viernes, 16 de mayo de 2014

El Río del Edén, José María Merino


Premio nacional de narrativa 2.013. Una novela dura, contundente, reflexiva que nos abre los ojos a realidades incómodas pero latentes en nuestra sociedad.


José María Merino (A Coruña, 1941) comenzó en 1976 con Novela de Andrés Choz, a darse a conocer en medios literarios, y obtuvo en 1.985 el Premio de la Crítica por su novela la orilla oscura. Actual miembro de la Real Academia Española, tiene una fructífera producción con obras de diverso género como, Las crónicas mestizas,  Las visiones de Lucrecia, El heredero o El lugar sin culpa, lo que le avala para acreditar calidad y prestigio para escribir esta obra por la que ha obtenido con merecimiento el Premio nacional de narrativa 2.013.
Silvio es un adolescente especial. Tiene una discapacidad cognitiva genética. El mismo se autodenomina “Chicodaun”. Junto con su padre Daniel, emprende un viaje por el cauce de un río ubicado en Guadalajara de sinuoso trazado, circundado por escarpados farallones. Ambos comparten el dolor de la reciente perdida de Tere, madre y expareja, consecuencia de un prolongado proceso de recuperación de un grave accidente de tráfico. El motivo del viaje es depositar las cenizas de la fallecida en una laguna al final del recorrido. Durante la narración comprobarás que no existe un solo viaje, sino dos, simultáneos, paralelos e igual de inquietantes.-
Uno de ellos se asienta y escribe en presente, donde padre e hijo, comparten conversaciones, vivencias propias de la excursión, condicionadas por la precaria comunicación entre un niño discapacitado, inmerso en un confuso mundo de realidad y fantasía, donde tienen cabida diálogos con la “urnamama”, la mochila que porta las cenizas, sobre extraterrestes y repleto de fantasías extractadas de los cuentos, leyendas, multimedia y de las narraciones compartidas con su madre. Un mundo confuso, extraño, complejo pero accesible con limitaciones.
El otro recorrido, más árido, es hacia el pasado, donde Daniel evoca los trazos de la relación con Tere, que comenzó con un noviazgo consumado en un primer encuentro en este mismo paraje, donde disfrutaron de la agreste soledad, de una incipiente intimidad, donde lo bautizaron como el “Rio del Edén”, que se usa como título de la novela. En este retorno a la génesis de la relación repasa los distintos períodos de la pareja. El álgido noviazgo, la separación por causas académicas y profesionales, la estabilidad socavada por el demoledor efecto del nacimiento de un niño subnormal devastando la normalidad marital. Durante esta retrospeccción, técnicamente un diálogo entre el narrador y el personaje de Daniel, recapitula, indaga, y recapacita sobre los acontecimientos, los errores en el fracaso de la pareja imputables a él. Confiesa el deleznable desprecio hacia su hijo, incapaz de asumir su condición de incapacitado, la cobardía de su abandono, las traiciones hacia Tere, como esposa, madre y persona. Despliega reflexiones citando matices sobre la dualidad de su carácter. Un Daniel, unas veces piadoso, conciliador, emotivo, benévolo y otras, las más, intolerante, suspicaz, taimado, traidor, desleal, pueril, intransigente, rencoroso, precavido, maligno, rabioso. Una reata de defectos que descubre sin pudor al lector.
La novela, pese a saberse desde un principio la consumación de los hechos básicos del argumento, mantiene abierto siempre el interés. Esto lo consigue el escritor escondiendo parte de la información, nunca del todo proporcionada. Faltan matices, datos, cuestiones ocultas de cada personaje y mantiene la tensión narrativa desvelándolos con cicatera maestría, a un ritmo creciente que sólo el final de la novela desvanece.
En la obra se abordan cuestiones como la discapacidad, la enfermedad, el derecho a una muerte digna, la traición, el egoísmo, la dificultad de las relaciones de pareja, las segundas oportunidades ofrecidas en la vida, todo ello en el envoltorio de una excursión que nos enfrenta a cuestiones transcendentales, en un relato estructurado a la perfección, medido de extensión y contenido que enciende el interés en el transcurso de la lectura.-
Una obra de fácil lectura y repleta de mensajes.


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