Vaya por delante que esta va a ser una entrada atípica e inconclusa, que quedará pendiente de que otro condueño, o condueña, de los que colaboran en este blog la completen, o mejor sustituyan completamente y sin pedirme permiso, pues no es de recibo hacer una reseña de un libro que no se ha leído. Pero empecemos por el principio …
Hace unos meses llego a mis oídos el eco de la publicación de esta trilogía que estaba causando furor en Gran Bretaña y Estados Unidos. Estaba disponible solo en inglés y a punto estuve de dejarme embaucar y ponerme a su lectura, pero al final preferí dejárselo a un amigo que domina mejor la lengua de Shakespeare. A los pocos días su comentario fue un escueto “Pschh, no es gran cosa”.
La autora es una madre de familia inglesa de 48 años que ha pasado a ser una de las personas más influyentes. El libro ya está disponible en castellano dentro de una moda que se ha dado en llamar “literatura erótica para mujeres”, de la que se han hecho eco en España publicaciones semanales de periódicos de tirada nacional. Uno de ellos, El Mundo, dedicaba hace quince días sendos artículos a este libro en particular y a la “nueva” tendencia en general. Algunos titulares han sido más atrevidos llegando a utilizar la expresión “porno para mujeres” que ha exasperado a más de una fémina.
KATHErine y ANAstasia son dos jóvenes estudiantes de último de carrera que viven juntas. Kate edita un periódico universitario y ha conseguido ser recibida para una entrevista por el archiconocido magnate de los negocios Christian Grey, que cuenta tan solo veintisiete años de edad. Al no poder ir Kate por encontrarse enferma, endosa el “marrón” a Ana, que se desplaza a otra ciudad a relativa distancia donde se encuentran las oficinas de Grey y consigue acabar el encargo bastante azarada por el atractivo y la personalidad del entrevistado, que se toma interés en ella a pesar de que algunas de las preguntas preparadas por Kate eran de un tono subido. Ana también trabaja a tiempo parcial en una ferretería donde a los pocos días se presenta el mismísimo Grey a comprar personalmente unas nimiedades, mostrando claramente su interés por Ana. Quedan al día siguiente para una sesión de fotos para el artículo y …
En este punto HE ABANDONADO la lectura del libro. Hay mucho que leer y últimamente no tengo problema en dejar un libro a medias si no me está gustando. No pongo mis impresiones, pues con tan solo un 11% de lectura lo lógico sería darle una oportunidad y seguir leyendo. Pero lo dejo y así lo hago constar aquí. Ni bien ni mal, sino todo lo contrario, será que no soy mujer y es un libro que no es para mí. Solo me gustaría saber, dentro de unos años, cuantas personas que hayan leído este libro o esta trilogía han leído también algunos otros libros como Madame Bovary o Rojo y Negro, a modo de ejemplo.
En el artículo aludido se daban otras diez pistas sobre libros de este tipo que figuran en el siguiente extracto que dejo a modo de documentación para lectores, o lectoras, interesados o interesadas (pulsando dos veces en la imagen se obtiene mejor vista).
Creo que lo importante -igual tengo muy reciente la lectura de V. Woolf, "Una habitación propia" - es el poder sugestivo que tiene un libro, al margen de si lo ha escrito un hombre o una mujer. Si es sugestivo, entonces llega al lector (con independencia de su sexo); si sólo es "literatura para hombres", o "literatura para mujeres" puede que lo que nos encontremos en sus páginas brille pero por su parcialidad. Por eso quizá Virginia reivindicaba aquellos autores que a la hora de escribir se olvidan por completo de su sexo (mentes andróginas). Ella, como te ha pasado a ti con las páginas que has leído de este libro, Angel Luis,y que nos dices "seré que no soy mujer y no es un libro para mí", también hablaba de libros que "no sólo celebran virtudes masculinas, imponen valores masculinos y describen el mundo de los hombres; la emoción, además, que impregna estos libros es incomprensible para una mujer". Esos libros tampoco eran para ella. Y no sé, no se puede saber, pero creo que mañana seguiremos hablando todos de "Madame Bovary", de "Rojo y Negro", o de "Orlando", porque ni Flaubert, ni Stendhal, ni Virginia Woolf eran "un hombre o una mujer a secas"
ResponderEliminarNo voy a responder solo al comentario de Patricia (Miscadigresiones), para confirmarlo, los que escriben para las percepciones de un sexo, nunca van a encontrar la satisfacción de los normales (los que ni somos machistas, ni somos feministas). Ha habido ocasiones en mi vida en que he tenido unas percepciones en que me sentía a mi mismo como feminista, porque sentía que era contrario a algunas ideas machistas que alguien manifestaba. Son momentos de 'bajeza' intelectual, porque ser machista o feminista es ponerse de un lado, y ponerse en un lado, casi siempre significa 'enfrentarse' al otro. Y yo no estoy ya para enfrentamientos, solo para ENCUENTROS, como el II ENCUENTRO de ALQS2D que intentaremos celebrar pronto.
ResponderEliminarQuiero manifestar, nuevamente, en este comentario mi orgullo por el nivel que esta alcanzando este blog, no solo por los posts, sino por los comentarios.
Y por último, manifestar que tengo cargados en mi e-reader los tres libros que comenta Patricia ('Rojo y Negro', 'Madame Bovary' y 'Orlando', los dos primeros para relectura, aunque cuando los leí era demasiado joven), que quizás sea lo peor de crear y participar en este blog, porque CREER en la gente que escribe aquí, significa poner en la lista de lectura muchas obras que dudo tenga tiempo en mi vida para hacerlo.
Por cierto, acabo de leer que 'mi' Follett ya ha publicado su último libro, y 'mi' Follett se salta 'casi' todas las listas....
Por desgracia,a mí me pasa igual,y supongo que a todos: no hay tiempo suficiente para abarcar todas las lecturas que nos gustaría, pero bueno, ya el intercambio de lecturas nos ayuda también a saber qué es lo que leen los otros, por qué disfrutan o por qué no de esos libros, etc., y eso también está muy bien. Por ejemplo, gracias a tu comentario, nos hemos enterado que Follet "sí o sí":-)
ResponderEliminarPienso que la entrada de Angel Luis es muy sugerente. El ha comenzado el libro y lo ha etiquetado desde una tendencias sexual muy concreta en base a comentarios y reseñas editoriales y de género que podéis consultar por toda la red. El ha lanzado el guante, siendo muy explícito sobre su intención de abandonar la lectura en un determinado momento, un 11%.El sabe los motivos y pienso que sólo pretende advertir, de manera muy sutil, la importancia de la lectura selectiva, de apostar por la calidad. El erotismo en literatura pasa por revisar a los clásicos, la armazón de maravillosas obras en las que la sensualidad, la provocación, la insinuación de un estado de predisposición sexual se comunica a través de frases y contextos.
ResponderEliminarNo hay libros para hombres y para mujeres. Quien moteje una obra de machista o feminista, la está condenando al olvido, a una existencia breve y tendenciosa. Las obras inmortales van dirigidas a todo tipo lectores, con independencia de su sexo.
Los lectores condicionados por los cantos de sirena de las milagrosas virtudes de la literatura sexuada, son meras víctimas de las trapacerías del mercado.
Angel Luis se ha limitado a recordarnos que está tendida esa trampa....si queremos caer advertidos hemos estado.