BÚSQUEDAS en este blog

sábado, 30 de marzo de 2013

El Hobbit, de J.R.R. Tolkien

John Ronald Reuel Tolkien, nacido en 1892 en lo que hoy es Sudáfrica y fallecido el 2 de septiembre de 1973 en Inglaterra, es también el autor de la archiconocida “El señor de los Anillos” y otra serie de libros que han motivado que sea conocido como uno de los padres de la moderna literatura fantástica. “El Hobbit” fue escrita por partes desde finales de los años 1920 hasta principios de los años 1930 con el objetivo de divertir a sus hijos pequeños, pero los manuscritos acabaron en manos de una editorial que le publicó en 1937 en el Reino Unido dirigido a un público infantil y juvenil.

Bilbo Bolsón es como cualquier hobbit: no mide más de metro y medio, vive pacíficamente en la Tierra Media, en la Comarca, y su máxima aspiración es disfrutar de los placeres sencillos de la vida, a saber, comer bien, pasear y charlar con los amigos, no en vano una de sus principales virtudes es practicar la vaguería. Su casa es resplandeciente y dispone de toda clase de comodidades. Pero el mundo idílico de Bilbo se trastoca cuando una mañana recibe la inesperada visita del mago Gandalf: su vida cambiará para siempre. Con el propio Gandalf y una pandilla de trece enanos —Thorin, Bilbo, Balin, Glóin, Bifur, Bofur, Bombur, Dwalin, Ori, Dori, Nori, Óin, Kíli y Fíli—emprenderá un viaje hacia la Montaña Solitaria para recuperar el valioso tesoro custodiado por Smaug, un terrible y enorme dragón.

Siguiendo el mapa facilitado por Gandalf, tendrán que superar en su viaje muchísimos peligros en un mar de aventuras que jamás hubiera podido ni imaginar y que lo convertirán en el hobbit más famoso del mundo. La personalidad de nuestro héroe va evolucionando a medida que transcurre la historia, sorprendiéndose el mismo de sus cambios de planteamientos. Trolls, orcos, arañas enormes, trasgos, lobos, águilas, elfos… un sinfín de compañeros de viaje que pondrán en serios apuros a la expedición. En una de las aventuras, Bilbo se hará con un misterioso anillo, que antes pertenecía al siniestro personajillo Gollum, y que tiene la virtud de volver invisible a quien lo lleva. Ese anillo será clave en la lucha contra Saurón en otra gran aventura: El señor de los Anillos.

El estreno en las pasadas navidades de la película de Peter Jackson con la primera parte de esta historia me hizo devorar este libro en pocos días. Se trata de un libro relativamente corto, de menos de 300 páginas en su edición impresa, por más que de él se hayan realizado tres películas de más de dos horas de duración. Su lectura es ágil y entretenida, para todos los públicos de cualquier edad, existiendo momentos en que se explaya en detalles nimios en apariencia, pero que a lo largo de la historia recobran su importancia, ensamblados de forma magistral por el autor. Las aventuras y las batallas se suceden con la violencia justa que quiera imaginar el lector, haciendo fluida una historia con la virtud de cautivar a quién se acerque a sus páginas. Los personajes nos resultan simpáticos en sus diferentes facetas de amigos y enemigos de Bilbo.

Un libro especialmente recomendado para niños, de cualquier edad desde que sepan leer. También para mayores: quién no se haya asomado a la narrativa fantástica, de ciencia ficción, este libro es una buena puerta de entrada. Naturalmente cobra importancia si sabemos que es el preámbulo perfecto para El Señor de los Anillos, una obra que se me resiste a pesar de haber visto las magníficas películas sobre el tema.

jueves, 28 de marzo de 2013

Tres poetas de sus vidas: Casanova, Stendhal, Tolstoi. Stefan Zweig

Un estudio literario sobre la autobiografía
con altas dosis de calidad de exposición y estilo.
Puntuación: 4/5



