domingo, 3 de febrero de 2013

Juana la Loca, Jose Luis Olaizola

Leí hace años el estupendo libro de Manuel Fernández Álvarez titulado “Juana la loca, la cautiva de Tordesillas” del que guardo buen recuerdo. Hace unos días y por recomendación el profesor de historia he visionado la película de Vicente Aranda sobre esta singular reina española interpretada por Pilar López de Ayala. Esto me ha llevado a documentarme un poco más mediante la lectura de este libro escrito por un autor, Jose Luis Olaizola, al que tenía más conocido por sus aspectos de literato infantil con libros publicados en la conocida colección del Barco de Vapor. Nacido en 1927 realizó estudios de derecho, profesión en la que laboró quince años para dejarlo y dedicarse a la literatura. Ha tenido varios premios literarios entre el que podemos destacar el Planeta de 1983 por el libro “La guerra del general Escobar”.

El libro es una biografía de la vida de Juana I de Castilla, apodada “la Loca”. Tercera hija de los Reyes Católicos, no parecía que por ello fuera a llegar a ser reina, pero las muertes de sus dos hermanos mayores e incluso el hijo de la mayor, Isabel, puso el trono de Castilla en sus manos. Desde muy joven se distinguió por su belleza y lozanía, así como por su facilidad en los estudios, especialmente en lenguas y música. Beatriz Galindo, una de sus tutoras, dijo de ella que era la princesa más instruida del renacimiento. Por cuestiones políticas, sus padres concertaron el enlace con el archiduque Felipe el Hermoso, hijo de Maximiliano I. Partió a su encuentro desde Laredo en una flota espectacular y desde que le conoció quedó perdidamente enamorada de él, a pesar de sus numerosos desplantes e infidelidades. Joven, hermosa y con un carácter fuerte, nunca se dejó intimidar por la corte flamenca y dio a luz a seis hijos sin ningún problema en el corto espacio de diez años que transcurrieron entre su boda en 1496 y la muerte de su marido en 1506, estando embarazada de su última hija, Catalina, que compartió largos años su suerte: el encierro. En 1504, a la muerte de su madre Isabel La Católica y con motivo de su nombramiento como reina de Castilla y su traslado a España comenzaron sus primeros episodios de enajenamiento, derivados de las discusiones con su marido por los temas de la sucesión. Con estos episodios de trastorno, probablemente heredados de su abuela Juana de Portugal, pero con otros de gran lucidez, se vio inmersa en la lucha por el poder de unos y otros y acabó siendo recluida, en condiciones deplorables en muchos períodos, en el castillo de Tordesillas en 1509, permaneciendo allí hasta su muerte el 12 de abril de 1555, es decir, la friolera de 46 años. Su padre, Fernando el Católico, mientras vivió pocas veces la visitó y lo mismo hizo su hijo Carlos I que cuidó muy mucho de gobernar en su nombre pero mantenerla encerrada y vigilada bajo guardianes que las más de las veces se excedían en sus cometidos. Su hija Catalina, nacida tras la muerte de su marido, compartió muchos años de reclusión con ella hasta su casamiento con el rey de Portugal, marcha que produjo una gran tristeza, más de la que por si tenía, a Juana. Está enterrada en Granada junto con su marido y sus padres.

Una biografía muy ajustada puede leerse en este enlace. He de decir que me ha gustado este libro que aporta una gran labor de documentación y narra la atormentada vida de esta reina que se vio sometida a los desplantes de unos y otros y que tuvo la desgracia de enamorarse locamente de su marido en una época en que la infidelidad estaba bien vista. Con datos precisos y un lenguaje muy fluido, el autor construye un relato que se hace muy ameno y gusta al lector, a pesar del tema, ya que no abusa de ninguna manera de los diálogos que pudieran haber ocurrido pero nunca se sabe y aporta algunos episodios añadidos de personajes colaterales a la vida de la reina que son interesantes y curiosos. Se lee en un santiamén y deja un poso de conocimiento sobre la historia que puede hacer cambiar nuestras concepciones sobre un personaje clave de la historia de España de la que solo sabíamos que estaba, simplemente, loca. Ni mucho menos.

4 comentarios:

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  2. Hace cinco años compré este libro en la escueta tienda de una Hospital.
    El nombre no importa, pero si el motivo. Estaba esperando el nacimiento de mi primera hija, mi querida Valentina. Entre los pasillos del paritorio, entre oscuridades, llantos e incertidumbre, esperaba ver por fin la cara de mi niña, y me entretuve y dispersé de la tensión leyendo este libro.
    Como puedes imaginar, jamás podré olvidar esta biografía, quizás permonitaria, a la que guardo mi más emotivo cariño y recuerdo.
    Siempre procuro ligar la lectura a determinado momentos transcendente de mi vida, para rememorarles junto a estas obras, y así me propuse leerlo dos veces cada año, agradeciendole los momentos de compañía y amparo durante esas largas horas y por las conotaciones personales con el personaje histórico.
    Multiplica y sabrás las veces que lo he leido. El mundo y más el de los lectores es un pañuelo......a veces, para enjugar lágrimas y alguna de ellas amargas.
    Un libro, por cierto, entretenido, instructivo y escrito con una sencillez atractiva. Yo voy a seguir leyendolo y cumpliendo mi promesa.

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    1. Impresionante testimonio de Javier acerca de sus profundas vivencias y emociones ligadas a un libro de especial significación para él. Se lo tiene que saber casi de memoria.

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  3. Me encantó tanto el fluido lenguaje y la descripción del fuerte carácter de Juana, que me he identificado con ella. Para mi no estaba loca. Estaba loco el resto del mundo.

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