miércoles, 28 de agosto de 2019

Pretérito imperfecto, de Carlos Castilla del Pino

Carlos Castilla del Pino fue un eminente médico psiquiatra español de la segunda mitad del siglo pasado junto con otros de más renombre de la llamada «psiquiatría oficial» que evito expresamente nombrar porque entiendo que a él no le habría gustado que sus nombres aparecieran al lado del suyo, siquiera en una reseña bibliográfica. Nació en San Roque, Cádiz, en 1922 donde pasó su infancia y adolescencia, aunque cursó cursos de bachillerato interno en Ronda o Málaga. Se trasladó a Madrid para realizar sus estudios de medicina, recalando finalmente en Córdoba donde desarrolló su actividad profesional como psiquiatra. Este libro obtuvo el IX Premio Comillas en 1996 y es la autobiografía de la primera parte de su vida, hasta su llegada a Córdoba en 1949. En 2004, cinco años antes de su fallecimiento, publicó la segunda parte, «Casa del Olivo» del que podemos ver una reseña en este enlace.

El libro está basado en su memoria, en las anotaciones en su diario personal y en algunos documentos que fue atesorando. Su infancia en San Roque, sus estudios de bachillerato interno en Ronda, la Guerra Civil en su localidad y en La Línea, sus estudios en Madrid con toda la vida alrededor en pensiones y casas de comidas, su servicio militar como oficial de complemento en La Granja y Galicia, sus investigaciones en la universidad o sus años en el «Esquerdo» como médico sin sueldo son momentos de su vida que nos sirven también para conocer cómo era la España de aquellos años tan convulsos antes y después de la Guerra Civil. Numerosos personajes ilustres de la época aparecen retratados bien por su contacto con ellos o por comentarios sobre sus acciones en términos universitarios o de política general. Su marcado carácter republicano, antifranquista, anticlerical y antimilitarista queda patente en estos primeros años de su vida donde se las arregló con no poco ingenio y valentía para salir airoso de complicadas situaciones. El relato finaliza cuando obtiene su plaza oficial en Córdoba ─ «Una Córdoba para mí, en la que trabajar, leer, escribir… vivir» ─ y se traslada a esta ciudad para desarrollar su labor como psiquiatra tal y como queda descrito en su otro libro «Casa del Olivo».

Desde que leí hace ahora seis años «Casa del Olivo» tenía pendiente la lectura de esta primera parte. El magnífico funcionamiento interconectado de las bibliotecas en la Comunidad de Madrid me ha procurado el ejemplar que he devorado con satisfacción, a pesar de mi cada vez menos gusto por la lectura en papel, 542 páginas, entre otras cosas porque me obliga a tomar notas y copiar párrafos de forma manual. Antes las cosas no cambiaban tan rápido como ahora por lo que muchos de los hechos relatados relativos a los años 20 o 30 de su adolescencia y juventud, sus estudios o su servicio militar, los hemos podido vivir muy parecidos en los años 60 0 70 los que ya contamos con algunos lustros, por lo que la lectura de este libro rescata recuerdos olvidados. Su inteligencia y su inquietud permanente llevó al autor por vericuetos que describe con profusión de datos y que nos permiten conocer la España de aquellos años como si de un relato histórico se tratase. Todos y cada uno de sus apartados es una pieza memorable; por citar algunos… su internado en Ronda con los salesianos, su participación activa siendo un muchacho en la Guerra Civil, su servicio militar, sus estudios con profesores que (algunos) sabían menos que él, su «buscarse la vida» en pensiones y restaurantes para sobrevivir, sus compras de libros en «La Felipa» y otras, sus viajes en tren o su estancia de varios años sin cobrar como médico en el «Esquerdo» madrileño de Carabanchel.

