sábado, 2 de febrero de 2013

Isabel la Católica, vida y reinado, Tarsicio de Azcona

Sigo con mi lectura focalizada en estos últimos tiempos en la historia de la segunda mitad del siglo XV. Pudiera parecer que esta manía ha surgido por la serie de televisión “Isabel” pero tengo que manifestar en mi defensa que con este motivo ya en mayo del pasado año giré una visita a las localidades de Tordesillas y Madrigal de las Altas Torres y que repetí visita a la segunda pasado el verano, ya más detenidamente. Pero dejemos la geografía y la historia y vayamos a la literatura. Ayudado por mi profesor, me he fijado cuatro libros con una cierta autorización histórica sobre la vida de Isabel, llamada no se sabe si bien o mal “La Católica”, pues todo personaje público con proyección tiene sus detractores y defensores. Los cuatro autores que me han recomendado son el ya reseñado en este blog Manuel Fernández Álvarez, Suárez, Alvar y Azcona. Andaba por la mitad del de Suárez, que obra en mi poder en papel, cuando me topé en la biblioteca pública con este de Tarsicio de Azcona, lo que me llevó a interrumpir la lectura del que iba en curso pues los quince días, si no se quiere prorrogar, que otorga la biblioteca pública son muy poco para despacharse las más de seiscientas páginas de gran formato de las que consta este libro. Aun así y gracias a una férrea disciplina de lectura diaria he cumplido mi objetivo en el tiempo señalado.

No se trata tanto de insistir sobre el contenido del libro en lo que se refiere a la vida y andanzas de nuestra querida Isabel. Se han comentado otras novelas sobre el tema que pueden encontrarse en el blog utilizando el buscador. Si se trata de dar mi opinión sobre el libro. Un libro denso, demoledor, profundo donde se nota una dedicación y un cariño del autor por la causa siendo incansable hasta la saciedad en la busca de datos documentales sobre todos y cada uno de los aspectos de la vida de Isabel. El lector debería plantearse el tipo de ánimo lector con el que va a acometer la lectura de este libro, pues en vano intentará retener nombres, datos, hechos y fechas. Son innumerables, salvo que utilice papel y lápiz al lado. Una primera lectura detenida pero “por encima” pudiera ser recomendable para luego volver con un ánimo más “estudioso” sobre el asunto. Cualquier dato histórico que se necesite o se desee conocer tiene muchas posibilidades de encontrarse, eso sí muy escondido, en alguna de las páginas de este libro. Y eso que el autor menciona en innumerables ocasiones que no quiere extenderse o profundizar sobre el tema.

Por ello, si queremos una aproximación novelada y tranquila, dentro de ser contrastada, la ya comentada de Manuel Fernández Álvarez es más digerible por el estilo y la menor cantidad de exactitudes proporcionada. Veremos qué ocurre con Suárez y Alvar cuando nos hagamos con ellas.

2 comentarios:

  1. Ya cuando termines con los de Suárez y Alvar, escribes tu propia historia sobre Isabel, documentación no te faltará, y sabiduría tampoco. Me encantará leer el trabajo de historia que prepares, en cualquier caso.

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  2. Estaremos encantados, puesto que será un trabajo conjunto con otra persona que no tendrá, a buen seguro, ningún inconveniente. Muchas grasi.

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