miércoles, 12 de abril de 2023

Los lobos de Praga, de Benjamin Black

«Benjamin Black» es el seudónimo de John Banville, irlandés, nacido en Wexford en 1945. Desde muy joven sintió la necesidad de dedicarse a la escritura. Tuvo varios trabajos y vivió en diferentes lugares del mundo. Ha trabajado como editor y colabora en numerosos medios. A lo largo de su dilatada carrera y por su numerosa obra escrita ha obtenido numerosos premios literarios, entre los que podemos destacar el Príncipe de Asturias de 2014 y el prestigioso Franz Kafka en 2011, considerado por muchos como la antesala del premio Nobel. Algunas de sus obras han sido adaptadas a la televisión por la BBC inglesa. Los herederos de Raymond Chandler le invitaron a escribir «La rubia de ojos negros» en homenaje póstumo al detective Philip Marlowe. «Los Lobos de Praga», novela que comentamos hoy, fue publicada en 2017.

Una novela histórica que toma como protagonista al joven ambicioso Christian Stern, que llega a Praga en el invierno de 1599 queriendo labrarse un destino en la corte del emperador Rodolfo II, sobrino de Felipe II. Justo la noche de su llegada, borracho y perdido en las oscuras calles de los alrededores del castillo de Praga, se topa con el cadáver de una joven. Por sus vestidos y sus joyas no parecía tratarse de una cualquiera. Aunque al principio es detenido y llevado a prisión, poco a poco se forja una posición en la corte obteniendo el favor del emperador, que le encarga averiguar los detalles del ese crimen y otros que se irán produciendo. Pero en la corte y entre sus personajes hay muchas insidias y envidias, con lo que Christian llegará a conocer que su vida está en serio peligro.

El autor aclara al final de la obra lo que hay de histórico en el relato y lo que es inventado, lo que es de agradecer. La ciudad de Praga aparece en todo su esplendor y —en ese aspecto—la lectura hará las delicias de los lectores que conozcan personalmente la ciudad. Uno de los sitios emblemáticos de la parte alta, en las cercanías del castillo, el llamado Callejón del Oro, aparece con profusión en el relato. Pero aparte de descripciones muy conseguidas sobre la ciudad y su (posible) atmósfera en aquella época, me ha parecido excesivamente gótica, rocambolesca por momentos, reiterativa en el planteamiento, muy repetitiva en el uso de algunas escenas, expresiones y giros y al final, aunque se deja leer, la historia se queda un poco lineal, falta de chispa diría yo. Los personajes, incluso el protagonista, no alcanzar a salirse de planos y en general la historia me ha defraudado. No recomendaría esta novela cuando hay otras muchas de la época bastante más enjundiosas. Sin embargo, el autor es una garantía, no cabe duda, y por ello a buen seguro tendrá sus resplandores que, lamentablemente, yo no he sabido encontrar.


 

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