Libro correspondiente a la 34 edición del Club de Lectura de ALQS2D durante el cuarto trimestre de 2020.
Dava Sobel nació en 1947 en Nueva York y se graduó en arte en la Universidad del Estado de Nueva York en Binghampton. Doctora honoraria por otras universidades, se ha dedicado a la escritura y el periodismo científico de divulgación colaborando con empresas de la talla de IBM o el New York Times. Su trabajo en aras de la divulgación ha sido premiado con numerosos premios. Entre sus libros podemos citar además del presente «Un cielo pluscuamperfecto», publicado en 2012, «El universo de cristal», «La hija de Galileo», «Los planetas» y «Longitud».
«Copérnico, casi sin querer, había dado un paso crucial hacia la comprensión de lo incomprensible: un cosmos en el que el hombre, lejos de estar en el centro, es apenas una insignificante casualidad» (Revista Arcadia).
El libro narra la historia de la vida del canónigo y científico Nicolás Copérnico, un personaje adelantado a su tiempo que estuvo a punto de dejar ocultos sus descubrimientos astronómicos y matemáticos por miedo a las represalias de la Iglesia, que no admitiría —hasta bien entrado el siglo XIX— la teoría heliocéntrica para mantenerse en sus trece al asegurar que la Tierra era el centro del Universo. La insistencia de un joven matemático que consiguió visitar y ser recibido por Copérnico, Georg Joachim Rheticus, minó sus profundas reticencias y consiguió convencerle de la publicación de sus estudios y descubrimientos, pues la imprenta ya estaba en marcha. El libro «De las revoluciones de las esferas celestes», debidamente estructurado para no provocar su rechazo en los primeros momentos, finalmente vio la luz cuando la parca visitaba a Copérnico. Su difusión por toda Europa cambió para siempre viejos conceptos astronómicos que la religión negaba a la ciencia. En los años posteriores, Kepler y Galileo Galilei entre otros retomaron sus teorías y los avances de la ciencia obligaron finalmente a la iglesia a aceptar la realidad casi tres siglos después, en 1835.
El calendario juliano entonces en uso, establecido por Julio César en el año 45 antes de Cristo, había sobrestimado en varios minutos la duración del año. A lo largo del tiempo, este pequeño error seminal había supuesto ganar casi un día más cada siglo. La Pascua iba camino de convertirse en una fiesta estival, y las demás fiestas móviles de la Iglesia quedaban igualmente desajustadas respecto a las estaciones. Por consiguiente, el papa León X...
Una novela histórica, o una historia novelada, recreando la vida en muchos detalles de este científico adelantado a su época y que a punto estuvo de pasar desapercibido. Aunque seguimos diciendo la frase…«El sol se pone», realmente está quieto, es la Tierra la que gira a su alrededor. Tras la lectura de este libro tendremos algunos conocimientos más sobre astronomía básica y como Copérnico condensó y razonó con hechos y estudios los conocimientos científicos sobre astronomía que desde los antiguos egipcios y pasando por Tolomeo, Dioniso, Beda, Bacon y otros llegaron a la Edad Moderna —siglo XVI— siendo ninguneados por los poderes eclesiásticos. Copérnico luchó en soledad contra la religión y la sociedad de la época y a punto estuvo de mantener ocultos sus descubrimientos, pero Rético y la imprenta lo cambiaron todo. Una lectura muy reveladora, que incluye una representación teatral en su interior de posibles diálogos entre los personajes, facilitan una lectura agradable que será especialmente placentera para curiosos del mundo científico y de la historia del siglo XVI en una Europa convulsa en la que el luteranismo empezaba a hacer frente al poder consolidado de la Iglesia.
Y si han llegado hasta aquí, no dejen de leer otro de los libros de esta autora, «Longitud», tan delicioso o más que este en temas de relojes, meridianos y como finalmente los barcos pudieron determinar su posición exacta en cualquier punto del mar. Reseñado en este blog en este enlace.
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