Hace años vi una película que era la “opera prima” de un autor, cuyo nombre me reservo, que me encantó. Con el tiempo apareció una segunda película de este mismo autor que me pareció horrorosa. Pero no solo me pareció horrorosa la segunda sino que mató la buena opinión que tenía de la primera. Quizá sea defecto de personalidad por mi parte pero esto mismo o parecido es lo que me ha ocurrido con este libro, segunda parte del ya comentado hace unos días en este blog “Contra el viento del norte”.
Leo ha vuelto de su periplo norteamericano y él y Emmi reanudan su intercambio de e-mails con periodicidad. Los contenidos son más profundos por el conocimiento que tienen uno del otro y si no recuerdo mal llegan a encontrarse físicamente hasta en seis ocasiones, de las más diversas maneras.
Siento que este comentario sea tan corto. No me da más de si la cosa. Quizá se pueda leer esta segunda parte sin haber leído la primera y sacarla
Más jugo que lo poco que le he encontrado yo. Por momentos me ha resultado pesado y la repetición palabra por palabra del correo del marido de Emmi que me pareció soberbio en el libro anterior, aquí me ha resultado patético. Me ha costado llegar al final y en varias ocasiones he estado muy tentado de abandonar su lectura. Las comparaciones son odiosas, pero sigo recomendando la lectura del primero y nada de nada la de este.
Espero que algún lector se anime con comentarios más positivos y de más alcance, pero a mí no me da para más. Toda la pinta de una segunda parte a la que se ha visto forzado el autor por presión de su editorial para aprovechar el tirón. No es el primer caso.
Sí que decepciona, se hace muy repetitivo el estilo.. Pero le queda la parte tierna. Os paso el enlace a un blog sobre la vida de Tchaikovsky que me ha sorprendido mientras leía este libro, casualidades de la vida:
ResponderEliminarhttp://nobleyreal.blogspot.com.es/2011/05/una-musa-para-tchaikovsky-la-condesa.html