miércoles, 15 de julio de 2015

A flor de piel - Javier Moro


@javiermoro123 es un gran escritor que ya nos ha dejado maravillosas novelas de las que hemos disfrutado en los últimos años, en este blog solo se ha reseñado una de ellas, El Imperio eres tú, en la que nos ilustró con una historia no muy conocida, la vida de la realeza brasileña.
En esta ocasión nos vuelve a relatar otro aspecto histórico desgraciadamente desconocido y que constituyó un hito de heroicidad y de espíritu solidario que hoy apreciamos en todo su esplendor y que la historia se encargó de nublar y no darle la grandísima importancia que tuvo.
A principios del siglo XIX en el Imperio español no se pone el sol, pero existe una enfermedad, la viruela, que asola a muchos territorios y los Virreyes que los gobiernan se quejan de que esta enfermedad está causando muchas bajas entre la ‘mano de obra’ que necesitan para enriquecerse y mantener el gran Imperio español. Un inglés ha descubierto la vacuna contra la viruela y un alicantino de buena familia, Francisco Xavier Balmis, que decidió en su día emprender una aventura en el nuevo mundo precisamente para convertirse en médico, encuentra en la posibilidad de realizar una campaña de vacunación en el nuevo mundo, una forma de alcanzar la gloria. Balmis, con una personalidad un tanto extravagante, también tiene bondad y piensa en la gran acción solidaria que emprende, pero su egocentrismo le guiaba especialmente con el objetivo de que se le reconociera como un héroe.

Balmis se pone en contacto con el rey Carlos IV y le expone su plan, el rey no ve solo en el viaje la cuestión económica que supondría ayudar a sus virreyes para no perder mano de obra, sino, como buen rey, ayudar a sus súbditos y tratar de que la terrible enfermedad pueda salvar muchas vidas. Se organiza el viaje con todos los parabienes y órdenes de su majestad para que el proyecto sea factible. La vacunación requiere que en la corbeta en la que partirán del puerto de La Coruña, vayan niños a los que se vaya vacunando y al cabo de unos días extraer de ellos el material para vacunar a otros sin poder perder el ciclo, ya que la materia original de la vacunación solo proviene de vacas del norte de Europa y las vacas no pueden viajar en el barco. Parten de Madrid con niños de exclusas y en La Coruña, en otra exclusa, consiguen nuevos niños para asegurarse poder llegar al nuevo mundo con la vacuna ‘disponible’. Y en La Coruña aparece el personaje central de la novela, Isabel Chendal, de la que ya el autor antes nos ha contado su vida, y que será la encargada de que los niños rebeldes puedan llegar y cumplir su misión.

No quiero profundizar más en la historia, si acaso hablar de algunos otros personajes importantes como el ayudante de Balmis, el catalán de Cervera Josep Salvany, enfermo pero absolutamente dedicado a la causa solidaria que le llevó a emprender la aventura, el Virrey de la Nueva España (México), Iturrigaray, que tanto nos recuerda a los episodios de corruptelas que aún ahora vemos por doquier, y como representante de la iglesia, al obispo de Puebla, Ricardo María Rodríguez del Fresnillo, que fue también un personaje importantísimo en la vida de Isabel, protagonista principal de la historia, una luchadora que asombra a cuantos con ella se relacionan, que la ayudan a resolver los muchos problemas con los que tiene que enfrentarse y que emociona a cuantos conocemos ahora la historia de esta gran mujer, que fue un personaje real.


En resumen, una novela fantástica, que se lee muy bien y que me reafirma en seguir leyendo todo lo que escriba este autor, que profundiza en la historia para que los comunes conozcamos las verdades que otros no supieron explicar.

martes, 14 de julio de 2015

El legado del tiempo, de Michael Cox

Michael Cox es un autor británico fallecido en 2009 que nos legó apenas dos obras literarias tardías, que vieron la luz en 2006 y 2008 con motivo de un cáncer que le descubrieron en 2004 y que le impulsó a escribir una historia a la que llevaba cerca de treinta años dándole vueltas. «El legado del tiempo» es la continuación de su otro libro titulado «El significado de la noche» reseñado en este blog. Alguna biografía y recopilaciones de cuentos menos conocidas conforman su bibliografía. Falleció en Londres en 2009, con 60 años, víctima de un raro cáncer vascular.

