jueves, 28 de mayo de 2015

Hombres buenos, de Arturo Pérez-Reverte


@perezreverte Si bien existen algunas reseñas en este blog sobre libros de Arturo Pérez-Reverte, no se ha encabezado ninguna de ellas —como suele ser costumbre— con algunos datos biográficos. Poco se puede decir de este autor a estas alturas que no sea sabido de largo a poco que seamos aficionados a la lectura. Notorio en su faceta de reportero de guerra para televisión durante 21 años, a su regreso enarboló la pluma y lleva años dándonos satisfacciones literarias, bien es verdad que con una amplia división de opiniones, tanto por sus escritos como por su personalidad, fuerte y controvertida donde las haya, lo que en mi opinión es un punto —muchos puntos—a su favor. Aunque había leído varios libros suyos anteriormente sin encontrarle sus irradiaciones, fue con la lectura hace unas semanas de «El asedio», reseñado por Miguel Ángel en este este enlace, cuando le entregué mi alma de lector sin condiciones pasando a declararme incondicional: sus resplandores ya me han atrapado. Ahora trataré de recuperar el tiempo perdido acometiendo su obra en la medida que mi escaso tiempo me lo permita. Es importante mencionar, especialmente en relación al libro que nos ocupa, su condición de Académico de la Lengua Española desde 2003 ocupando el sillón «T»; es en la página web de esta institución y en este enlace donde podemos informarnos con mayor profundidad de su trayectoria y su discurso de ingreso, en papel y en vídeo. Aparte de sus intervenciones semanales en «El semanal» con «Patente de corso», añadir que es un activo trinador en Twitter y sus intervenciones periódicas sobre temas de actualidad en «El bar de Lola» son seguidas con deleite o crispación, generando numerosos comentarios en diferentes sentidos. Igualmente, dispone de la correspondiente página web personal. Información sobre él no falta a poco que queramos alimentar nuestra curiosidad, atídoto sumamente eficaz contra la vejez o el alzhéimer, como también lo son los libros.

Publicado en marzo de 2015, «Hombres buenos» es la historia reconstruida de cómo llegó a la biblioteca de la Real Academia de la Lengua la relevante «Encyclopédie ou dictionnaire raisonné des sciences, des arts et des métiers de Diderot et D’Alembert» a finales del siglo XVIII, cuando era un libro prohibido en España. Consultando documentos de la propia Real Academia y apareciendo el autor en la propia novela relatando aspectos de su investigación, la historia nos conduce a esa época oscura de finales del XVIII, pocos años antes de la Revolución Francesa, que es cuando dos académicos, el almirante de la armada retirado don Pedro Zárate y el bibliotecario don Hermógenes Molina son comisionados por sus compañeros para desplazarse a París con el objeto de adquirir personalmente, en nombre de la academia y para esta, e incluso avalados por el propio rey, un ejemplar de la primera edición de la «Encyclopédie». No todos los académicos están plenamente de acuerdo con esta comisión y una pareja de ellos, antagonistas y enemigos declarados, en lugar de aceptarlo, manejan sus hilos en la sombra para intentar impedirlo, lo que hace emerger la figura siniestra de Pascual Raposo, sombra en todo momento de los dos comisionados, ignorantes casi hasta el final de este hecho, y que trata de impedir que la enciclopedia llegue a España. Utilizando métodos nada ortodoxos a la vez que violentos, jalona el devenir de estos dos hombres con sobresaltos continuos y en dos ocasiones está a punto de conseguir su objetivo. El relato nos lleva a vivir las vísperas de la Revolución, nueve años antes, a través de la recreación de los contactos de estos dos hombres buenos, ayudados y sableados por la figura del abate Bringas, que llegan a poner su vida y sus dineros en pos de conseguir llevar a término con éxito la operación que se les había encomendado. Como suele ocurrir, el final no dejará contentos a algunos lectores que quieren que las obras acaben como desean ellos e ignoran que es el autor el que decide la conclusión y sus términos.