Testimonio directo, veraz sin ningún género de duda, estremecedor y esclarecedor de muchas cosas de antaño que explican cuestiones de hogaño. Un libro muy denso, con multitud de datos, nombres y notas al pie complementarias que recomiendo leer relatado en primera persona por un testigo directo de los hechos; no me queda ninguna duda de que el relato es sincero y objetivo sin omitir muchos hechos que si bien oficialmente estaban bien vistos no eran ni mucho menos tolerables. Un complemento perfecto a «Casa del Olivo» y que convendría leer en orden, no como lo he hecho yo, que me veo en la necesidad de releer de nuevo la segunda parte. Como comenté en la reseña de “Casa del Olivo”, Carlos Castilla del Pino esgrimió la mejor arma contra la mediocridad y la hostilidad que impregnaban todos los rincones de aquella España: trabajo incansable, vocación, tenacidad y perseverancia en la lucha. Y estos ingredientes ya estaban presentes en sus inicios en la vida. Un ejemplo de tenacidad a tener en cuenta por aquellos que se proponen un fin en la vida y luchan por conseguirlo contra viento y marea.
La misma Mercedes vestía con gusto, aunque en algún detalle percibiera la clase a la que pretendía renunciar y en otro, la que aspiraba a alcanzar.

…con una pluma estilográfica de un grueso descomunal…

(en el tren) … mujeres con gallinas vivas y canastos con alimentos que tenían siempre encima y no dejaban en el suelo…

He ido al ejército por la fuerza y me siento avergonzado de tener que vestir el uniforme… El ambiente del ejército, además, me parece estúpido, chabacano y degradante y salvo algún jefe que personalmente se comporta como persona educada, la gran mayoría demuestran ser unos animales a los que solo por la fuerza he tenido que obedece en órdenes completamente idiotas.

… lo de menos era la trayectoria académica, lo de más, la adhesión incondicional al régimen y a un catolicismo rudimentario…

Uno no debe hacerse demasiado visible y dejarse ver solo en momentos y lugares adecuados (recomendación personal de López-Ibor).


martes, 27 de agosto de 2019

Operación Chanquete. Relato en ELDIARIO.ES de Isaac Rosa

Isaac Rosa nació en Sevilla en 1974 y ha realizado estudios de periodismo en Badajoz, al parecer no concluidos. Columnista habitual en la actualidad del diario digital «Eldiario.es» ha cultivado diferentes géneros literarios como la novela, el cuento, el ensayo y el teatro. Entre sus libros tenemos «La habitación oscura», publicado en 2013 y que obtuvo el premio Cálamo y del que puede verse una reseña en este blog haciendo clic en este enlace. Con otra obra suya, «El país del miedo» obtuvo el premio de novela Fundación José Manuel Lara a la mejor novela publicada durante el 2008. Este relato que comentamos hoy, «Operación Chanquete» ha sido publicado en el verano de 2019 en veintiuna entregas en el diario digital «eldiario.es». Las ilustraciones que acompañan el texto son de Manel Fontdevila. El año pasado, 2018, vio la luz otro relato por entregas del mismo corte titulado «Buscando a Franco» cuya reseña en este blog puede verse aquí.

Carmela es una becaria realizando prácticas de periodismo veraniegas en un medio digital que recibe en su mesa un sobre que contiene una cinta de vídeo VHS. Con ciertas dificultades localiza un reproductor que le permite visualizar el contenido que es un tanto extraño. A los pocos días recibe una cinta de casete del mismo corte. En connivencia con la policía comenzará una sucesión de envíos y hechos con una rémora a la conocida serie de «Verano Azul» de los años 80 del siglo pasado. Trabajadores «en precario» estarían promoviendo acciones de protesta que requieren la colaboración de Carmela y su diario digital para tener un altavoz social. Carmela tomará la personalidad de «Piraña» y se verá inmersa de lleno en la protesta.
Una mirada crítica a la nostalgia y la mitificación de los años ochenta, protagonizada por un misterioso grupo de jóvenes activistas, que con sus espectaculares acciones denuncian la falta de futuro.
Una historia de intriga y humor llena de precarios, submileuristas, becarios y gente que no se ha enterado de que la crisis ya pasó.
Como el referenciado del año anterior, se trata de un relato excéntrico que es una vuelta a personajes y aparatos de los años 80 que quedarán en la memoria de los más mayores. Las situaciones que se van sucediendo generarán una mueca de complicidad con hechos reales actuales conectados con el entramado de los personajes de «Verano Azul» que, puestos de actualidad como activistas, generarán recuerdos en los que en su día vimos la serie, una serie novedosa en la época por el tratamiento de cuestiones sociales incipientes en España tras la Transición democrática que había tenido lugar recientemente. Camareros, repartidores, becarios, taxistas… tienen su cuota en el relato de poco más de 26.000 vocablos que puede leerse libremente en «eldiario.es» en este enlace. Un texto bien construido que resultará entretenido para el verano basado en hechos reales de plena actualidad.



