Balas de fogueo. Memorias de un policía con memoria, de Félix Alonso y Juan Torres

Biografías recogidas de la página web del libro www.balasdefogueo.es

Félix Alonso (San Lorenzo de El Escorial, 1949), ingresó en el Cuerpo General de la Policía en 1970. Aunque empezó su carrera en Barcelona, enredado en asuntos tan sonados como el caso Vilá Reyes o la muerte de Puig Antich, Alonso, casi coincidiendo con el fin del franquismo, se instaló en Madrid, donde desarrolló una actividad poliédrica y frenética: participante de los primeros balbuceos de la policía científica española, ávido consumidor de cultura bajo cualquier formato —fotografía, cine, teatro, libros—, fue al mismo tiempo impulsor y cofundador del primer sindicato democrático de la policía (la USP), en compañía de otros míticos nombres del momento como Modesto García, Mariano Baniandrés o Miguel Ángel Fernández-Chico. Compañero de promoción de Antonio González Pacheco —más conocido como Billy El Niño— y confrontado a José Manuel Villarejo en la actividad sindical y policial ligada al 23F, —donde ambos jugaron un papel tan polarizado como oculto—, Félix Alonso fue un estrecho colaborador de José María Rodríguez Colorado, el hombre que, desde la Dirección General de la Policía en los últimos años de la presidencia de Felipe González, impulsó la llegada de una nueva generación de comisarios comprometidos con la democracia. Estuvo al frente de las comisarías de Moncloa-Universidad, Usera-Villaverde y Pozuelo, antes de recalar en la Comisaría Especial del Tribunal de Cuentas y ocupar sus últimos años de actividad como Comisario-Jefe de la Zona 1 de la Jefatura Superior de Madrid. Fue el fundador de la Unión Sindical de Policía (USP) y protagonista del expediente 65/97, siendo el único comisario de policía expedientado —sin razón, como determinaron los jueces— en democracia. Jubilado en abril de 2013 con el rango de Comisario Principal del Cuerpo Nacional de Policía, sus superiores le regalaron una corbata con los colores de la bandera de España y le negaron el nombramiento de Comisario Honorario, que, en sus propias palabras, «se le concede a todo el mundo porque es gratis». Es fundador y alma viva del «ColectivoRousseau», un movimiento cultural local que desde hace más de veinte años organiza numerosos e interesantes actos culturales y divulgativos.

Juan Torres (Madrid, 1954) es poeta, dramaturgo, escritor y periodista. Su última obra es la novela «Todo en orden» (leída, muy recomendable y pendiente de reseñar en este blog). A lo largo de los años ha ejercido en muchas ocasiones como gosthtwriter o negro en la decimoséptima acepción del diccionario de la RAE. Para la escritura de este libro, Torres ha tenido en la cabeza dos modelos narrativos: «Juan Belmonte, matador de toros», libro de memorias del torero, firmado por Manuel Chaves Nogales y reseñado en este blog accesible desde este enlace, y «Open. Mi historia. Memorias de un tenista», firmado por André Agassi y reseñado aquí, pero escrito por el Premio Pulitzer y amigo del biografiado J. R. Moehringer, que acaba también de escribir las memorias del príncipe Harry.

Solo que les demostré que, haciendo las cosas con estilo y buen tono, no solo nadie se comía a nadie, sino que las posturas se acercaban. Aquella historia me reconcilió con el hecho de no haber ido a RTVE. Y a ellos les dio razones para seguir convencidos de mis extravagancias.

El primer autor —biografiado—ha escarbado en su memoria para contar de viva voz al segundo —escribidor— detalles de su vida profesional y personal que este ha ido interiorizando acompañados de algunas notas. Con ello, ha dado forma a los diez capítulos —diez balazos— que conforman esta biografía. Diez balazos que representan puntos de inflexión en los algo más de 60 años transcurridos desde el nacimiento hasta la jubilación que han jalonado la vida de Félix Alonso y donde aparecen ciudadanos de toda clase y condición: un buen número de políticos, funcionarios, periodistas, sindicalistas, activistas ciudadanos… que los que ya cuenten con algunos años recordarán sin duda. «Amigos muertos y enemigos vivos». A tenor de lo leído, no ha debido ser una vida fácil el discurrir casi siempre a contracorriente de jefes y coincidentes laborales de este «verso suelto» en un ambiente con muchas reminiscencias del pasado y en el que siempre era mejor pasar desapercibido mirando para otro lado que intentar hacer algo positivo.

Es una foto que me ha obsesionado, a la que he dado muchas vueltas. Es curioso, mirando uno a uno a aquellos personajes, como da pie a reflexionar sobre los curiosos mecanismos a través de los cuales se llega al poder: casualidad, incompetencia de los que nombran, favores cruzados, o quizá todo a la vez. Porque falta una pieza a añadir a esa foto, pero por omisión: un servidor.

Diez capítulos escuetos, yendo al grano, con mucha información, pero sin caer en la tentación de rellenar páginas y páginas con los muchos detalles que seguramente han existido. Los que conocen a Félix Alonso destacan la maestría de Juan Torres para hacer que el lector sienta que está escuchando durante la lectura la viva voz de Félix. Una lectura dinámica, clara, muy bien construida, con un ritmo frenético que invita a seguir y seguir… hasta terminar el libro aunque sea a las tantas de la noche. Aun hablando de cosas muy serias, no falta una fina ironía en muchas ocasiones que provocarán la sonrisa del lector. Cosas imaginadas en el pasado a raíz de las noticias en los medios, cobran realidad de una forma diametralmente distinta al leer episodios de estas páginas. Un pedacito de la historia de España que permanece y permanecerá para siempre en las sombras y no se cuenta nunca, pero que con una enorme valentía tendremos ante nuestros ojos. 224 páginas en la edición en papel, no existiendo por el momento que sepamos edición digital.

Como se mencionaba al principio —en sus páginas hay un código «QR» que nos dirige a ella— es casi obligado visitar una muy cuidada página web dedicada exclusivamente a este libro donde podremos encontrar material complementario muy interesante de los autores, los personajes, las películas, los poemas, las músicas, las imágenes y la prensa, así como un formulario de contacto para hacer llegar a los autores impresiones o preguntas relacionadas con el libro.