sábado, 16 de junio de 2012

Saga Longevos 01, La vieja familia, Eva García Sáenz

No es el primer libro, ni será el último, que es auto-publicado directamente por su autor en formato digital y tras un cierto reconocimiento del público en las redes sociales, consigue que alguna de las editoriales clásicas se interese por él. Este ha sido el caso de esta ópera prima de esta autora, optometrista de profesión y que ha escrito el libro por las noches mientras sus hijos dormían, que ha visto su publicación en papel bajo La Esfera de los Libros, en un tomo generoso de cerca de 600 páginas. La ambientación en mi segunda tierra, Santander, y el precio comedido de su versión digital, 3,08 euros, me hizo alterar mi lista de libros pendientes y colar este de rondón.

Adriana Alameda Almenara, Dana, es una mujer liberal de 32 años y de profesión antropóloga que reside y trabaja en Madrid, llevando una vida independiente desde los 17 años, pero que está ansiosa por salir de la capital y volver a la tierra que la vio nacer. Su amiga Elisa le pone en bandeja la posibilidad de trabajar en el MAC, Museo de Antropología de Cantabria y no se lo piensa dos veces. A pesar de su juventud cuenta con una dilatada experiencia, tanto administrativa como de campo, amén de una formidable lista de contactos en el mundillo. Tras su entrevista es contratada de inmediato para encargarse de la sala de la prehistoria. La dirección del museo corre a cargo de T.O.F, “the old family”, la vieja familia, los Castillo, compuesta por Héctor, Jairo, Iago y Kyra, cuatro personas longevas, que no inmortales, que llevan varios miles de años en el mundo sin envejecer. El museo es todo un mundo de relaciones tanto laborales como las que surgen entre hombres y mujeres y Dana poco a poco va notando cosas raras que no le cuadran hasta que por un suceso fortuito escucha una conversación que le lleva a atar cabos y descubrir el secreto de la familia Castillo. Dana tiene pendiente aclarar para sí misma el fallecimiento de su madre, psicóloga de la alta sociedad cántabra, ocurrido quince años antes de la que ella se cree en parte responsable por sus diferencias y que la policía archivó como suicidio. Una serie de hechos que tienen lugar a una velocidad trepidante van conexionando entre sí para llegar a un final que no desvelaremos, pero que queda abierto para una posible nueva novela de esta anunciada como saga.

La inmortalidad ha sido buscada con ahínco desde que el mundo es mundo, más por los poderosos que por el pueblo llano. Esta novela está principalmente ambientada en Cantabria, en escenarios que me son cercanos lo que me permite evocar recuerdos personales agradables. Da saltos en el tiempo y en el espacio a diversas épocas y partes del mundo, conformando una historia entretenida, con dosis lógicas de fantasía como exige el tema. Un poco de antropología, de filosofía, de psicología, de grafología, de medicina, de genética, de relaciones personales, de historia … curiosamente entretejidas para dar cuerpo a este relato y captar la atención del lector, a la vez que trasladarnos a ciertos eventos históricos y avivar nuestro deseo de conocer algo más sobre ellos. Con una redacción cuidada y sin abusar de los diálogos, son los personajes los que alternativamente y en primera persona nos van narrando sus impresiones dejando poco espacio para elucubrar. Quizá para mi gusto un poco forzado el final pero no por ello deja de estar bien argumentado dentro de la ficción que es la tónica general de la novela. Un buen libro para lecturas de verano que nos hará pasar un rato entretenido sin complicarnos mucho la mente.

La web oficial de la novela puede encontrarse AQUI, mucha documentación, capítulos y comentarios AQUI, y el twitter es @sagaLongevos

Una imagen de su web me evoca un lugar excepcional que creo conocer de la costa cantábrica. Creo que la fotografía a continuación es del mismo lugar con otra vista a través de la misma ventana



Y para finalizar y como mera curiosidad sin más pretensiones un par de textos entresacados a propósito de la edad de jubilación y de la vida en familia:

—¿Y qué haces? —Ocuparme del papeleo, las inversiones, encargarme de poner al día mis propiedades inmobiliarias para no preocuparme por el dinero las siguientes décadas. No hay Gobierno que se encargue de pagarme la jubilación, Dana, y eso que llevo toda mi vida trabajando. Me ocupo yo mismo.

Yo, investigando los telómeros y Dana, dándole vueltas al cuaderno de su madre. La pareja de investigadores perfecta. Cada cual en su mundo de obsesiones persiguiendo sus objetivos por encima de cualquier cosa, incluso de la mutua compañía. ¿Habíamos sido, de nuevo, tan estúpidos como para desaprovechar nuestro tiempo juntos? A veces tiene que venir un foco exterior para iluminar tus errores, porque estás tan metido en tus oscuras circunstancias que no eres capaz de verlo.

6 comentarios:

  1. "Adriana Alameda Almenara"... qué bien suena. Y al leer esta reseña pienso cuánto está cambiando "el mundo de los libros". De lo que he ido leyendo en "A leer que son 2 días" ya son dos los autores que han empezado auto-publicándose y luego han dado el salto al papel.

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  2. Parece un argumento interesante y entretenido, propicio para unos dias de calma y solaz. Además de la tematica el buen precio del libro es otro aliciente. Gracias por la reseña.

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  3. Tuve el placer de leerlo, me encanta descubrir novelas autopublicadas, dos son las que más me han gustado: ésta y la novela Malime, que tambien está reseñada en este blog.

    Es maravilloso poder leer estas obras que muy probablemente nunca habrían llegado a nuestras manos

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  4. Siempre he pensado que las lecturas de verano son el breve placer que nos merecemos los que durante todo el invierno hemos dedicado nuestro tiempo a el "trabajo". Envidiable esto y su presentación en papel.

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  5. siento el "a el", es lo que tiene cuando escribes una cosa y luego la cambias sin volver a repasarlo...

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