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domingo, 26 de enero de 2014

Un reinado en la sombra, Pedro Sainz Rodríguez

Pedro Sainz Rodríguez es una figura tan importante como desconocida en la historia de España del pasado siglo XX. Participante en la república de 1931 y más tarde como ministro en el primer gobierno de Franco en plena Guerra Civil Española, se exilió voluntariamente en Portugal formando parte del Consejo Privado de don Juan de Borbón, hasta su regreso en 1969 para propiciar la restauración de la Monarquía en España. Amigo primero y radical enemigo después de Francisco Franco, fue un gran conocedor de la personalidad de este y tuvo claras muchas cosas, entre las que podemos citar que don Juan nunca reinaría en España y que Francisco Franco aguantaría en el poder hasta su último aliento. Una breve semblanza de su vida puede leer en esta entrada de un blog amigo. Un libro publicado con anterioridad de este mismo autor es el titulado «Testimonio y recuerdos», centrado en su vida aunque de forma tangencial trata temas que son profundizados en este.

Hacer una sinopsis del libro sería tarea ardua. Como bien dice el autor, no es una biografía de don Juan, del que se han escrito muchas, siendo una de las recomendadas la reseñada en este blog de Luis María Ansón y que puede consultarse aquí y otra el libro titulado «Franco y don Juan, los reyes sin corona» de Ricardo e la Cierva reseñado aquí. El libro trata de ser un relato histórico de los pormenores que rodearon a don Juan en su exilio y de los pensamientos y maniobras que se intentaron en pos de la restauración de la Monarquía en España, lograda al fin por condescendencia del propio Franco pero en la figura del actual rey, don Juan Carlos, hijo de don Juan. Un vistazo al índice nos revela con precisión su contenido, en apartados como la legitimidad histórica de la monarquía, oposición monárquica y democrática al régimen de Franco, organización monárquica en el exilio, actividades monárquicas en España, persecuciones y censura de prensa, la intelectualidad española y otros similares para acabar con la transcripción de las conversaciones mantenidas por el autor con don Juan para dar forma al libro, documentos de Alfonso XIII y las cartas cruzadas entre don Juan y Franco entre 1936 y 1974.

Este libro fue publicado en 1983 y esconde en sus 434 páginas impresas nada menos que la friolera de cerca de 235.000 vocablos; una enorme información acerca de hechos vitales en el conocimiento de la historia reciente redactada de forma brillante por el autor que en sus comienzos fue profesor universitario de literatura. Saca a la luz los entresijos de la monarquía española en esa época en que estuvo fuera de su sitio natural tras la marcha de Alfonso XIII de forma voluntaria en 1931 con motivo de la proclamación de la República y que encarnó en la figura de don Juan muchos años de oposición más que comedida al régimen gobernante en España, tratando por todos los medios de volver de una forma pacífica y consensuada. Hay que armarse de mucha paciencia y tener muchas ganas de conocimiento sobre estos hechos para acometer la lectura del libro, en algunos momentos pesado por las reiteraciones, especialmente en los documentos epistolares finales entre don Juan y Franco que son todo un canto al «bon faire» en las relaciones escritas cuando estaba claro que no se podían, como se dice vulgarmente, «ni ver en pintura».


viernes, 17 de enero de 2014

el Paciente, de Juan Gómez-Jurado

@JuanGomezJurado Desde ayer está en las librerías y desde hoy en los mundos digitales la nueva novela «el Paciente», la «e» minúscula y la «P» mayúscula intencionadamente, de Juan Gómez-Jurado, un autor más consagrado allende nuestras fronteras que aquende, si bien la tendencia seguramente forzará el cambio que ya iniciara con su anterior libro «La leyenda del ladrón», una novela con tintes históricos de la que se han vendido más de cien mil ejemplares hasta el momento y cuya reseña en este blog puede verse en este enlace. Los derechos del libro han sido vendidos a más de 40 países y un proyecto de película está igualmente en marcha. Otros libros del autor y que se han reseñado en este blog son «Contrato con Dios», «El espía de Dios» y «El emblema del traidor». Juan es una persona que participa muy activamente en las redes sociales y es claro defensor de las nuevas tecnologías en el mundo del libro como ya demostró con su campaña «1 libro – 1 euro» en la que sentaba las bases de lo que el entendía por el desarrollo del mercado del libro digital, manteniendo más que palabras con un “conocido cantante” y consiguiendo hacer llegar en pocos días varias decenas de miles de euros a “Save the Children” a cambio de la descarga gratuita de los tres libros que tenía publicados en aquella época. Libros que por cierto están disponibles en edición digital en unos precios más que asequibles, casi irrisorios para la calidad de los mismos. También podemos ver artículos suyos en diarios como ABC o revistas como Muy Interesante.

Intentar hacer una sinopsis del libro sería acabar con la magia que contiene. El doctor Dave o David Evans es un eminente neurocirujano que nos habla en primera persona desde el corredor de la muerte donde se encuentra, a punto de cumplir los cinco años allí. Desde un primer momento nos dice que… «No soy un terrorista, ni un loco, ni un asesino. Solo soy un padre». Su relato se retrotrae a los hechos que le han llevado a esa situación cuando, presionado por un grupo de desalmados muy bien entrenados, tuvo que decidir si salvar la vida de su hija de siete años a cambio de dejar morir en la mesa de operaciones a su próximo paciente. Solo que ese paciente no era cualquier Paciente: nada menos que el presidente de los Estados Unidos. ¿Y si hubiera sido Mariano? es broma. Dave era recientemente viudo en el momento de los hechos, trabajando en el hospital durante muchas horas lo que suponía un cierto «abandono» de su hija Julia y que ya ocurriera anteriormente con su esposa Rachel. Y es que no se puede decir nada más a riesgo de matar la trama desvelando cosas ciertas o sugerencias engañosas a quien lee estas líneas.