sábado, 17 de agosto de 2019

Historia de Carmen. Memorias de Carmen Díez de Rivera, de Ana Romero

Ana Romero, nacida en Cádiz en 1966, es licenciada en periodismo por la facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid en 1989 y Master en Periodismo por la Universidad de Columbia de Nueva York en 1.991. Es relevante mencionar aquí su condición de mano derecha de Pedro J. en el diario «El Mundo» donde se ocupó de narrar los aconteceres de los que la familia real española era protagonista, lo que la certifica como una conocedora de primera mano de los hechos relativos a la Casa Real, amén de sus contactos a lo largo y ancho del mundo que la han permitido publicar libros sobre estos temas con numerosas anotaciones, probablemente muchas menos de las que sin duda conoce. En julio de 2014, recién culminada la abdicación del rey Juan Carlos I, un feo asunto derivado de una información suya sobre la relación de Corinna con la Casa Real Española que no quiso retirar a instancias del director del periódico, que ya no era Pedro J., la hizo salir fulminantemente despedida del mismo. Una información muy jugosa acerca de este asunto todavía puede leerse en este enlace. La autora cuenta con varios libros además de este como «Retratos del siglo XXI», «El triángulo de la transición», «Final de Partida» o «El Rey ante el espejo», los tres últimos reseñados en este blog.
«Un ser libre es peligrosísimo».
El libro es una biografía muy personal de una gran desconocida para el público como es Carmen Díez de Rivera e Icaza, conocida como «La musa de la Transición» por su importante papel en esa época trascendental de la historia reciente española encuadrada en el gabinete del que ella llamaba «su señorito» y que no era otro que Adolfo Suárez, del que «rapapolvo va, rapapolvo viene» recibía regañinas a diario por su manera de ser y comportarse. Carmen había conocido a Adolfo Suárez cuando siendo este director de Radio Televisión Española la contrató como secretaria. La vida de Carmen antes y después de estos hechos es muy interesante y poco corriente para una mujer nacida en 1942 y que descubrió cuando se iba a casar quién era su verdadero padre biológico: nada menos que Serrano Suñer, el «cuñadísimo». Tras la instauración de la «democracia» en España, Carmen marchó a Europa como diputada por el PSOE, pero siendo siempre un «verso libre», manteniendo su independencia y dedicándose a cuestiones medioambientales. Un cáncer al parecer indebidamente tratado acabó con su vida en 1999 cuando contaba 57 años de edad, siendo enterrada con una dispensa eclesiástica especial bajo el olivar del convento de las Carmelitas Descalzas de Arenas de San Pedro, Ávila.
«Hay que conocer los hechos, pero olvidar las emociones. No se puede vivir constantemente en el pasado».
La autora de este libro, Ana Romero, mantuvo numerosas conversaciones en la etapa final de la vida de Carmen, recibiendo numerosas confidencias y teniendo acceso a sus diarios, con el encargo de escribir su historia una vez hubiera muerto ella y su madre. Como no puede ser de otra manera, muchas de las vicisitudes relatadas en este libro aparecen en los posteriores, especialmente en «El triángulo de la Transición» donde uno de los vértices es la propia Carmen. Con gran delicadeza y especial respeto, la autora va poniendo al lector en la piel de Carmen, que desde muy joven sintió que algo se le desgarraba por dentro al descubrir quién era su verdadero padre pues se iba a casar con su «verdadero» hermano, cuestión que ella desconocía. Ello fue el inicio de una personalidad forjada de forma impensable para una mujer de la época, que la hizo ser admirada, respetada y temida a lo largo de toda su vida en los diferentes ambientes por los que transitó. Para mí, que había leído antes los otros libros de la autora y que ya conocía pormenores de la biografía de Carmen, ha sido un delicioso repaso a su vida, que como digo es bastante desconocida para el público en general, como también lo es la del compañero de gabinete en esa época Aurelio «Lito» Delgado, cuñado de Suárez y de importancia también vital que desapareció con las primeras elecciones en 1977 y ha llevado una vida retirada completamente de las bambalinas. Tuve oportunidad de asistir a una mesa redonda donde reapareció fugazmente hace unos años en Torrelavega, contando una milésima de micra de lo mucho que su memoria debe atesorar sobre esa época tan vital de la historia reciente.

