Libro del mismo estilo que el polémico, por la retirada de su publicación antes de las elecciones, HAY ALTERNATIVAS que ya se ha comentado en el blog. Los mismos autores, catedráticos y expertos en economía, nos explican con afirmaciones sensatas y rotundas la falacia que suponen los constantes mensajes de error de sectores de poder de corte neoliberal para hacernos creer que el sistema de pensiones está en grave peligro. Los bancos y entidades financieras, que ya hemos visto en época reciente cómo funcionan y la garantía que nos ofrecen, pretenden quedarse con el pastel que supone el disponer de enorme cantidad de dinero que en este momento está fuera de su control y que no es otra cosa que un ahorro solidario e intergeneracional de los trabajadores acumulado a base de muchos años de cotización, por no hacer referencia a lo que supone como fomento de una lucha de generaciones que discrimina a los ancianos y que cada vez se está generalizando más en España.
El lenguaje es claro, sencillo, entendible por cualquiera y está concebido en el formato de preguntas-respuestas a todas esas cuestiones que nos planteamos, o debíamos plantearnos sin asumir lo que nos brindan supuestos entendidos que llevan prediciendo la rotura del sistema desde hace años si no se toman acciones inmediatas, acciones que son las que en sí mismas provocarían la desaparición de los derechos generados a lo largo de las últimas décadas. Pregunta a pregunta se desmontan los argumentos empleados en supuestos estudios promovidos por los propios estamentos de poder para engañar y confundir a la opinión pública, que a base de recibir machaconamente un día tras otro este tipo de informaciones, acaba por asumirlas como inevitables.
Los tres autores son miembros del Consejo Científico de ATTAC España en donde se puede descargar gratuitamente el libro en formato digital aunque puede obtener en papel a un coste reducido en algunas librerías. Un libro indispensable de leer cuanto antes, que se lee de un tirón por su brevedad y su enorme interés y que debería tenerse como libro de consulta. A continuación alguna de las frases desarrolladas en él.
“Las políticas de retrasar obligatoriamente la edad de jubilación debieran eliminarse y en su lugar, desincentivar las prejubilaciones, sancionando al empresariado que las utiliza como medidas de ahorro de puestos de trabajo o de salarios.”
“Por tanto, no se puede considerar que la privatización completa o progresiva del sistema de pensiones públicas sea inevitable, como nada lo es en la historia de los seres humanos. Mientras que las clases populares y sus representantes políticos y sindicales tengan el poder suficiente, podrán evitar que los grandes grupos financieros lleven a cabo unos cambios que solo se dirigen a que ellos puedan apropiarse más cómodamente de los recursos sociales”.
“Por eso, proponer que aumente obligatoriamente la edad de jubilación para todas las personas por igual, con independencia del desgaste sufrido a lo largo de su vida laboral y de su estado actual de salud, es extraordinariamente injusto.”
“En España, los años de vida de una persona dependen de su clase social. En general, un burgués vive dos años más que un pequeño burgués que vive dos años más que un profesional de clase media alta, que vive dos años más que un trabajador no cualificado que vive dos años más que un trabajador no cualificado con más de cinco años de paro. La diferencia entre el primero y el último son diez años, una de las mortalidades diferenciales por clase social más altas de la Unión Europea (cuyo promedio son siete años). Es profundamente injusto que la persona de la limpieza de la Universidad, tenga que trabajar dos años más para pagar las pensiones que un Catedrático que va a sobrevivirle seis años más.
“El sistema impositivo no es demasiado progresivo y está sujeto a un grado enorme de evasión fiscal (por inoperancia de los instrumentos del Estado destinados a evitarla), se podría lograr un gran incremento de ingresos públicos si se fortalecieran las estrategias de lucha contra el fraude y se llevaran a cabo reformas fiscales que hicieran más justo el sistema.”
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