miércoles, 27 de febrero de 2013

Barrio Perdido, Patrick Modiano

Una novela llena de misterio y vacío interior de los personajes
Puntuación 3,5/5
 
Este escritor francés ha sido galardonado con reiteración en ámbitos literarios franceses conocido por numerosas obras de ficción con un gran calado existencialista, sobre todo por la "trilogía de la liberación".
Este libro comparte alguno de los elementos de la novela negra sin afirmar que se encuadre en este género.
El argumento principal se centra en un retorno a París, a los recuerdos de juventud del narrador, al acercamiento a un incidente luctuoso camuflado entre las páginas hasta el final del relato. La historia es desplegada por el personaje principal, un escritor británico Ambroise Guise, cuyo nombre natal era Jean Dekker con anterior nacionalidad francesa. Este decide firmar la cesión de los derechos de su obra literaria con un ejecutivo japonés en un hotel de París.
 La elección del lugar premeditada y explicada en la novela: "después de tantos años quería regresar a esta ciudad que fue tan importe para mi, y verla por última vez".
Deambulando por la ciudad despiertan las vivencias juveniles y al encararse con algunos edificios afloran sus recuerdos. El nombre de Hayward en una tarjeta publicitaria enciende su interés en profundizar más en su pasado. Contacta con Daniel De Rocroy, un abogado, seguidor de su literatura, para comprobar que ha fallecido. Este letrado escribió un dossier sobre el círculo de amistades de la juventud de Ambroise Gise que es entregado por Ghita Wattier. Esta documento y ésta mujer puentean el tránsito del pasado al presente. Leyendo los esquemáticos datos del informe aparecen George Maillot, Albert Valentín, Tintín Carpentier, Bernand Farmen, Fouquet, las personas y escenarios de su juventud, algunos vivos otros fallecidos, todos ellos transformados por el tiempo. Todos comparten un nexo común gregario y aglutinante, la amistad con Carmen Blin, una extraña mujer, viuda de un excéntrico millonario, antiguo dueño de un imperio inmobiliario y de una ostentosa cuadra de caballos de carrera. Este personaje deambula ociosa, solitaria, suicida, apuntalada en la bebida y en las descabalas compañías nocturnas con las que se rodea. Una corte mercenaria dispuesta a compartir su anodina caída al vacío. En esta retrospección se irán descubriendo el complejo grupo de individuos con los que, por rigor del azar o de la temeridad, compartirá sus primeros años como adulto.
Un vertiginoso viaje a la nocturnidad parisina, la bohemia, el alcohol, en una atmósfera disoluta y tensa. Una existencia banal, acomodaticia y peligrosa.
El estilo del escritor es particular, parco, contundente, utilizando lacónicas frases, afiladas, llenas de mensaje y sugerencia. La ciudad de París es un personaje más, interpelada en una constante mención de sus calles, barrios, plazas, hoteles, monumentos. Una ciudad con entidad en la novela, con sus propias esencias, construida por los visitantes, las manadas de turistas compartiendo escenario con los parisinos.
 La novela narra la cómplice y temeraria actitud de un joven, guarecido por la manutención de una mujer, atrapado en una vida cómoda, insulsa y peligrosa, un estímulo irresistible, una atracción y tutela de imprevisibles consecuencias.
Patrick Modiano nos va desvelando a los personajes con habilidad, con datos intermitentes, concisos, hechos y perfiles sumarios, en una incesante apertura de caminos, hasta conseguir entrelazarte en el argumento y trama de la novela. Unos personajes llevan a otros, en un caleidoscopio de recuerdos, ameno, intrigante de ágil y escueta construcción.
Buena novela y original apuesta estilística.


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