Si algún familiar o amigo --el oso-- adquiere el libro --la miel--, aplícate el dicho contenido en sus líneas: «Nunca te interpongas entre el oso y su miel». Utilizar la palabra adictivo para referirse al texto, 480 páginas o 106.707 vocablos, sería quedarse muy corto. La palabra de referencia que ahora se menciona mucho es que «engancha», pero yo creo que va más allá: te deja las manos materialmente pegadas al libro sin poderlas separar y tu cabeza no piensa en otra cosa que no sea avanzar en la lectura e ir descubriendo una sucesión de hechos en una acción trepidante, narrada con la maestría lingüística de este autor que utiliza las palabras justas en los momentos adecuados para mantener al lector en ascuas. Y no faltan sus guiños a lo cómico con frases como «este asunto es más secreto que el color de los calzoncillos del papa Francisco» o «estaría presumiendo delante de sus amigas de que le había visto el pájaro al Presidente». Pero también se aprenden cosas como cuando nos refiere detalles como que «Por suerte, tenía copias digitales de todas nuestras fotos en Dropbox. Al menos eso pudimos salvarlo».

No siendo muy aficionado a la lectura de «thriller», me he devorado este en poco más de cuatro horas y media. Pero esto es como una película de la que sabes el final, en la que todo sucede a velocidad de vértigo, y en la que cuando llega el fin compruebas que lo que parece, simplemente, no es. En el trasfondo de todo este relato que pudiera parecer frío, los personajes, con mucha profundidad y recorrido, nos dejan asistir a sus emociones y sus anhelos. Como ya es frecuente en este autor, se pueden extraer paralelismos con la vida real en los diferentes mundos por los que transita el desarrollo de la acción: relaciones familiares, laborales, el mundo de la sanidad, la policía y los servicios secretos. Yo cuando sea mayor no podré ser un buen neurocirujano como Dave pero me gustaría tener bien claros mis planteamientos como los tiene él, lo mismo cuando trata a un simple pandillero como a la primera dama de la nación. ¡Olé sus narices! Como nos dice, «huyamos de ser unos "perdónpero", ese grupo de personas que jamás se disculpan por sus acciones».

Esperemos ver pronto este libro en una película. No me la perderé por nada del mundo y estaré ansioso por ver cómo se resuelve en ella la «puesta en su sitio» que Dave infringe a MaKenna, el todopoderoso jefe de seguridad del presidente que es nombrado en 62 ocasiones a lo largo del libro. Al menos en la lectura es memorable. Decía Pepu Hernández algo así como que «lo bueno es recorrer el camino, que cuando llegas a la meta se olvida todo y se empieza una nueva andadura». Habrá que esperar a que nos sorprenda Juan Gómez-Jurado para iniciar un nuevo camino, una nueva lectura… ¿sobre qué?

jueves, 16 de enero de 2014

Encuentro de blogueros con Juan Gómez-Jurado


@JuanGomezJurado Como ya ocurriera hace ahora año y medio y con motivo de la presentación de su libro «La Leyenda del ladrón», hemos tenido la oportunidad hace unos instantes de asistir al encuentro de blogueros invitados por el autor y la editorial Planeta que, con motivo de la presentación de su nuevo libro, «el Paciente», ha tenido lugar en Madrid. Juan es además de un escritor ya consagrado por el público en más de cuarenta países, un tipo cercano, amable y dicharachero, muy activo en las redes sociales y con el que compartir un rato es un verdadero placer del que hoy hemos podido disfrutar. Desde hoy está disponible en las librerías su último libro en su versión en papel y mañana lo estará en digital.

Numerosos lectores han podido disfrutar del primer capítulo y alguno de los asistentes al acto ha llegado con el libro leído, me imagino que tras haberlo adquirido a primera hora de hoy y haberse dado un atracón para degustar los 118.000 vocablos que según ha manifestado al autor le han llevado un año y medio de trabajo y han rellenado las 473 páginas de la edición impresa.

Tras una sucinta presentación por Ángeles, responsable de la editorial Planeta, ayudada por Laura, Juan nos ha contado mitad en serio mitad en broma muchos de los aspectos que han rodeado a este libro, desde que allá por 2.008 tuviera clara la idea. Como lleva todo el día promocionando la publicación, los que hemos seguido en medios de comunicación sus intervenciones llegábamos con algunas cosas sabidas pero que han sido complementadas con extensión y profundidad, hablando de todo lo que se podía hablar sin desvelar los entresijos y el final del libro, que queda para ser descubierto por cada lector. Lectores que podrían ser de 15 a 99 años en la opinión del autor, lo que abre mucho el abanico para su difusión.

Los asistentes han cosido literalmente a preguntas a Juan que ha utilizado su gracejo natural para contestar lo que se podía contestar y escabullirse cuando la ocasión así lo requería. Como buen escritor de intriga es muy zorro y se las sabe todas.

