No recuerdo donde leí algo sobre este libro, lo que si recuerdo es que lo comparaban con Los pilares de la Tierra y La Catedral del mar que fue lo que realmente me incitó a ponerme a leerlo, y sacando muchas conclusiones positivas del mismo, creo que compararlo con esas dos obras, es para mi modesto entender muy pretencioso.
Todo comienza en el año 824 cuando el obispo Teodomiro acompañado de su ayudante Martín de Bilibio y guiados por el eremita Paio descubren una tumba, que 'hacen' que sea la del apóstol Santiago para levantar el ánimo de los católicos que se sienten muy abandonados en esas tierras próximas al finis terrae. El obispo, consciente de haber urdido un engaño, escribe una especie de testamento La inventio donde deja constancia de la verdad, pero que hay que preservar porque lo que ha supuesto el Camino de Santiago para tantos creyentes no se puede dilapidar. Martín de Bilibio será el responsable de proteger y guardar La inventio y por lo tanto el personaje principal de esta parte de la historia.
Doscientos setenta años después (1094) aparece la protagonista de la otra historia, Mabilia, hija de un conde de una región francesa próxima a Dijon, que muere en una batalla al servicio del Rey, se ve obligada a huir junto con su hermano pequeño, heredero del condado, porque el hermano del conde, urde una trama para quedarse con el condado y quiere matar al heredero oficial, de tan solo dos años, y se plantea un matrimonio sorprendente.
Y este es el comienzo de la gran aventura de Mabilia, que se ve obligada a transformarse en joven novicio, ya que no puede viajar como mujer porque es buscada por su tío con una ferocidad difícil de encontrar en los personajes mas sanguinarios que hayamos leído. La huida de Mabilia que transcurre por el Camino de Santiago, nos muestra personajes y características de la época, muchos de ellos tan relevantes como Santo Domingo de la Calzada, y otros, como Arno, uno de los canteros que buscan La Inventio para derribar el mito de que es el cuerpo de Santiago el que se encuentra en el Iocus Sancti Jacobi.
Y hasta aquí puedo contar, resulta una novela muy interesante, a mi me ha recordado otras novelas épicas en las que una mujer se ve obligada a vivir como hombre, como La Papisa, Catalina, la fugitiva de San Benito, extraordinaria novela que cualquier día releeré y publicaré una reseña en este blog, y mas recientemente, Martín Ojo de plata, protagonista de dos obras de Matilde Asensi.
Para los que algún día esperamos hacer el Camino de Santiago, y no ya por el espíritu religioso del mismo, sino por el de superación, nos ayuda a animarnos a abordar ese reto. Y aunque, según los canteros, existe el alma de las piedras, quien busque involucrarse en las construcciones como se ve uno imbuido en Los Pilares de La Tierra o La catedral del Mar, no lo van a conseguir.
Insisto buena novela pero compararlo con esas dos joyas me parece menospreciarlas.
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