Novela histórica o historia novelada, los hechos centrales de la misma son reales y en todo momento el autor nos tiene al tanto en las propias páginas del libro de sus indagaciones y pesquisas en pos de recrear lo más fielmente posible los hechos acaecidos. He disfrutado del libro en su versión electrónica que contiene algo más de ciento cincuenta y tres mil vocablos que me han asegurado varias horas de deleite, no solo por la historia que es de lo más atractiva, sino por la prosa y los diálogos puestos en escena por don Arturo, que en algunos momentos, como más tarde referiré, me han impelido materialmente a soltar el libro electrónico y buscar determinados giros gramaticales que se me antojaban extraños pero que no podía considerar erratas teniendo en cuenta el autor. Como digo, el lenguaje empleado es de lo más extenso y enriquecedor, quedando en este enlace ( https://dl.dropboxusercontent.com/u/3899187/VOCABLOSdeHombresBuenos.xlsx ) un estudio de ellos que estará disponible algún tiempo para quién esté interesado.

Hay que descubrirse ante el asombroso trabajo de documentación y la verosimilitud lograda en el desarrollo de aquellas escenas sobre las que no hay constancia fidedigna. Personajes reales y ficticios, convincentes siempre, se entremezclan con maestría para reflejar el ambiente de la época, especialmente para amantes de la Historia como es mi caso. Una aventura con tintes heroicos de la que haríamos bien en aprender en la actualidad teniendo más en cuenta la Historia para no repetir ideas viejas que están pasadas de fecha pero que vuelven con machacona intensidad a asomarse en numerosos aspectos de nuestra vida diaria. La personalidad y el talante liberal del almirante llama la atención en esa época y, lo que es peor, choca incluso hoy en día a tenor de lo que podemos constatar en numerosos personajes públicos que rigen nuestros des(a)tinos. La acción y los personajes se me antojan tan actuales que podríamos ponerles nombres y apellidos conocidos por sus maniobras y trabas constantes a la cultura y la educación.

Y como lo sugerido es deuda, y al menos a mí me ha resultado interesante para mi enriquecimiento gramatical, a continuación una de las muchas frases que me han hecho dudar de mis concepciones lingüísticas. Al final, tras consultar sin éxito en internet y algunos libros como el «Diccionario Panhispánico de dudas», «El buen uso del español» y otros, me decidí por elevar la consulta a la Fundeu, una institución que vela por el lenguaje. He aquí el planteamiento y su contestación. El título de mi pregunta era «Plurales o singulares en grupos» y decía así:

Leo el siguiente párrafo en el libro "Hombres Buenos" de Arturo Pérez-Reverte:

«Tanteando junto a la entrada, el almirante encuentra eslabón y pedernal para encender una vela, ante cuya luz corretea por el suelo, despavorida, media docena de cucarachas rojizas... … y una mesa con recado para escribir donde se apila medio centenar de libros y folletos.»

Teniendo en cuenta el autor —académico de la Lengua—y la reiteración, considero que no se trata de erratas, pero me entran mis dudas en el uso del singular para "media docena" o "medio centenar".

Yo hubiera usado los plurales en «corretean» y «despavoridas» para la media docena de cucarachas y «apilan» para el medio centenar de libros y folletos.

Y la contestación aclaratoria, sumamente escueta fue...

Las dos concordancias son válidas.

Aclarado me queda, pues.

sábado, 16 de mayo de 2015

De animales a dioses (Sapiens). Una breve historia de la humanidad, de Yuval Noah Harari

Es la primera vez en mi vida, que consta ya de varias décadas, que según acabo de leer un libro comienzo de nuevo su lectura. Esto me ha ocurrido con este libro y lo volveré a hacer dentro de unos meses impresionado como he quedado por su contenido, de forma que casi lo consideraré a partir de ahora como un catecismo para mí.

Yuval Noah Harari es profesor de historia hebrea en Jerusalén. Nacido en 1976 realizó estudios de historia medieval y militar en la universidad de Oxford pero tras obtener su doctorado amplió sus horizontes enfocándose en los procesos macro históricos. Ha publicado varios libros y numerosos artículos pero este libro ha sido traducido a numerosos idiomas y es la culminación de sus estudios de historia desde planteamientos biológicos.