Pero tenemos el libro ya en nuestras manos y él será el que nos hable y nos diga a cada uno lo que estemos dispuestos a escuchar entresacando de sus líneas toda la carga emocional y de acción que contiene. No creo que pase de mañana el reseñar el libro en este mismo blog, pues en el camino de vuelta a casa en el transporte público ya han caído sus primeras 145 páginas. Ahora tengo la duda acerca de seguir leyendo o dejarlo para mañana. Miedo me está dando ponerme a leer un poco…

Desde aquí agradecer al autor y a la editorial este simpático y provechoso acto, con más énfasis si cabe en los tiempos que corren y en la que nos consta ajetreada agenda del autor. Pero Juan es así y no podía faltar a esta cita

La casa de hojas - Mark Z. Danielewski


Este es el libro más extraño y complicado que he leído y, por ende, el más difícil de comentar. Me lo recomendó un entusiasta aficionado a Stephen King y tras hojearlo en una librería lo compré sin dudarlo, en primer lugar por el argumento y luego por lo extraordinario de su composición además de tratarse de un libro que nunca podremos ver en formato digital por motivos obvios (y por supuesto, también por la recomendación del propio Stephen King).

Se trata de la primera novela del Mark Z. Danielewski, publicada el año 2000 y que inmediatamente se convirtió en un éxito de ventas. Posteriormente ha escrito otras obras experimentales por lo que parece que no es casualidad cómo le salió ésta. Desde entonces ha habido algún intento de editarla en español, lo que no se ha hecho realidad hasta el pasado noviembre de 2013, y este retardo se ha debido a lo peculiar de su formato que es lo primero que llama la atención en cuanto abres el libro por cualquiera página. Está completamente lleno de caligramas, jeroglíficos, páginas en blanco o al revés, una composición que oscila entre absurda y extraordinaria, con la que al principio tienes la sensación de no saber si se trata de algo intencionado o de que el autor o editores se habían tomado algo extraño y te están vacilando. Entiendo perfectamente la dificultad de la hercúlea tarea de traducir este libro que necesariamente pasa por adaptar los textos al formato original, por lo que le doy un aplauso virtual a Javier Calvo, el traductor en cuyo «blog» se puede ampliar información acerca de este libro.

La historia trata de un supuesto documental llamado «El Expediente Navidson» en el que el fotógrafo Will Navidson narra lo sucedido en su alegre casa de campo a la que se traslada a vivir con su mujer, una hermosa ex-modelo, y sus dos hijos con la intención de solucionar la crisis por la que pasa su matrimonio debido a sus constantes ausencias por trabajo. Descubre una anomalía en la casa y es que una de las habitaciones es más grande por dentro que por fuera, lo que no tiene sentido así que acude a su hermano para que le ayude a descifrar el misterio, confirmando sus mediciones. En un momento determinado aparece de la nada una puerta entre dos ventanas de una pared tras la cual no hay nada, sólo el campo. Abre la puerta y se encuentra un pasillo oscuro, con una oscuridad que la luz más potente no es capaz de romper, y que parece no tener fin. A partir de este descubrimiento iniciará la exploración de lo desconocido y comenzará la grabación del documental citado, en el que cuenta lo que ocurrirá después. Esta historia es narrada a su vez por un extraño anciano llamado Zampanò, en una serie de manuscritos que deja al morir encerrado en una habitación que había forrado de manera que nada entrara en ella, o que nada saliera. Un joven llamado Johnny Truant es avisado por un amigo de que la casa del viejo está vacía y es quien encuentra ese manuscrito y comienza su lectura, que le absorberá completamente y le afectará en una forma que no puede imaginar.

Y éste es el origen del libro. Las tres historias se van entrecruzando con otras muchas a lo largo de algo más de 700 páginas que muestran un auténtico alarde tipográfico y de composición. Cientos de notas al pie y referencias a hechos (ficticios en muchas ocasiones) que a su vez llevan a otras notas que en algún caso se prolongan por varias páginas para luego volver al punto inicial obligándote a dar la vuelta al libro para seguir el texto, diferentes tipos de letra para cada relato, caligramas acordes al contenido de la página que estás leyendo, algunas páginas tienen unas pocas palabras o están escritas en sentido contrario para reforzar el mensaje que quiere dar el texto. En muchas ocasiones parece caótico pero está perfectamente estructurado para mantenerte enganchado. Una cuarta parte del texto son apéndices que ayudan a entender la historia y a los personajes cuando es necesario, a los que accedes constantemente saltando de una parte a otra del libro e incluye un detallado índice de contenidos y onomástico al final por si necesitas buscar o refrescar algún dato. Una auténtica maravilla, vamos. No voy a extraer ningún párrafo porque no le veo sentido, sólo incluyo un par de imágenes de lo que nos ofrece.