Los hechos narrados en esta novela tienen lugar en 1876. La señorita Esperanza Gorst, Alice, nacida en París, queda huérfana de ambos padres ingleses desde niña y al cargo de una amiga de su madre, madame de l’Orme, que junto con un caballero, mr. Thornahaugh, la crían con enorme cariño y dedicación. A sus dieciocho años y en medio de un gran secretismo, es enviada a Inglaterra, a la mansión de Evenwood, residencia de lady Tansor, con unos antecedentes falsos muy bien construidos y con el encargo de convertirse en su criada personal y ganarse su amistad incondicional. Este empleo choca con la formación de Esperanza que asiste sorprendida a esta nueva faceta de su vida creyendo a pies juntillas los designios de su cuidadora, que la advierte que es el eje central de una «Gran Misión» de la que irá recibiendo consignas más adelante. Aunque sus objetivos siguen desconocidos por un tiempo, Esperanza se gana día a día la confianza de lady Tansor hasta convertirse en su dama de compañía, si bien despierta los recelos de todos por sus maneras refinadas, impropias de una sirvienta y que no consigue ocultar del todo. A pesar de haberse casado y tener dos hijos, la viuda Lady Tansor, de soltera Emily Carteret, sigue enamorada de su primer prometido, Phoebus Daunt, que fue asesinado hace años en extrañas circunstancias en el transcurso de una fiesta en Londres en la que precisamente se anunciaba su compromiso. La vida de lady Tansor, una mujer caprichosa, voluble y muy exigente, tiene muchas cuestiones poco claras y ella y sus amistades ocultan sucesos importantes de su pasado, cuestiones que levantan las sospechas de Esperanza. Poco a poco, Esperanza va conociendo los entresijos de la mansión y de todos sus moradores, mientras va atando cabos al descubrir hechos y documentos al tiempo que va siendo informada con cuentagotas de su misión, que la relaciona directamente con una complicada trama de traición, asesinatos y misterios que tienen que ver con ella mucho más de lo que parecía en un principio. El retrato de todos los personajes, especialmente de Emily y Esperanza va cogiendo forma a medida que avanza la novela, así como del resto de personajes, muchos de ellos del pasado, hasta un desenlace más o menos esperado pero que atraviesa muchos vericuetos y enredos con los que al autor mantiene la atención del lector y estimula su capacidad de asombro con giros insospechados, algunos a última hora y totalmente imprevisibles.

En mi opinión y aunque no sea estrictamente necesario, es muy conveniente leer con anterioridad la otra novela de este autor, «El significado de la noche», de la que como hemos dicho esta es una continuación. Gran parte de los hechos narrados se comprenden mejor con la lectura anterior, tanto que bien pudieran haber constituido una sola novela y de hecho mi recomendación es leer las dos de un tirón para poder disfrutar del relato en toda su grandiosidad; había leído la primera parte hace años y cuando comencé a leer la segunda me di cuenta de que determinados aspectos se me escapaban, lo que me llevó a leer de nuevo la primera con gran satisfacción.

Las escenas principales tienen lugar en el campo, en Everwood y sus alrededores, pero se alternan con sucesos en Londres principalmente y algunos otros en Francia, Islas Canarias, Islas Azores o Florencia. 712 páginas en su edición impresa conteniendo algo más de ciento noventa mil vocablos. El autor vuelve a utilizar diversos formatos tales como cartas, diarios, confidencias, libros y otros para ambientar de modo magistral el relato y jalonar los saltos en el tiempo que son continuos en la novela, a la par que muy atractivos para el lector, que se imbuye en la trama y es invitado a aventurar el desarrollo del relato. Pudiera estar cargada de vocablos y adolecer de un ritmo algo lento, pero eso dependerá de cada lector y de sus gustos: en mi caso nada de esto ha ocurrido. El recorrido de los personajes, no solo de las dos mujeres protagonistas, sino de gran parte de los demás, algunos de ellos ya fallecidos, está muy logrado y resulta interesante, entretejiendo pensamientos y realidades, presente y pasado, de forma que la definición de las personalidades queda perfectamente establecida. Muertes, caballeros de la nobleza y los negocios y gente barriobajera, amores, traiciones, intrigas, trampas, herencias, relaciones… muchos componentes en dosis justas que se entremezcla para construir una historia, quizá algo barroca, que va creciendo en intensidad y emoción y sin duda se hará un hueco entre las preferencias de los lectores.