Desde el punto de vista de la historia de la Tierra y más concretamente de la humanidad, los homo sapiens llevamos cuatro días de existencia. Pero los progresos y los cambios en los modos de vida que tantos años han necesitado para forjarse, han experimentado un cambio exponencial en los últimos quinientos años. Hace tan solo doce mil años, nuestros ancestros desplazaron a los neandertales y pasaron de ser cazadores-recolectores a agricultores, de tener una existencia libre y no atada a la tierra ni a una propiedad a asentarse en torno a las tierras cultivadas y cambiar sus hábitos y modos de vida de una manera drástica. De vivir en pequeños grupos de una decena de personas a residir en ciudades con varios millones de habitantes, de comer frutos silvestres recogidos en el campo o carne de animales cazados a alimentarse como lo hacemos hoy con productos manufacturados que tenemos al alcance de la mano con solo acercarnos a la nevera. Pero esto no garantiza que estemos actualmente bien alimentados sino más bien todo lo contrario pues somos presa de enfermedades precisamente por nuestra indebida forma de alimentarnos. Podemos formularnos algunas preguntas tales como ¿Cómo llegamos a creer en dioses, en naciones o en los derechos humanos; a confiar en el dinero, en los libros o en las leyes? ¿Cómo acabamos sometidos a la burocracia, a los horarios y al consumismo? ¿Y cómo será el mundo en los milenios venideros? Y será diferente contestar a estas preguntas con nuestro punto de vista actual o con la perspectiva de esos doce mil años recientes —cuatro días en comparación relativa— desde que nos hicimos agricultores. ¿Qué son conceptos como Peugeot, FMI, ONU, España, Cristianismo, Budismo, Islamismo, etc. etc. aparte de constructos enteléquicos creados recientemente, que realmente no existen pero a la que todos a nivel mundial damos contenido? El libro trata, y lo consigue a mi entender, de poner en contexto los avances tecnológicos y las nuevas disciplinas y formas de vida en términos evolutivos echando mano de ciencias como la biología, antropología y afines para asentar ideas claras de una forma que generalmente no habríamos pensado con anterioridad la mayoría de los humanos, esos que vamos por la vida con la etiqueta de sapiens pero…

 Son muy peligrosos unos dioses que no saben lo que quieren y siempre están insatisfechos.

Me ha parecido un libro fascinante que, como ya he mencionado, he leído dos veces seguidas, cosa que no había hecho antes nunca. Es como si nos pusiéramos las «gafas de ver» y se nos encendiera la bombilla mental al valorar con una óptica nueva y desacostumbrada las cuestiones básicas y diarias de la vida. Nos parece que hemos de visto de todo y entendemos de todo y al aplicar nuevos puntos de vista se nos desmoronan ciertas ideas y, como se dice en el argot popular, se nos caen los palos del sombrajo. No solo la situación actual sino ciertos pasajes de la reciente historia de la humanidad son valorados con otra óptica que nos dará que repensar nuestra ideas. Lectura recomendada para todos y especialmente para los que gusten de la historia como es mi caso. Cerca de ciento sesenta mil vocablos en la edición digital que ha sido la que he adquirido y que procuran un tiempo de lectura y de conocimiento de gran valor a través de sus numerosos ejemplos y análisis de episodios históricos enfocados con un nuevo prisma que no nos dejará de sorprender. Yo dejaría lo que estuviera leyendo y me pondría con él.

A continuación se reproducían en la entrada original algunos textos entresacados, con la única intención de fomentar en los lectores la lectura de este libro, pero hemos recibido un aviso de que eso infringe las leyes del copyright, por lo que hemos procedido a retirarlas con fecha 20-ene-2016.


martes, 12 de mayo de 2015

También esto pasará, Milena Busquets

@MilenaBusquets nació en Barcelona en 1972. Estudió en el Liceo Francés y se licenció en arqueología en el University College de Londres. Trabajó durante muchos años en el mundo editorial. Ésta es su segunda novela. Vive en Barcelona con sus dos hijos. El manuscrito de esta novela despertó una extraordinaria expectación en Frankfurt y se han firmado contratos de traducción en más de veinte países, en sellos literarios tan reputados como Gallimard (Francia), Suhrkamp (Alemania), Harvill Secker (Reino Unido), Rizzoli (Italia), Companhia das Letras (Brasil) y Hogarth Press (Estados Unidos). El texto precedente ha sido tomado de la contraportada del libro.