Vi una recomendación acerca de leerlo de un tirón, a ser posible en pocos días y creo que es acertada para seguir el hilo sin perderte detalle. No puedo decir que he sentido escalofríos porque es muy difícil que una lectura te los provoque, si estás acostumbrado a King, Poe o Lovecraft, pero tengo que reconocer que me he divertido muchísimo y no sé si me ha gustado más la historia, que es muy buena, o el rompecabezas que tienes que resolver cuando menos te lo esperas, si bien es cierto que hay veces que me perdía y se me hacía algo pesada, vamos que podría perder ciento y pico páginas y no le pasaría nada. He leído comentarios que lo definen como metaliteratura, como un laberíntico puzzle, que es una novela de terror gótico y al mismo tiempo una novela romántica, y no les falta razón a ninguno. Estoy seguro que esta novela no es para todo el mundo, te tiene que gustar el tema, pero no perdáis la ocasión de echarle un vistazo cuando lo encontréis en una librería, y pensad que todo tiene sentido (eso creo).

La Inquisición española, de Beatriz Comella

Dice la autora en su prólogo que «a veces escribimos sobre lo que deseamos conocer mejor» como la base para el nacimiento de este libro en las aulas universitarias mientras cursaba Geografía e Historia en los años setenta del siglo pasado, aunque el libro tiene como fecha de publicación el año 1998. A pesar del tiempo transcurrido, esta institución, no solo española, es una gran desconocida por el público en general que la asocia a la época concreta de los Reyes Católicos y al uso de procedimientos cuando menos dudosos en la imposición, por la fuerza, de una fe, la católica.

El libro nos presenta un recorrido por sus varios siglos de existencia, pues ya en 1242 aparece documentada estando bajo el control de los obispos... Pero es en 1478 cuando los Reyes Católicos la «refundan» en España y la utilizan para sus intereses, algunos de ellos ocultos y no precisamente religiosos. Su más famoso y conocido Inquisidor General fue Fray Tomás de Torquemada que estuvo al frente desde 1485 a 1496. Sin embargo, la época de mayores actuaciones del Santo Oficio se produjo en coincidencia con el reinado de Felipe II, entre los años 1540 y 1595. Estuvo vigente, también en las Indias, hasta comienzos del siglo XIX, en los que la invasión y dominación francesa en España nos abrieron los ojos siendo abolida en 1813 por las Cortes de Cádiz, aunque hubo una tímida recuperación por Fernando VII al año siguiente, siendo disuelta definitivamente por Pío VIII en 1829 y la regencia de María Cristina en 1834.

Con una normativa costumbrista, poco clara y muy adaptativa a los intereses de los jueces y bajo la atenta mirada del poder político o real, lo que se buscaba en todo momento era la «reina de las pruebas», es decir, la confesión del acusado, utilizando para ello todos los métodos imaginables e inimaginables, como la delación oculta o la tortura por ejemplo, en un ambiente de clara indefensión que hacía claudicar al reo que acababa confesando aquello que le pidieran para dar fin a su sufrimiento, aunque en muchas ocasiones, no tantas como parece, significaba la muerte en la hoguera.

El soporte humano de la Inquisición era verdaderamente notable: Aparte del Inquisidor General existían los alguaciles mayores, los jueces de bienes, los secretarios del secreto, alcaides de cárceles, adjuntos procesales, auxiliares técnicos, magistrados, oficiales y el personal de distrito, muy numeroso, en el que se encuadraban teólogos, canonistas, comisarios y familiares. Una máquina burocrática extensa y de gran complejidad que generaba unos cuantiosos gastos que en muchas ocasiones eran sufragados con los bienes incautados a los procesados. Sin comentarios.

Aunque estamos en el siglo XXI, pocas personas tienen clara la tremenda sinrazón que supone el imponer, y más con medios violentos, las creencias religiosas que pertenecen a la esfera privada de cada cual. A pesar de toda la información historiográfica existente, los mitos sobre la Inquisición siguen vivos. Este libro es un relato de hechos en los que se nos arroja luz sobre la historia y el funcionamiento de este controvertido tribunal, en una postura aséptica con la intención de incrementar nuestros conocimientos y cambiar las posibles ideas anteriores que tuviéramos. Por momentos me ha parecido de corte defensivo aunque no justificativo. Contiene numerosa información y presenta al final un cuadro cronológico y una bibliografía recomendada, entre la que se encuentra el libro «Historia de la Inquisición Española» de Henry Kamen, editado en 1973 y que espero los servicios de Correos estén a punto de entregarme para proceder a su lectura. El tema es interesante… para quién le interese. Y yo estoy interesado.