Una lectura que me ha resultado placentera, muy entretenida y que sirve de repaso a acontecimientos históricos recientes, donde además se pueden recopilar frases y actitudes que nos vendría muy bien recuperar hoy en día en el estado constante de crispación en que vivimos por las formas de hacer política.
«La política no puede ser una profesión permanente o una renta vitalicia. No es adecuado».
«El desarrollo económico nunca es suficiente; tiene que ir paralelo a uno político, social y cultural».
«Un pueblo con dinero y sin cultura no es nada».
«No se puede estar toda la vida en el mismo sitio haciendo lo mismo. Hay que estar siempre en transición».

sábado, 10 de agosto de 2019

Magallanes. El hombre y su gesta, de Stefan Zweig

La estructura que sigo en mis reseñas en este blog responde a tres secciones: una primera con la biografía del autor, una segunda con la sinopsis del libro y una tercera con mis comentarios y apreciaciones. Por esta vez me salto esta auto impuesta estructura para anticipar que se trata de un libro «EXQUISITO», así, con mayúsculas y en negrita, y que es muy conveniente leer en estas fechas porque hoy precisamente, 10 de agosto de 2019, se cumplen 500 años desde que cinco naves bajo la capitanía del portugués Fernáo de Magelhaes ─Fernando de Magallanes─ pero avaladas por la corona de España salieron del puerto de Sevilla para intentar llegar a las islas de las especias por el oeste, resultando al final la primera circunnavegación al orbe, que por aquel entonces no se tenía la seguridad de que fuera una esfera.

Stefan Zweig fue un escritor austriaco nacido en Viena en 1881. Inició su carrera literaria traduciendo a Charles Baudelaire y a E. Verhaeren. Por su ascendencia judía, huyó a Londres y vista le hegemonía que alcanzaba el nazismo en Europa se suicidó junto con su mujer durante un viaje a Brasil en 1942. Es autor de una ingente cantidad de obras de novela, historia novelada, teatro, biografías, ensayos y de temática muy variada. En este blog está ya reseñada «Tres poetas de sus vidas, Casanova, Sthendal y Tolstoi»
Primus circumdedisti me (Fuiste el primero en rodearme).
Es el lema que figura en el escudo de armas de Juan Sebastián Elcano, concedido por el rey Carlos I tras su gesta, aunque en realidad el primer hombre en completar la vuelta al Globo fue Enrique, el esclavo sumatrino de Magallanes comprado en un viaje anterior por rumbo este. El viaje planeado e iniciado por Magallanes, bajo auspicios españoles para llegar a las islas de las especias por el oeste y que acabó resultando una vuelta completa al Mundo finalizada por Elcano, es una de las gestas clave de la humanidad. Una ampliación descomunal si cabe del viaje de Colón realizado una treintena de años antes. La exploración de lo desconocido por parte de cinco naos ─Trinidad, San Antonio, Concepción, Victoria y Santiago─, que zarparon del puerto de Sevilla un 10 de agosto de 1519 con 256, o 237 o …, marineros españoles, italianos, franceses, alemanes, flamencos, portugueses, africanos y árabes que no sabían a ciencia cierta en lo que se estaban metiendo. Un periplo de poco más de tres años que conllevó una miríada de vicisitudes, entre ellas la muerte del propio Magallanes y que el autor nos recrea como una historia de aventuras con comentarios muy acertados sobre los personajes y la época, muchos de ellos basados en el diario que escribió uno de los marineros, Antonio (Pigafetta) Lombardo, que tuvo la ventura de ser uno de los 19 que regresaron un 6 de septiembre de 1522 en un estado lamentable en la única nave de las cinco, la Victoria, que completó la circunnavegación. Otros 17 supervivientes más que quedaron en el camino regresaron más tarde. Como hecho muy importante a destacar, en este viaje se comprobó la redondez de la Tierra y su tamaño, una cuestión no verificada hasta entonces. Como ya dijo Hebbel, «a la Historia le es indiferente cómo suceden las cosas. Se pone al lado del que ejecuta, del ganancioso», que resultó ser Juan Sebastián Elcano, que aparece muy fugazmente en esta novela, no olvidemos, dedicada a Magallanes.
…y que una época centenaria, milenaria, la Edad Media, ha tocado a su fin, y se inaugura una nueva edad que pensará y creará dentro de otras dimensiones de espacio.
Como decía al principio, se trata de un libro delicioso, entrañable. Me vienen a la mente ─aunque todas las comparaciones son odiosas─ los clásicos «El viejo y el mar» de Ernest Hemingway o «Moby Dick» de Herman Melville. Solo por leer en los prolegómenos del libro la comparación que hace el autor entre este viaje y como sería el mismo en la época actual ─principios del siglo XX para el autor que murió en 1942─ merece la pena asomarse a las páginas de este libro. El lector curioso gastaría un rotulador entero en subrayar párrafos y párrafos sustanciosos o copiarlos al clipboard en el caso de una lectura digital: pondré tres, que sean cuatro, al final, que me han sido muy difícil elegir.