El libro refleja las vivencias personales de la autora acaecidas a la muerte de su madre ocurrida cuando la propia autora andaba en la cuarentena. Tomando conciencia de la ausencia sobrevenida sin avisar, nos hace llegar sus reflexiones personales, de amor y odio, y sus relaciones con amigos, conocidos e incluso dos ex maridos con los que guarda buena e íntima relación, tanto en Barcelona como en Cadaqués donde regresa a pasar una temporada. La autora recuerda un cuento chino que su propia madre le contó para ayudarla a pasar la muerte de su padre ocurrida con anterioridad, donde tras muchas metáforas le quedó la frase que sirve de título al libro: «También esto pasará». Al final nos queda el optimismo de la autora y su confianza en el futuro, en seguir adelante a pesar de la falta.

Las ciento setenta y dos páginas que contienen algo más de treinta y siete mil vocablos se leen de una sentada y me han resultado interesantes algunas de sus reflexiones y frases en el sentido de que me han hecho recapacitar sobre mis propias impresiones sobre la muerte en general y de un ser allegado en particular. La estructura del libro me ha parecido un poco deslavazada con mi impresión, estrictamente personal, de que la autora ha ido reflejando sus impresiones a borbotones según le han ido viniendo a la mente. Sin embargo, sus vivencias y algunas de sus frases son para anotar y volver sobre ellas de vez en cuando. Supongo que el hecho de ser editora, «de casta le viene al galgo» ha facilitado la publicación de este libro y que haya sido comentado con profusión en los medios e incluso recomendado en foros como «Babelia» donde se le ha dedicado un amplio reportaje que puede leerse en el siguiente enlace. Por añadidura evocará los recuerdos de ese bello pueblecito de la costa catalana para los que tenemos el placer de conocerlo.

Algunas frases entresacadas…
Y creo que nunca en mi vida he ido tan mal vestida. Al llegar a casa, quemaré toda la ropa que llevo hoy, está empapada de cansancio y de tristeza, es irrecuperable.

Que yo sepa, lo único que no da resaca y que disipa momentáneamente la muerte –también la vida– es el sexo. Su efecto fulminante lo reduce todo a escombros. Pero sólo durante unos instantes, o como mucho, si te duermes después, durante un rato … ¿Estás triste? Folla. ¿Te duele la cabeza? Folla. ¿Se te ha estropeado el ordenador? Folla. ¿Estás en la ruina? Folla. ¿Se ha muerto tu madre? Folla. A veces funciona.

…y no tengo tiempo, la muerte conlleva mil gestiones.

«¿Sabes una de las cosas más duras de hacerse viejo?», me dijo un día. «Darse cuenta de que lo que explicas ya no le interesa a nadie»

Pero ya era tarde. Tampoco estuve allí para su repentina muerte, ni los dos días anteriores, totalmente inconsciente de que la vida en un hospital va más deprisa que fuera, que las mechas se consumen más rápidamente, que vida y muerte, como el Correcaminos y el Coyote de los dibujos animados, celebran carreras enloquecidas por los asépticos pasillos, esquivando, frenéticas y excitadísimas, a las enfermeras y a los visitantes, derrapando y jodiéndonos la vida.

La primera corona que perdemos, y tal vez la única imposible de recuperar, es la de la juventud; la de la infancia no cuenta porque de niños no somos conscientes del increíble botín de energía, fuerza, belleza, libertad y candor que al cabo de unos años será nuestro, y que los más suertudos dilapidaremos sin medida.

Nunca me había fijado en lo parecidas que son las carnicerías a los hospitales,

–¡Qué viejos somos ya!, ¿no? Imagínate lo que será dentro de veinte años más. Ahora sólo estamos empezando a practicar la vejez, ...