miércoles, 15 de enero de 2014

Nota de suicidio, Sirkka Ports

@SirkkaPorts Nada como un relato ligero después de atracones de libros de gran tamaño. La disponibilidad electrónica gratuita de este libro en descarga promocional con el añadido de los comentarios de los lectores que han despertado mi interés, me han hecho decidirme por él. Ahora se encuentra a un precio de 0,89 euros. Autora desconocida, ópera prima, española a pesar del seudónimo que esconde el nombre real de Raquel Puertos, se esmera en promocionar sus libros en esta jungla; «El octavo sacerdote» que parece tiene mayor extensión y que se puede adquirir electrónicamente al precio de 1,49 euros es otra de sus publicaciones. Palabras de la propia autora en su blog comentan su nacimiento como escritora: «Sin embargo la experiencia con mi Kindle me marcó. Una tarde aburrida en casa me decidí por leer un relato corto (cuyo autor no voy a nombrar) y cuando mi marido me dijo que lo había publicado el autor directamente en Amazon se hizo la luz para mi y decidí que si él lo había conseguido yo también iba a autopublicarme. Así nació mi relato "Nota de Suicidio", fue un reto, la forma de demostrarme a mí misma que puedo conseguir lo que me proponga en la vida. Aquí os dejo el enlace por si quereis leerlo, si lo haceis estareis dándole vida a un sueño. Gracias».
«Me llamo Victoria, hoy cumplo 16 años y hoy voy a suicidarme»
Así comienza un relato que nos habla de Victoria, una joven adolescente que no puede más y el día en que cumple los 16 opta por un suicidio en el que lleva pensando seis años como medio para poner fin a un sufrimiento continuado infringido por su padrastro, Marcos Ruano, un médico de renombre en la ciudad. La idea es vengarse de él dejando una nota de suicidio delatora que en lugar de ser encontrada por la madre o la policía, extrañada por esta ausencia, es hallada por el padrastro, que la oculta pero no la destruye. Victoria sigue presente en la novela como un espectro que en los primeros momentos no puede más que asistir a los hechos y transmitirnos sus pensamientos sin participar ni dar indicaciones a los vivos. Una niña ha desaparecido en la ciudad y el padrastro tiene mucho que ver en ello. Poco a poco Victoria consigue mover las cosas y mediante determinados hechos va conduciendo a su madre y a la policía, la inspectora Ramos, en el cerco del padrastro, que no conforme con el suicidio de Victoria planea el asesinato de su mujer y de la niña …

Me llevó menos de una hora la lectura de sus 16.398 vocablos. Se trata de un tema duro, de actualidad, una historia muy rápida, con algunos «flashbacks» aclaratorios y con un planteamiento de fantasía bien llevado aunque no novedoso, que seguramente en plumas de escritores o escritoras más avezados habrían dado más juego. Pero esto es solo una opinión, porque la historia sirve de distracción y toca un tema que pone los pelos de punta cual es el asunto de los abusos sobre los menores precisamente por sus propios progenitores, algo que mucho me temo estará ocurriendo en estos mismos momentos en muchos hogares, especialmente en caso de segundas o posteriores parejas. Algunos giros y cambios de ritmo en la narración me han parecido extraños pero quizá añaden un plus en el interés, que sube a ritmo creciente a medida que se avanza en la lectura para conocer un desenlace que no se deja atisbar.

Al parecer en sus primeras ediciones presentaba faltas de ortografía, por las que la autora pide disculpas al final, pero han debido ser corregidas pues no he notado ninguna en la edición descargada. Esto es la maravilla de los libros electrónicos, que siempre pueden ser actualizados y arreglados.

domingo, 12 de enero de 2014

Un árbol crece en Brooklyn, Betty Smith


Ni idea de esta autora ni de este libro hasta que me fue impuesta, cariñosamente, su lectura por uno de los clubs de lectura en los que me muevo, lo que supone en este caso una sorpresa mensual. Betty Smith, nacida en el propio Brooklyn a finales del siglo XIX y que alcanzó fama y éxito internacional como novelista con este libro, era hija de inmigrantes en aquellos primeros años del siglo XX en que llegaban a Estados Unidos personas de todas las partes del mundo buscando el «sueño americano» para subsistir y labrase un porvenir. Viendo su biografía y leyendo su novela, se pueden encontrar muchas similitudes en sus personajes, especialmente en Francie Nolan con cinco años de «decalaje» en edad. La novela fue publicada en 1943 y llevada al cine en 1945 bajo la dirección de Elia Kazan con su título original en inglés «A Tree Grows in Brooklyn», aunque su traducción al español no tiene nada que ver: «Lazos humanos». Otras novelas de publicación posterior como «Tomorrow Will Be Better» (1948), «Maggie-Now» (1958) y «Joy in the morning» (1963) no alcanzaron el éxito e incluso la crítica fue muy dura con ellas.

El relato describe la vida de una familia en los albores del siglo XX en Brooklyn, uno de los cinco barrios de Nueva York. La madre, Katie, lucha desesperadamente por sacar adelante a su familia contando con poca ayuda de su marido, Johnny, que bebe regularmente y aporta poco peculio al hogar y de forma intermitente. En todo momento queda claro que en las familias de las Nolan las que mandan son ellas. Los dos hijos, Francie y Neely van creciendo como pueden bajo la atenta mirada de su madre que hace todo lo posible por darles instrucción, en el colegio y en la vida. Muerto el padre y Katie embarazada, Francie tendrá que dejar momentáneamente los estudios para comenzar a trabajar como lectora de diarios en una empresa disfrazándose la edad y haciéndose pasar por una persona más mayor. En un final feliz, la familia rehace su vida y se libra de toda penuria al aparecer en escena un viejo conocido.
Un árbol crece en Brooklyn. Algunos lo llaman el árbol del Cielo. Caiga donde caiga su semilla, de ella surge un árbol que lucha por alcanzar el cielo. Crece en solares delimitados por tablas entre montones de basura abandonada. Es el único árbol que crece en el cemento. Crece exuberante... sobrevive sin sol, sin agua, hasta sin tierra, en apariencia. Podríamos decir que es bello, sino fuera porque hay tantos de su misma especie.