Una historia novelada como una aventura con sus motines, deserciones, traiciones, hambrunas, epidemias, tormentas, naufragios, guerras o pleitesías con indígenas… una lucha titánica contra el tiempo y los elementos, una biografía personal de Magallanes y un estudio concienzudo de la época portuguesa, española y europea en la que los hechos acontecieron y que llevarán al lector a dejarse atrapar y zambullirse en el relato siguiendo en el Google Maps de su teléfono u ordenador los puntos por los que iba transcurriendo tan singular aventura. Una gesta maravillosa que todo ser humano debería conocer y valorar por lo que supuso en aquella época en la que, transcurridos miles de años y dominada la tierra firme, se dominaron los mares; pasarían muchos años hasta dominar los cielos y el espacio exterior. El perfil que traza el autor de Magallanes es magistral, metiéndose en sus pensamientos con una profunda investigación histórica y una astucia sibilina muy plausible para saber lo que (posiblemente) pensaba y como tuvo aquel error impropio de una mente calculadora que le llevó a encontrar la muerte en la escaramuza de Mactán, Filipinas, a manos de unos indígenas desarrapados que luchaban con lanzas de astilla de hueso contra arcabuces, ballestas y corazas.

Tres, cuatro, párrafos seleccionados…
… se despertó el deseo de encontrar otro camino libre, independiente. El valor que dio el impulso a Colón para explorar hacia Occidente, a Bartolomé Díaz y a Vasco de Gama hacia el Sur, y a Cabot al Norte, hacia el Labrador, nació, ante todo, de la voluntad de descubrir, por fin, en beneficio del mundo occidental, una ruta marítima libre, sin pago de derechos, quebrantando así la ignominiosa prepotencia del Islam.

Tal vez nuestra generación (principios del siglo XX), la que ha vivido la conquista del aire; nosotros que nos alborozamos ya al saber que un avión se había sostenido en el aire hasta la distancia de tres, de cinco kilómetros del Campo de Marte, y que diez años más tarde hemos visto volar sobre continentes Y océanos, seamos los únicos capaces de imaginar la ardiente solidaridad, la jubilosa excitación con que toda Europa acompañó el súbito empuje de Portugal hacia lo desconocido. En 1471 se alcanzaba el ecuador; en 1484, Diego Cam ponía pie en la desembocadura del Congo y, finalmente, en 1486 se cumplía el sueño profético de Enrique: el navegante portugués Bartolomé Díaz llegaba a la punta sur del África, al cabo de Buena Esperanza, bautizado primero con el nombre de cabo de las Tormentas, en memoria de las tormentas que allí tuvieron que soportar.

… y por fin, todos se precipitan y se apiñan con un escalofrío de felicidad! Se ve una franja plateada que surca la tierra; el Guadalquivir, que desemboca en el mar junto a Sanlúcar. De aquí zarparon hace tres años los barcos conducidos por Magallanes: los cinco barcos con sus doscientos sesenta y cinco hombres. Ahora es un solo barco de poca monta el que llega. Ancla en la misma orilla, y dieciocho hombres salen de él dando traspiés, doblándoseles las rodillas, y besan la tierra patria, la bondadosa, la firme. En este 6 de septiembre del año 1522 fue coronado el hecho más grande de la navegación.

