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martes, 12 de diciembre de 2023

El abanico de seda, de Lisa See

Lisa See nació en París en 1955 pero se crio en el Chinatown de Los Ángeles (EE.UU.) en el seno de una familia china. Estudió en la Universidad de Loyola Marimount y trabajó como periodista y redactora en medios importantes de Estados Unidos como Vogue, The New York Times, Los Angeles Times y The Washington Post entre otros. Biznieta de Fong See, patriarca de Chinatown, narró la epopeya de los últimos cien años de su bisabuelo y su familia chino-americana en un libro de memorias publicado en 1995 titulado «On Gold Mountain». «El abanico de seda», libro que comentamos hoy y publicado en 2005, se convirtió en un best seller internacional recibiendo numerosos premios. Lisa See sigue viviendo en Los Ángeles con su marido y sus dos hijos. Siempre ha estado interesada por la cultura de sus ancestros, especialmente en su desarrollo en Norteamérica.

«Obedece, obedece, obedece, y luego haz lo que quieras».

La pequeña Lirio Blanco, hija de una humilde familia de campesinos, será hermanada con Flor de Nieve, de muy diferente ascendencia social convirtiéndose en su laotong o alma gemela, quedando unidas para siempre. A lo largo de los años pasarán por numerosas vicisitudes, incluso alejamientos dolorosos, comunicándose en un lenguaje secreto —desarrollado por las mujeres para escapar al férreo control masculino— denominado nu shu. Bordándolo en telas, abanicos, cortinas y otros objetos, mantenían su amistad y sus pensamientos y secretos íntimos a escondidas de los hombres que las controlaban. Unidas durante muchos años desde niñas, sus matrimonios supusieron su separación física y un error de interpretación truncará su profunda amistad. Mas no para siempre…

Es muy triste. Te recuerdo cuando eras una cría. No tenías nada, sólo unos pies bonitos. Ahora hay abundancia en tu vida, señora Lu; abundancia de malicia, ingratitud y mala memoria.

La autora viajó personalmente en 2002 a Huan, una región perdida de China donde consiguió hacerse una más y participar y conocer de las costumbres ancestrales chinas durante una estancia prolongada. Una nonagenaria, Yang Huanyi, era la depositaria de ese ancestral lenguaje. El libro relata las vidas de las dos protagonistas desde su infancia que van pasando por diferentes estados propios de la cultura china tanto en sus propias casas como en las de sus maridos una vez acordado y llevado a cabo su casamiento por la casamentera «oficial» del pueblo. Lirio Blanco se convertirá en la respetada y poderosa señora Lu mientras que Flor de Nieve pasará por situaciones muy dolorosas en su matrimonio con un bruto carnicero de un pequeño pueblo. Interesante y entretenido para conocer costumbres ancestrales del pueblo chino, llama la atención por las situaciones novedosas y desconocidas, pero a mi entender resulta algo reiterativo en muchas de las descripciones de las situaciones, como por ejemplo las actividades en la habitación de arriba, el vendado de los pies, la visita a los templos u otras. El nombre de una de las protagonistas, Flor de Nieve, aparece más de seiscientas veces en un relato que contiene más de ciento cinco mil vocablos.

Un viejo proverbio que advierte que «Una mujer sin sabiduría es mejor que una mujer con educación»