¡Oh! Cómo desearía volver a ser niña, cuando todo era tan maravilloso.
Se trata de una narración cautivadora del simple y llano transcurrir de la vida de una familia en un ambiente duro y extremo, de miseria y de hambre. Nada especial ocurre en la cotidianeidad, pero es hermoso asistir a estos bellos pasajes contados con maestría desde nuestra butaca. En mi caso me ha servido para rememorar mi visita a Brooklyn hace una quincena de años con lo que es un plus añadido. Con una cierta extensión, 512 páginas en edición impresa o 150.000 vocablos en electrónico, vamos viendo pasar los años de las relaciones interfamiliares y con los vecinos aprendiendo en cabeza ajena del desarrollo de las vidas de otras personas. Las muchas decepciones diarias con alguna esporádica alegría no son capaces de generar desesperanza en los personajes que se resisten a ver dinamitados sus sueños de un futuro mejor. A poca sensibilidad que dejemos escapar, hay momentos memorables en el relato que podemos disfrutar con una lectura pausada dejando volar nuestra imaginación y evocando nuestras propias imágenes.

Respecto de la película, supongo que me hubiera gustado más de haberla visto sin leer el libro. Dice el refrán que «una imagen vale más que mil palabras» pero las muchas imágenes que conforman las dos horas de duración no hacen honor al libro, mucho más rico en matices y escenas, que en la película ni han sido tratadas o se ha hecho de forma superficial o cuando menos extraña. Mi recomendación, como siempre, leer el libro primero y ver la película después.

Algunos párrafos extractados
Katie se había casado con Johnny porque le gustaba cómo vestía, cómo bailaba y cómo cantaba. Pero, como mujer que era, una vez casada, se empeñó en cambiarle.

El vendedor de té tenía una balanza maravillosa. La componían dos platos de latón, lustrados diariamente durante más de veinticinco años hasta quedar delgados y frágiles, que parecían de oro brillante. Cuando Francie compraba … El instante en que los dos platillos dorados quedaban quietos en perfecta igualdad de peso era hermoso y sereno. Parecía que nada malo pudiese pasar en un mundo donde las cosas pueden equilibrarse tan quietamente.

¿Acaso el dinero proporciona esas cosas? No. Eso quiere decir que hay algo más que el dinero. La señorita Jackson enseña en el colegio gratuito y no es rica.Trabaja por hacer caridad. Vive en un modesto cuartito en el último piso, tiene un solo vestido, pero siempre lo lleva limpio y bien planchado. Cuando habla, mira a las personas a los ojos, y escuchar su voz es como si se estuviese enferma y con sólo oírla se mejorase. La señorita Jackson sabe muchas cosas, es comprensiva también. Puede vivir en medio de un barrio inmundo y seguir siendo limpia y fina como una actriz en el escenario, como algo tan delicado que se puede mirar pero no tocar. No se parece en nada a la señora McGarrity, que tiene tanto dinero y es demasiado obesa y trata tan mal a los que llevan mercancías al negocio de su marido. ¿Y cuál es la diferencia entre ella y la señorita Jackson que no tiene dinero?». En el cerebro de Katie surgió súbitamente la respuesta, tan sencilla que fue como si un relámpago de asombro cruzara su mente. ¡Educación! Eso era. Era la educación lo que diferenciaba a las dos mujeres. La educación los colocaría por encima de la miseria y la inmundicia. ¿La prueba? La señorita Jackson era educada y la señora McGarrity no lo era.

«La gente siempre cree que la felicidad es algo que se pierde en la distancia —pensó Francie—, una cosa complicada y difícil de conseguir. Sin embargo, ¡qué pequeñas son las cosas que contribuyen a ella! Un lugar para refugiarse cuando llueve, una taza de café fuerte cuando una está abatida, un cigarrillo que alegre a los hombres, un libro para leer cuando una se encuentra sola, estar con alguien a quien se ama. Esas son las cosas que hacen la felicidad».

lunes, 6 de enero de 2014

La vida privada de Mona Lisa, Pierre La Mure

Un aviso para navegantes: no se le ocurra atisbar siquiera las primeras líneas del prólogo de este libro, pues si lo hace lo más probable es quede atrapado y no pueda dejar de leer hasta acabarlo. Al menos eso es lo que me ocurrió a mí que dejé la lectura en curso y me puse afanosamente y con deleite a devorar las casi 400 páginas de este libro en su edición impresa, dado que no he podido encontrarlo ni vivo ni muerto en edición electrónica. Al final de esta entrada reproduzco un pasaje del prólogo con una interesante comunicación del autor sobre la novela histórica, la historia novelada o, nuevo concepto para mí, la historia dramatizada.

Pierre La Mure nació en Niza en 1909 pero con motivo de la Guerra Mundial tuvo que marchar a EE.UU., donde falleció en 1976. Un año antes, en 1975, publicó «La vida privada de Mona Lisa», último libro de una serie de otros como «Moulin Rouge», dedicado a la vida de Toulouse-Lautrec o «Claire de lune» sobre Debussy.

