Empezaré confesando que un amante de la novela histórica como yo lo soy, no había leído ningún libro de este novelista español con tremendo prestigio en este campo, además de muy prolífico, como podéis comprobar en su página web.
La década que nos dejó sin aliento es la que transcurre entre el asesinato del almirante Carrero Blanco y el triunfo del PSOE en Octubre de 1982. Aunque ese período de transición es muy conocido por casi todo el mundo, hubo muchísimos detalles que no se llegaron a aclarar, y que seguramente no se aclararán nunca.
¿Qué cosas ocurrían en la ‘trastienda’ en sucesos como la muerte de Franco, la proclamación de Juan Carlos I, el nombramiento de Suarez, su dimisión, el golpe del 23-F….?
Pues el autor, además de informarnos de algunos detalles perfectamente documentados que para mi eran desconocidos y muy aclaratorios, nos dibuja a través de personajes ficticios opiniones muy ‘incisivas’, para dar ese toque jovial a las ideas sobre lo que estaba ocurriendo en España, se aprovecha de personajes como Pepe el barbero, de la barbería El Siglo , donde es común que salgan los chistes del momento, y casi siempre hay alguno para cada uno de los episodios que nos tocó vivir en aquella época, como este que surgió tras la muerte de Carrero:
—Le pregunta un niño a su madre: «Mamá, ¿Carrero Blanco ha ido al cielo?» Y la madre responde: «No, hijo, iba al cielo pero el coche se topó con una cornisa.»
Pero quizás lo que más me cautivó de este libro, fue el protagonismo que el autor les da a los leones del Congreso de los Diputados, Benavides y Malospelos, y no me resisto a poner una de sus charlas, sin duda no la mejor, pero pongo esta porque no es muy extensa, y está centrada en la Ley D’hont:
—Eso de la ley D'Hondt no lo acabo de entender —le dice Benavides, el león de bronce que guarda la puerta del Congreso, a su compañero Malospelos.
—Es un procedimiento electoral que tiene una virtud y dos defectos —responde Malospelos—. La virtud es que favorece la creación de mayorías (y ello redunda en la formación de Gobiernos estables).
—¿Y los defectos?
—El primero, que el reparto de escaños es poco proporcional y margina a los partidos minoritarios. Por decirlo de manera simple: favorece al primer partido, al más votado, respeta al segundo y perjudica al tercero.
Benavides asiente.
—Con lo cual, el tercer partido va perdiendo fuerza porque en sucesivas votaciones su clientela natural emigra al voto útil de uno de los dos mayoritarios. ¿Lo captas?
—¿Lo capto?
—El segundo defecto, quizá más grave, es que favorece desmedidamente a partidos minoritarios, pero que tengan el electorado muy concentrado en alguna provincia.
—O sea, a los separatistas —deduce Benavides.
—Eso es. Combinando los dos defectos puede resultar que el tercer partido más votado ocupe el sexto lugar y que partidos minoritarios (separatistas) puedan dictar la política nacional cuando los mayoritarios están muy igualados y necesitan de sus votos para inclinar el fiel de la balanza a un lado o al otro. La torpe Ley Electoral confiere una representatividad desproporcionada a los separatistas.
—O sea que los separatistas salen ganando y encima los ciudadanos comunes estamos a merced de los partidos políticos, de sus listas cerradas y de sus promociones internas —concluye Benavides.
—Tú eres león, Benavides, no ciudadano. No puedes quejarte.
—Hombre, a uno lo subleva ese secuestro político de la soberanía popular —se lamenta el león.
—Pues no lo digas muy alto que como se enteren los de ahí dentro nos vuelven a fundir y nos convierten en tapas de alcantarilla —lo reprende Malospelos.
—¿Tendrán valor?—Cosas más graves estamos viendo.
Diálogos como este hay muchos, y mucho más ingeniosos e incisivos, además de otros personajes ficticios que nos ilustran sobre la evolución que se produjo en esa época. Si tengo que buscarle un pero, es el tema de las notas al pie, muchas aclaratorias, y otras sobre referencias bibliográficas, que resultan algo incómodas cuando hay tanta abundancia.
Resumiendo, una lectura recomendable, donde se evocan hechos conocidos pero se nos descubren importantes acontecimientos que parece que en su momento no era bueno que se conocieran. Habrá que seguir leyendo alguna obra más de este autor.
Pero quiero terminar este post con otra cita, de George Bernard Show que, como dice el autor no pierde vigencia, y matizo yo, tan necesario practicarlo ahora mismo:
«A los políticos, como los pañales, conviene cambiarlos de vez en cuando... y por las mismas razones.»
Otro más para lectura... No haces mención a que este libro es el cuarto de una tetralogía, hasta el momento, titulada SIGLO XX, que consta de los libros "Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie", "Los años del miedo", "De la alpargata al seiscientos" y este que comentas. No parece necesario tener que leerlos todos y en orden, pero ya se sabe.
ResponderEliminarYo leí hace años el primero pero mucho me temo que tendrñe que releerle de nuevo para seguir con la saga. Tus comentarios me han abierto el apetito de volver sobre Juan Eslava.
SIGLO XX 04 La década que nos dejó sin aliento
Pues efectivamente se me pasó poner lo de la saga, y lo tuve en mente, pero alemán ese hace estragos.
EliminarEste escritor està curtido en màs de 70 libros, alguno de ellos de divulgación histôrica muy interesantes, como el enigma de Colón o la historia del sexo en España, a los que guardo grato recuerdo. Como novelista me gustaron señorita y el secreto del unicornio, pero después de tu interante entrada creo que voy a leerla.
ResponderEliminarComo siempre muchas gracias y un gran abrazo.
Hola Javier, sin ganas de enmendar la plana, solo aclarar que el título correcto es "En busca del unicornio", un excelente libro del que guardo un recuerdo curioso. Me lo recomendaron hace muchos años y lo anduve buscando por bibliotecas y demás, hasta que lo compré en una librería de viejo. Tras leerlo se lo comenté a mi suegra, para que lo leyera y me dijo que lo tenía... ¡y yo tanto tiempo buscándole!
EliminarPero eso no fue lo peor. Revisando la colección de Premios Planeta que tengo desde su inicio hasta mediados de los años 90, resulta que... ¡alli estaba! pues fue el premio de 1987.
Muchas veces no sabemos ni lo que tenemos, especialmente en temas de discos y libros. al menos yo, aunque ahora con los ordenadores lo voy apuntando.
Perdón por el error sobre el unicornio pero me he dejado llevar por los tebeos de Tintín, pues este es el título de uno de sus más importantes entregas. Si habéis visto la película de Tintín, todo el argumento gira en torno a este episodio pido de nuevo disculpas. Además creo recordar que la búsqueda del unicornio era para curar la impotencia de Enrique IV, que ya casi es parte de la familia de estar loca.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu corrección.