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sábado, 23 de octubre de 2010

La Caída de los Gigantes, Ken Follet


No vamos a descubrir ahora la asombrosa capacidad narrativa de Ken Follet tras más de 40 años de oficio y una treintena de novelas publicadas entre la que destaca por muy buena y famosa Los Pilares de la Tierra. Esta novela que comentamos pertenece a la trilogía The Century, anunciada por el autor para describir los avatares del turbulento siglo XX, un siglo que algunos hemos conocido en mayor o menor medida. Por marketing y publicidad no habrá quedado y en el poco más de un mes que ha transcurrido desde su puesta en las librerías se han vendido miles y miles de ejemplares en todo el mundo.

Cinco familias sirven de base al autor para desarrollar esta novela: dos de Gales, una alemana, una rusa y una norteamericana, que se entremezclan entre sí con profusión a pesar de lo poco global que era el mundo y lo grandes que eran las distancias en los albores del pasado siglo XX. Los personajes, como es normal en el autor, están muy bien creados y ambientados y a pesr de su gran número, el lector llega a conocerlos por su nombre y tener clara las relaciones entre ellos, eso sin haberse tenido que estudiar la relación de los mismos que figura al principio del libro y que, en mi modesta opinión, lo mejor es pasar de largo lo más deprisa posible si no queremos coger una empanada mental que luego no sirve para nada.

En los anunciados siguientes volúmenes de la trilogía, Ken seguirá desarrollando la vida y milagros de los mismos personajes y sus familias, con lo que podremos tener una visión global de numerosos aspectos de la historia del siglo pasado, siempre desde un punto de vista novelado.

Sin ser detallista en general pero describiendo múltiples situaciones en las familias y sus vivencias, el interés por la lectura se mantiene contenido pero constante. El lector sin duda consumirá con avidez las páginas, que son 1024 en su edición impresa, intrigado por conocer qué les ocurrirá a los protagonistas y como se resolverán las numerosas situaciones que se van sucediendo a un ritmo vertiginoso a medida que avanzamos. Ahora habremos de esperar un par de años para tener en nuestras manos la continuación.

domingo, 3 de octubre de 2010

El lejano país de los estanques (Serie Bevilacqua 1) - Lorenzo Silva

Siguiendo algún consejo de Angel Luis, he empezado a leer el primer libro de Lorenzo Silva de la Serie Bevilacqua. Se trata de una novela de investigación policíaca, pero a la española, a pesar del apellido del protagonista, reducido por sus compañeros a Vila. Me ha parecido una novela muy vivaracha, y sin duda, seguiré con la serie, porque los protagonistas, que supongo seguirán siéndolo en las siguienntes novelas, son muy inteligentes a la par que divertidos.
En este caso Vila, sargento de la Guardia Civil, tiene que investigar un asesinato producido en las Baleares, que según le indican sus superiores está claramente 'encaminado' debido a las huellas encontradas en el arma que acabó con la vida de la extraña extranjera.
Vila escoge a Chamorro, una guapa agente de la Guardia Civil, en la que no confía mucho a priori, pero que con el tiempo le demostrará sus capacidades.
Se infiltran entre los personajes que estuvieron acompañando los últimos días de vida de la asesinada Eva, y van descubriendo poco a poco como se realizó el hecho, aunque la clave definitiva surge casi como por azar.
Creo que el lenguaje que Lorenzo Silva imprime en esta obra es una garantía para seguir leyendo nuevas novelas de este autor, y vuelvo a agradecer a Angel Luis sus sabios consejos.

Otra ventaja del libro electrónico


AVISO IMPORTANTE - DESVENTAJA


De un día para otro, dejándolo encima de la mesilla, la pantalla aparece a rayas.
Diagnóstico Serv.Técnico:  PANTALLA ROTA
NO LO CUBRE LA GARANTIA
REPARACION: Sin coste de mano de obra 98 euros.


Una cosa que no hacía desde hace mucho tiempo es leer en la cama. Fundamentalmente debido a lo engorrosa que era la sujección de los libros, sobre todo cuando tenían algún tamaño y peso.

Ahora con el ebook he recuperado este pequeño placer, dado que es muy manejable, incluso con una sola mano. Alguna vez me he dormido leyendo y se ha llegado a caer al suelo, aunque sin consecuencias fatales. En mi caso, con el Papyre, la correa de sujección funciona bien cuando lo coges con la mano izquierda pero es bastante díficil cogerlo con la derecha.

Hace unos días descubrí que lo podía dejar colocado en la mesilla, utilizando como apoyos el reloj y la lámpara. Debido al cuero de la funda, se sujeta el solito bastante bien en forma inclinada y paralela a mi campo de visión cuando estoy acostado con la cabeza apoyada en la almohada. Siempre está el inconveniente de pasar las páginas, pero aún así es más cómodo hacer solo eso que sujetar el libro. Con el tiempo saldrán los mandos a distancia e incluso los comandos de voz o la lectura del iris para pasar las páginas.

En la foto se puede ver la disposición que adopto por las noches durante mi ratito de lectura. Ahora falta que yo mismo o alguien invente un cachivache con una buena base que permita colocarle en cualquier sitio y sea factible el inclinarlo para ambos lados. La idea está servida.