Donna Lisa de Gherardini del Giocondo, «Mona Lisa» o lo que es lo mismo «Señora Lisa», ha pasado a la historia por el mundialmente conocido y estudiado cuadro obra de Leonardo da Vinci que se conserva en el museo parisino del Louvre desde 1797. Contemporánea de nuestra Juana I de Castilla, tercera hija de los Reyes Católicos, nacida en 1479, no hubiera pasado a la historia de no ser por el capricho de Giuliano de Médicis, su amor de juventud, que hizo el encargo del cuadro al maestro Leonardo para ponerlo en la pared de su dormitorio. Realmente en el libro se habla poco de la vida de esta mujer pero es el eje sobre el que pivotan una serie de historias de vidas y sucesos de esos finales del siglo XV en Italia con espléndidas y detalladas descripciones históricas de los personajes que rigieron los destinos de Italia y países vecinos, entre ellos del propio Leonardo da Vinci y su errática personalidad probablemente consecuencia de su genialidad, nunca realmente demostrada en diferentes campos. El nombre de «La Gioconda», alegre en su acepción castellana, deriva de su condición de esposa de Francesco di Giocondo, un hombre mucho mayor que ella al que aborreció en sus inicios matrimoniales pero por el que tuvo gran respeto y devoción hasta su temprana muerte, si bien en esto hay ciertas discrepancias históricas, que por otra parte no han sido aclaradas por el autor aunque numerosas notas al pie indican sucesos reales acontecidos en el momento de la narración.
Coqueteaba un poco con uno que otro joven apuesto, pero solo lo hacía para asegurarse de que aún conservaba sus atractivos. Los ojos masculinos, descubrió, constituían el más sincero de los espejos
Lisa caló enseguida a Leonardo que seguramente cumplió el encargo de pintar el cuadro e incluso alargar su finalización porque le gustaba la compañía y las «regañinas» de su modelo …
Pronto Lisa descubrió su patética vanidad y su quimérica fe en sí mismo, su curiosidad compulsiva que le hacía revolotear de una ciencia a otra, su psicótica incapacidad para terminar nunca nada, su costumbre de firmar contratos que luego no cumplía, de quedarse con los adelantos recibidos sin entregar nada a cambio.

Lisa cada vez comprendía más claramente que la muerte de Albiera le había privado, a los doce años, del amor y de la firme y tierna guía que tal vez hubiera conseguido hacerle perseverar en una carrera artística en la cual, son su extraordinario talento, hubiera podido conseguir, si no riquezas, al menos un decoroso éxito. Perdida Albiera, se había convertido en una nave sin timonel, arrojada de aquí para allá según las ráfagas de su fantasía.

El artista incomparable se hizo festejador: malabarista, mago, cantante, tocador de laúd y finalmente, por un amable capricho del destino, festaiuolo o maestro de festividades. Sus halagos, unidos a su habilidad para cantar y tocar el laúd, le permitieron ganarse la protección de Beatrice. Su éxito en situarse en la escala social, le permitió moverse en los límites del deslumbrante mundo social en que tan desesperadamente deseaba ingresar.

Pero su insaciable ambición de obtener fama y fortuna no le había abandonado jamás. Toda su vida había intentado sorprender al mundo, como escultor, como arquitecto, como ingeniero, como pintor de murales y, por fin, como fabricante de sus propios inventos.

Ahora a los cincuenta y un años , tras fracasar en todo, volvía a encontrarse en el lugar que le correspondía, con un pincel en la mano y ejecutando un admirable retrato ….
No puedo valorar la veracidad de los hechos narrados pero este libro, con el que me he encontrado por casualidad al comprarle de viejo en internet para una amiga, pero sus páginas sí contienen un relato maravilloso y cautivador. Tuve la oportunidad de visitar la capital de la región italiana de la Toscana, Florencia, y aunque han pasado más de treinta años he recordado vivamente los incomparables rincones de esa ciudad, sus monumentos, su río, los comercios de su «ponte vecchio» … La atmósfera de la época, las gentes y sus vidas en la Italia renacentista, con sus problemas, sus comercios, sus guerras y peleas, me han llegado con intensidad y me han hecho disfrutar momentos memorables, asistiendo casi en persona a esa época dorada de la historia. Con ello, me han quedado claras dos cosas: que leeré el libro de nuevo pasado un tiempo y que tengo que volver de nuevo a Florencia; lo primero es fácil de cumplir y lo segundo se intentará.

Y como ya he comentado al principio, en la parte final del prólogo, escrito por el propio autor se aclara que …
Ahora debo explicar por qué escribí este libro histórico en forma de biografía dramatizada.

Dramatizada, que quede claro; no novelada.

No es, en absoluto, la misma cosa. En el primer caso, nos hallamos ante una forma legítima y efectiva de narrar la historia, utilizada ya por el historiador griego Tucídides en el siglo IV antes de Cristo. La segunda es pura invención.

Para algunos, la historia es solo el registro sistemático de los hechos del pasado, particularmente, las guerras: todo ello en términos muy desapasionados y precisos. El problema de esta concepción reside en que la historia no tiene nada de precisa. De hecho, con la posible excepción de la teología, probablemente sea la más imprecisa de todas las ciencias.

La descripción del pasado ofrece casi tan pocas garantías como la predicción del futuro. Las fechas no concuerdan los documentos se contradicen. Los historiadores no logran ponerse de acuerdo sobre nada ni nadie. Por ejemplo, Colón nació en Cataluña, Andalucía, Galicia, Córcega, Génova y, como mínimo, en otras once ciudades italianas, todas las cuales poseen alguna u otra prueba en lo cual apoyar sus pretensiones.

Para otros, entre los cuales me encuentro, la historia es la resurrección de la gente, además de los acontecimientos, de una época pretérita: como hablaban, comían o rezaban; sus costumbres, sus canciones, sus medicamentos, sus creencias, sus alegrías y temores.

