@FalconesOficial
Este es el tercer libro de este autor que conocí cuando se publicó La catedral del mar, bastante tiempo antes de que naciera este blog y que no ha sido reseñado, aunque ya apareció en mi primera lista de favoritos, porque ese fue un título que tengo marcado en mi lista de relecturas. El segundo fue La mano de Fátima, que desde mi punto de vista no llegaba al nivel del anterior, pero sin llegar al pesimismo que mostró viajerasindescanso en su reseña del blog.
La novela histórica, mi género favorito, se adentra en esta ocasión en un mundo que no conocía, el de la etnia gitana, con el aderezo de una esclava negra que alcanza su libertad por la muerte de su 'dueño' en el viaje de regreso a España desde Cuba.
Caridad, que es el nombre de la negra procedente de Cuba, desembarca en Cádiz en 1748, ya no como esclava sino como persona libre, pero todo lo que tiene es eso, la libertad, y la conciencia de ser libre es algo absolutamente nuevo para un esclavo, al que dictan todo lo que tiene que hacer durante su vida. Consigue llegar a Sevilla, en busca de ayuda 'social', pero empieza tropezando con quien la explota de una manera indigna aunque consigue huir de esa primera experiencia aciaga, y muy enferma, en un bosque, la encuentra Melchor, un gitano valiente apodado El Galeote, porque fue condenado a galeras, aunque consiguió salir vivo de su condena, cosa que muy pocos conseguían. Melchor era un Vega y había sido condenado a galeras por extrañas influencias que habían ejercido los García, otros gitanos rivales, dominantes en la zona y con una ética muy cuestionable (por decirlo finamente).
Melchor tiene una hija, Ana Vega, una gitana integral, que defiende su raza y sus costumbres con una bravura incondicional, y educa a su hija Milagros Carmona en esa integridad gitana.
Caridad se intenta integrar para sobrevivir, ayudada por Milagros especialmente, y entre ellas nace una amistad inquebrantable, y una transmisión entre ellas de costumbres y tradiciones que enriquecen sus vidas.
Pero todo cambia cuando en 1749, una ley de Fernando VI dictamina la encarcelación de todos los gitanos, con la mirada puesta en la exterminación de la raza.
Aquí comienza una historia de separaciones, de luchas, de rebeliones de cada uno de los personajes que he descrito someramente y de muchos otros, también importantes, como pudiera ser Fray Joaquín.
Cada uno de los personajes hace su vida en un largo período de años, con grandísimos sufrimientos, superación de todos los contratiempos, se ambientan estos hechos, además de en Sevilla, en Málaga, Zaragoza y especialmente en un Madrid noble y artístico, con el actual Teatro Español, entonces Coliseo del Príncipe y con exquisita descripción de los distintos barrios de la capital en la época.
Y tenemos que llegar a la hora de impartir justicia, la justicia de su raza, que en muchos aspectos debería ser considerada como la mejor de las justicias.
IMPRESIONANTE final de novela que nadie se puede perder.
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