Premio nacional de narrativa 2.013. Una novela dura,
contundente, reflexiva que nos abre los ojos a realidades incómodas
pero latentes en nuestra sociedad.
Silvio es un adolescente especial. Tiene una
discapacidad cognitiva genética. El mismo se autodenomina
“Chicodaun”. Junto con su padre Daniel, emprende un viaje por el
cauce de un río ubicado en Guadalajara de sinuoso trazado,
circundado por escarpados farallones. Ambos comparten el dolor de la
reciente perdida de Tere, madre y expareja, consecuencia de un
prolongado proceso de recuperación de un grave accidente de tráfico.
El motivo del viaje es depositar las cenizas de la fallecida en una
laguna al final del recorrido. Durante la narración comprobarás que
no existe un solo viaje, sino dos, simultáneos, paralelos e igual de
inquietantes.-
Uno de ellos se asienta y escribe en presente,
donde padre e hijo, comparten conversaciones, vivencias propias de la
excursión, condicionadas por la precaria comunicación entre un niño
discapacitado, inmerso en un confuso mundo de realidad y fantasía,
donde tienen cabida diálogos con la “urnamama”, la mochila que porta
las cenizas, sobre extraterrestes y repleto de fantasías extractadas de los cuentos,
leyendas, multimedia y de las narraciones compartidas con su madre. Un
mundo confuso, extraño, complejo pero accesible con limitaciones.
El otro recorrido, más árido, es hacia el pasado,
donde Daniel evoca los trazos de la relación con Tere, que
comenzó con un noviazgo consumado en un primer encuentro en este mismo paraje, donde disfrutaron de la agreste soledad, de una incipiente
intimidad, donde lo bautizaron como el “Rio del Edén”, que se
usa como título de la novela. En este retorno a la génesis de la
relación repasa los distintos períodos de la pareja. El álgido
noviazgo, la separación por causas académicas y profesionales, la
estabilidad socavada por el demoledor efecto del nacimiento de un
niño subnormal devastando la normalidad marital. Durante esta
retrospeccción, técnicamente un diálogo entre el narrador y el
personaje de Daniel, recapitula, indaga, y recapacita sobre los
acontecimientos, los errores en el fracaso de la pareja imputables a él. Confiesa el deleznable
desprecio hacia su hijo, incapaz de asumir su condición de
incapacitado, la cobardía de su abandono, las traiciones hacia Tere,
como esposa, madre y persona. Despliega reflexiones citando matices
sobre la dualidad de su carácter. Un Daniel, unas veces piadoso,
conciliador, emotivo, benévolo y otras, las más, intolerante,
suspicaz, taimado, traidor, desleal, pueril, intransigente,
rencoroso, precavido, maligno, rabioso. Una reata de defectos que
descubre sin pudor al lector.
La novela, pese a saberse desde un principio la
consumación de los hechos básicos del argumento, mantiene abierto
siempre el interés. Esto lo consigue el escritor
escondiendo parte de la información, nunca del todo proporcionada.
Faltan matices, datos, cuestiones ocultas de cada personaje y
mantiene la tensión narrativa desvelándolos con cicatera maestría,
a un ritmo creciente que sólo el final de la novela desvanece.
En la obra se abordan cuestiones como la
discapacidad, la enfermedad, el derecho a una muerte digna, la
traición, el egoísmo, la dificultad de las relaciones de pareja,
las segundas oportunidades ofrecidas en la vida, todo ello en el envoltorio de una
excursión que nos enfrenta a cuestiones transcendentales, en un
relato estructurado a la perfección, medido de extensión y
contenido que enciende el interés en el transcurso de la lectura.-
Una obra de fácil lectura y repleta de mensajes.
Me has despertado el interés por leer esta novela. La buscaré.
ResponderEliminarUn saludo