El máximo logro en el campo de la biografía dramatizada es "Guerra y Paz de Tolstoi". Narra la historia de una familia rusa en tiempos de la campaña de Napoleón en Rusia. Tolstoi fue oficial y pudo haber plasmado muy pedantes y tediosas descripciones de las maniobras tácticas. Muy sabiamente, dejó esa tarea para los manuales de estrategia y escribió una obra maestra de la literatura, y también un excelente libro de historia.

Ante la tarea de narrar mi historia, que es la de una ama de casa florentina y su familia en tiempos de las diversas invasiones francesas, decidí, con toda humildad, que la mejor opción era intentar seguir, en la medida de lo posible, el ejemplo de Tolstoi y escribir mi libro en la forma que él habría escogido.

Las innumerables notas que jalonan estas páginas servirán de garantía al lector de que no he sacrificado la exactitud histórica en este intento de exponer la vida de esta famosa, y, sin embargo, poco conocida, dama del Renacimiento, las personas que frecuentó, los dos hombres que amó y los turbulentos tiempos que le toco vivir

miércoles, 1 de enero de 2014

El hombre inquieto, Henning Mankell

El club de lectura de ALQS2D en este cuarto trimestre del año 2013 nos ha puesto ante un nuevo relato de este autor teniendo como protagonista al inspector Kurt Wallander y por lo que parece es el que cierra la serie según manifestaciones del propio autor. Un párrafo escueto remata las aventuras de este inspector: «La sombra se había acentuado. Y muy despacio, Kurt Wallander fue desapareciendo en una oscuridad que, unos años después, lo sumió en ese universo de vacío que llamamos Alzheimer. Y después nada. El relato de Kurt Wallander termina ahí, irrevocablemente. Los años que le queden por vivir, diez o quizás algunos más, le pertenecen a él, a él, y a Linda, a él y a Klara. Y a nadie más». Según mis cuentas, que pudieran estar equivocadas, este es el undécimo libro aunque en algunas listas aparecen algunos más e incluso uno menos, por ser historias tangenciales que tienen relación con este protagonista. Hay más libros de este autor comentados en el blog que pueden accederse con el buscador. De este autor sueco, Henning Mankell, nacido en 1948, poco que decir que no se sepa ya por su dilatada y conocida trayectoria como novelista y dramaturgo, habiendo triunfado a nivel mundial de forma indiscutible en este género dado en llamar de la novela negra.

En el entramado de la historia que podemos leer encontramos un poco de todo, desde lo puramente policial hasta las relaciones personales y familiares del protagonista en la etapa final de su vida llegando ya a la vejez, ancianidad o tercera edad, según queramos. Su hija Linda, también policía, ha encontrado como pareja al hijo de un conocido militar que ocupó altos cargos en la marina Sueca durante el período de la guerra fría y que se encuentra retirado. En una fiesta de cumpleaños recibe una confesión directa aunque confusa de su consuegro sobre hechos acaecidos años atrás en relación con la invasión del espacio marítimo sueco por submarinos rusos y que no tuvo contestación alguna por parte del Gobierno Sueco de Olof Palme. Al poco tiempo tanto él como su esposa desaparecen de forma misteriosa apareciendo al poco tiempo el cadáver de ella en extrañas circunstancias que dan a entender como un suicidio que nuestro inspector se resiste a asumir. A pesar de no estar asignado a este caso, en ratos libres, vacaciones y escapadas, Kurt Wallander se mete de lleno en el asunto llegando con su fino olfato y a pesar de todo a esclarecer todos los hechos, que tendrán un final sorprendente que lógicamente no debemos desvelar aquí. Paralelamente a todo esto, episodios y recuerdos de la vida personal del inspector se entremezclan en el relato.

Los sueños tienen un valor intrínseco, aunque no se hagan realidad.

A pesar de no ser aficionado a este tipo de relatos y como ya ocurriera con los otro cuatro libros de esta serie que he leído además de este, he de reconocer que es un buen libro, una buena y entretenida historia, andamiada sobre ciertos hechos cuasi reales y que mantiene la atención del lector página tras página, con un lenguaje sencillo pero potente para despertar la imaginación del lector. Si bien considero muy repetitivas, llegando a ser pesadas, ciertas acciones de la esfera personal del inspector, reconozco que me ha dado muchas pistas sobre lo que ocurre a una persona que acude al encuentro con su vejez, comienza a tener lagunas y la certeza de que sus días se acaban, sus ilusiones se ven contenidas y empiezan a aparecer síntomas que hay que asumir y llegar a convivir con ellos, tales como olvidos, pequeños accidentes, soledades, recuerdos, seres queridos y amigos que desaparecen, entre otras muchas cosas. En las propias palabras de nuestro protagonista «Nada es lo que parece ser.»

Como no podía ser de otra manera dada su trayectoria anterior, muchos consideraran este libro como un declive definitivo en este autor pero a mi juicio no desmerece la serie y el aliciente de ser el último impele su lectura aunque no se hayan leído los anteriores, pues su relato argumental es independiente.

Para los amantes de la novela negra mencionaré aquí un enlace a un blog que he encontrado en mis pesquisas policiales por la red y que me ha parecido muy al día, muy interesante y con mucho contenido sobre este tipo de relatos: «detectivesdelibro»