cuatro entregas más: «Nancy, doctora en gitanería», «Nancy y el
Bato loco», «Gloria y vejamen de Nancy» y «Epílogo a Nancy».
—¿Qué clase de caballo es el que puede usted ofrecerme?—pregunté.
—El animalito e manzo como una borrega der portá de Belén. Pero dígame
su mersé. ¿Para qué lo quiere, zi no e incomodidá?
—Para subir a lo alto de la Giralda.
—Señora, ¿usté cree que er animalito e una cigüeña?
Siempre es una delicia leer a Ramón J. Sender y más en este
caso donde la sonrisa se dibuja en la boca del lector desde los primeros
momentos de lectura: si se está leyendo en algún lugar público, cafetería o
transporte, las personas que estén cerca quedarán intrigadas por los cambios
gestuales en la cara del lector que no podrá resistir una sonrisa cuando no la
carcajada directa a medida que avanza por las situaciones propuestas por el
autor en las que las palabras y los hechos van confundiendo a una «pobre» y
sorprendida Nancy. Humor a raudales, malentendidos constantes, situaciones de
doble lectura, todo el libro es una comicidad continúa perpetrada con un
lenguaje sencillo y atractivo —memorable cuando simula por escrito el modo de
hablar andaluz o calé—. De forma magistral, el autor convierte situaciones serias
en guiños cómicos perfectamente plausibles dando una pincelada cuasi histórica
de los modos y formas de la época en esa España de la interioridad que todavía
sigue vigente en muchos lugares. Divertido, entretenido, ligero, fácil de leer,
ideal para intercalar entre lecturas con más enjundia y con el peligro de
querer asomarse a los cuatro que el autor escribió a continuación, cosa que seguramente
acometeré con el tiempo. En palabras del propio Sender, «hacer reír es tarea de discretos. La aventura de Nancy es una aventura
divertida, en la que a veces lo cómico se viste de serio y lo serio se disfraza
con una sonrisa».
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