Y cuando un día de otoño del año 1913 el presidente Wilson aprieta en Washington el botón eléctrico que abre las compuertas del canal de Panamá, y con ello une para siempre ambos océanos, el Atlántico y el Pacífico, queda el estrecho de Magallanes reducido a la inutilidad absoluta.

miércoles, 7 de agosto de 2019

Sin censura, de Miguel Ángel Revilla

Miguel Ángel Revilla Roiz, cántabro, nacido en Polaciones en 1943, es licenciado en Ciencias Económicas y Diplomado en Banca y Bolsa por la Universidad del País Vasco. Ejerció laboralmente en el terreno bancario y en 1978 fundó el PRC, Partido Regionalista de Cantabria. Enamorado de su tierruca, es el actual Presidente de la Comunidad Autónoma de Cantabria, España, cargo que ha ejercido en dos períodos, de 2003 a 2011 y desde 2015 a la actualidad. Anteriormente ya ejerció diversos cargos políticos en esta comunidad. «Sin censura» se trata del quinto de sus libros que han tenido siempre una gran aceptación. Los cuatro anteriores son «Nadie es más que nadie», «La jungla de los listos» ─ambos reseñados en este blog─ «Este país merece la pena» y «Ser feliz no es caro». Miguel Ángel, a sus setenta y cinco años en 2019, es persona muy activa en varias redes sociales y programas de televisión o radio, donde participa con asiduidad con sus comentarios, acertados y acerados, sobre temas candentes de la actualidad política y social.
«Estoy en condiciones de afirmar que en este libro no me escondido a la hora de tratar los temas que me parecen más importantes, y lo he hecho sin ningún tipo de autocensura. Tengo setenta y cinco años y lo único que pretendo, en lo que me quede de vida, es decir lo que pienso para estar en paz conmigo mismo. No tengo ninguna ambición personal por cumplir, salvo poder pasear por cualquier lugar de España con total libertad, sin ocultarme, y recibir el reconocimiento de la gente por tener el valor de denunciar a los corruptos y aportar mis soluciones para conseguir un mundo más habitable».
Este párrafo, que podemos encontrar en la contraportada del libro, resume certeramente las intenciones del autor, al igual que en sus libros anteriores. En la primera parte de este libro pone por escrito muchas de sus comunicaciones en las redes sociales y medios, dejando claro lo que muchos ciudadanos de este país pensamos sobre diferentes asuntos de la actualidad en temas de política, corrupción, enjuagues empresariales, multinacionales, evasión de impuestos, paraísos fiscales y otros muchos asuntos más, muchos de ellos vividos de forma personal y directa por razón de su cargo o su popularidad. En la segunda parte nos cuenta historias entrañables de su infancia, la potencia cuestionada en Asturias del oso Furaco, finales de algunos personajes y actitudes ante la muerte. Quiero resaltar la parte del libro dedicada a los comentarios y confidencias realizados por Pepe Mújica, expresidente de Uruguay, durante su estancia de tres días en Cantabria.

Como todo personaje público que se muestra tal y como es, Miguel Ángel Revilla tiene sus seguidores y detractores. El pasado domingo, hoy es miércoles, tuve la ocasión de saludarle personalmente y charlar unos minutos con él en una comparecencia pública, ─la tercera que realiza y no será la última pues ya hay otra anunciada para el próximo sábado── a las puertas de la sede del Gobierno Regional de Cantabria. Cuando le comenté que tenía pendiente de leer este libro que había comprado en su versión digital, me dijo, cercano y dicharachero, «No hombre, no, ahora mismo te lo regalo en papel», una amabilidad que agradezco complementada con una dedicatoria entrañable. Que menos que devorar sus 278 páginas con sus algo más de 51.500 vocablos en un par de días con sumo placer y gusto, aunque la subida de la bilirrubina ante tanta tropelía la tiene el lector garantizada. Sus vivencias personales y por razón de su cargo y las confidencias que observa y recibe son una fuente inagotable de pensamientos que plasma en este libro y que son la viva historia, actual y futura, de los tejemanejes y desaguisados que se cuecen no solo en suelo patrio sino a nivel mundial.

Una portada sugerente para anunciar que el contenido del libro es a cara descubierta y sin esparadrapos, ni físicos ni virtuales, que ahoguen las ideas que el autor nos quiere transmitir. Lenguaje claro, directo, sin pelos en la pluma o en el teclado del ordenador, una crítica certera de personajes, personajillos, empresas y dirigentes, políticos y poderosos, que hacen con nosotros lo que quieren, aunque muchas veces no nos demos cuenta o no queramos dárnosla. Una lectura amena, entretenida, plenamente actual, llena de «perlas», sin censura como indica su título, que reparte a diestro y siniestro con mesura para lo que hay, y que pasa a formar parte de la historia reciente de esta España que se supone que es nuestra.