El ambiente de la Inglaterra victoriana de finales del siglo XIX ante nuestros ojos plasmado de forma tan vívida que nos parece estará estar deambulando por la mansión de Evenwood y sus alrededores. Lenguaje cuidado perfectamente entendible, la traducción al menos. Altamente recomendable.

miércoles, 1 de julio de 2015

El significado de la noche, de Michael Cox

Michael Cox, nacido en 1948 en Northamptonshire fue un biógrafo, novelista y músico británico que se licenció en literatura inglesa en Cambridge. Llegó a editar discos de música rock para pasar después al mundo editorial y a su faceta de escritor. Debido a un cáncer que le sobrevino en 2004, comenzó a perder la vista y fue un detonante para ponerse por fin a escribir esta novela, en la que llevaba pensando una treintena de años. En 2006 se hizo realidad «El significado de la noche». Dos años más tarde, en 2008, publicó «El legado del tiempo», una especie de secuela que heredó la ambientación y escenarios de su primera obra. Alguna biografía y recopilaciones de cuentos conforman su bibliografía. A los 60 años, en 2009, falleció en Londres víctima de un raro cáncer vascular.

Dos personajes principales son la base de la novela: Phoebus Daunt de una parte y Edward Glyver o Glaphtorn o Duport de otra. Predestinados a encontrarse en sus aspiraciones en la vida, coinciden en tiempos de su formación universitaria cuando Phoebus humilla a Edward, jurando este llevar a cabo su venganza de una forma lenta y obsesiva, sin importarle la espera. A modo de entrenamiento, Edward comete un asesinato en una persona anónima, comenzando así sus peripecias como empleado y ayudante de una conocida firma de abogados en la que se especializa en trabajos no muy limpios o legales. En sus tres facetas que se corresponden con los tres apellidos que utiliza, se relaciona con todos los mundos posibles, desde la nobleza a lo más bajo. Aunque nacido sin padre, poco a poco va descubriendo aspectos que le ligan a Lord Tansor con un cierto parentesco no demostrado que encona el enfrentamiento con el propio Phoebus por la sucesión y la herencia. Personajes y escenarios de la alta alcurnia británica y de los bajos fondos de Londres se entremezclan en una sinfonía de hechos, situaciones y ambientes que van entretejiendo una historia y un final apasionante.

Leí este libro por primera vez hace ocho años, en 2007, por la recomendación de un familiar que me lo puso en las manos y me conminó a su lectura casi por obligación. De considerable tamaño, con más de 650 páginas albergando más de 203.000 vocablos, es uno de esos libros a los que se le encuentran nuevos resplandores con su relectura, que ha venido motivada esta vez al ser elegido como libro del segundo trimestre del Club de Lectura de este blog de A leer que son 2 días.

Primorosamente ambientado, lugares y personas, en la época victoriana de la primera mitad del siglo XIX en Londres y campiña, desarrolla una trama muy bien entretejida, plausible, con un relato vívido y ajustado, que mantiene muy alto el interés, salvo en los primeros momentos. Los saltos adelante y atrás, la mezcla de relatos en primera persona con cartas, manuscritos y libros, y así como una excelente documentación de la época, especialmente en libros y encuadernaciones de calidad, hacen de él una lectura muy recomendable. Quizá algunos lectores encuentren un inconveniente en su extensión, al recrearse el autor en amplias descripciones sobre personajes y escenas, pero para gustos hay colores y habrá sin duda lectores, es mi caso, que disfruten de esta extensión e incluso reclamen más detalles.

«…es una fabulosa historia de crímenes, engaños, amor y venganza en la Inglaterra victoriana»

Un libro de esos cinco que me llevaría a una isla desierta, una narración atrayente y seductora, brillante e inteligente, a la altura de otros autores de renombre en obras de este tipo. Un novela para saborearla y leerla sin prisa, para recrearse en la complejidad de su historia, para dejar volar la imaginación en los sórdidos ambientes de Londres o en la glamorosa finca de Evenwood, para descubrir la psicología de sus personajes y que a buen seguro no nos dejará indiferentes, en uno u otro sentido. Un autor bastante desconocido que yo he puesto entre mis preferidos.

Ahora me queda una duda para investigar. Al leer «Desde hacía un par de días soplaba un viento muy fuerte, y la lluvia había convertido las carreteras y los senderos de los alrededores en auténticos lodazales» me rechina el término «carreteras» al tener en cuenta que estamos situados en 1821. ¿Había carreteras en esa época o eran solo caminos?