Recojo el envite lanzado por Miguel Angel en una entrada anterior en este blog comentando la trilogía. Aficionado como soy a la Novela Histórica, llevaba tiempo esperando hincar el diente a estos libros.
La lectura del primero ha resultado muy interesante como ya aventuraba Miguel Angel. La historia de la situación en el siglo III a.de C. se construye alrededor el joven Publio Cornelio Escipión, llegando hasta la edad de 26 años en que queda como conquistador y joven general tras el asedio y conquista de Cartago Nova, capital en Hispania del Imperio Cartaginés cuyo ejército estaba a las puertas de Roma hostigando los romanos en su propia casa. Medio abandonado por el Senado, con dos legiones frente a un ejército cartaginés muy superior en número, denostado y admirado por su juventud, veremos como se las compone en el segundo libro para salir adelante.
Desde su comienzo hasta llegar a este punto, el ritmo de la novela es trepidante. Las situaciones de todo tipo, familiares, educativas, institucionales, militares, etc. etc. se suceden de una forma tan vertiginosa que sería muy extenso el enumerarlas. El andamiaje construído alrededor de este personaje es muy cuidado y denota grandes dosis de estudio de la época por el autor. Hay figuras que destacan, como la del general cartaginés Aníbal como conductor de un fabuloso ejército que partiendo de Hispania y atravesando la Galia se planta a las puertas de Roma con estrategias y movimientos de amago y retirada sorprendentes que llevan a las legiones romanas a fracasos y derrotas estrepitosas. Otra figura que para mi no ha pasado inadvertida es la de Tito Macio, un personaje que culebrea por la novela pasando por situaciones de gran verosimilitud para convertirse al final en autor de comedias y llegar al final a disfrutar de la cuidada biblioteca del protagonista, heredada de sus antepasados. Y por que no mencionar los cónsules y senadores romanos, con sus intrigas y sus modos de hacer, políticos en suma, donde lo primero que prima son sus intereses por encima de los de la propia Roma.
Se aprende mucho de historia y se queda uno enganchado con ganas de seguir leyendo los siguientes libros. Quizá, por apuntar algo de reflexión personal, mencionar que a mi juicio le falta profundidad al relato aunque hay que decir en defensa del autor que si todas las situaciones expuestas en la novela fueran tratadas de forma más exhaustiva, estaríamos hablando de una decalogía en lugar de una trilogía. Otra cosa que echo de menos es el cada vez más frecuente epílogo del autor confesando lo que de verdad es histórico en la novela y lo que tiene de ficción para no quedarnos con la duda o tener que ir a consultar otras fuentes contrastadas.
En suma, que me pongo manos a la obra con el segundo tomo a ver como se desarrollan los acontecimientos.
¡Y yo que me había sorprendido de que esta trilogía estuviera entre vuestros libros favoritos!, ¡Y a mi que no me gusta la novela histórica!
ResponderEliminarAquí me tenéis, publicando un comentario para deciros que, a pesar de que al principio me parecía un poco trivial el tratamiento de los personajes y la historia que cuenta, al final he sucumbido a los encantos de esta novela. Ya estoy con la segunda parte.
Lo mejor: el tratamiento estratégico de las batallas.
Lo peor: sobra el capítulo dedicado a la representación de la primera obra de Plauto. ¿A qué viene eso?
Cuanto me alegro de que hayas iniciado la lectura de esta trilogía, como me decía tu a mi con alguna otra, que pena te va a entrar cuando la termines y no se pueda continuar.
ResponderEliminarRespecto de Plauto, aunque secundario, es un personaje vivo en toda la saga, aunque creo recordar que su protagonismo en el primer tomo era mayor.
Y la estrategia militar, que también yo pensaba que era lo mejor, en algunos aspectos pasa a ser secundaria, especialmente en el tercer tomo, pero bueno, ya llegará... disfruta ahora de como restaurar el prestigio de las legiones malditas.