Mi admiración por STEFAN ZWEIG viene de muy atrás.
En una reciente visita a la librería del Museo del Prado, me sorprendió comprobar la amplia oferta de obras de este autor, muestra inequívoca de la profunda huella de los trabajos de este escritor en la cultura Europea y de su actual vigencia, dada la proliferación de reediciones.
Entre los títulos, este estudio, al que me acerco en la pesquisa de la personalidad de STENDHAL , ya ampliamente reseñado en este blog.
STEFAN ZWEIG en este ensayo, a la vez biográfico, literario y psicológico, expone la elección de CASANOVA, STENDHAL y TOLSTOI, como reputados escritores, en sus distintos estilos y formatos, que en períodos de su vida, por distintos necesidades y pulsiones, produjeron sendas autobiografías, de dispar reconocimiento, predisposición temática y calidad literaria.
La premisa del ensayo es el análisis del género autobiográfico, en opinión fundamentada del autor, la más difícil de las disciplinas. Trasladar las experiencias vitales en un texto, con su carga de introspección, de selección y exclusión de situaciones, de emotiva autocrítica, la tensa decisión sobre la revelación de ideas, pensamientos y secretos, la contrición, el inventariar disculpas y confesiones, y darle formato, es una de las tareas creativas más arduas y complejas a las que puede acercarse cualquier escritor.
Estos tres personajes, en sus últimos años de vida, acopiaron información y valor para crear extensas autobiografías, donde exhibieron, sin pudor, con comprensibles omisiones, su compleja personalidad y su devenir vital, desnudando sus almas en este género literario. Personajes que vivieron en distintas épocas y países, con trayectorias brillantes, oscuras o fracasadas, según los casos, pero admirados y reconocidos por la posteridad, a los que podemos acercarnos a través de la lectura de sus escritos autobiográficos.
Como síntesis del copioso estudio:
-CASANOVA, con su nómada deambular por los aledaños de las cortes de casi toda Europa, exhibiendo su furibunda voracidad sexual, insaciable, ávido de contactos con todo tipo de mujeres, independientemente de su condición, edad, profesión, status, en un indómito afán cinegético por la conquista. En su descontrolada vida, tiznada de escándalos, estafas, presidios y consumada en un triste y condescendiente ocaso, acopió un abrumador, inigualable material de experiencias sexuales, con sus particulares y variados escenarios, plasmados en sus memorias. Esta confesión exhaustiva y desinteresada es un catálogo desapasionado, modesto, de sinceridad descarnada, donde el autor prescinde de artificios retóricos, en una enumeración descriptiva de las situaciones.
 
 –STENDHAL, con su lacerante y vulgar aspecto, de rasgos mediocres, oronda barriga y extremidades minúsculas, fue provisto por la naturaleza, sin embargo, de una sensibilidad analítica y sagaz, que afloraba en sus desordenados escritos. En las relaciones con sus contemporáneos fue capaz de escrutar comportamientos y actitudes psicológicas filtradas por el diletante tamiz de sus prodigiosas dotes de observación, preludio de la novela psicológica, que nacerá muchas décadas después, sin haber reconocido a este escritor el mérito de sus aportaciones. La calidad y nitidez de sus apreciaciones, con toques impresionistas, en constante dispersión entre las páginas de sus autobiografías, acreditan la profundidad del pensamiento de STENDHAL, y sobre todo, la desgarradora sinceridad de un personaje solitario, complejo, áspero e irrepetible.
 
–TOLSTOI, una fuerza de la naturaleza de salud inquebrantable, admirado y agasajado por sus coetáneos, pero abatido, desde muy corta edad, por dudas, crisis existenciales, en búsqueda de significados metafísicos, sobre Dios, la bondad, el sentido de la vida, para esquivar a su gran enemigo: el visceral miedo a la muerte. En estas fases de confusión, atravesó etapas religiosas, místicas, ascéticas, reivindicativas en defensa de la desaparición del Estado y de la propiedad privada. En una de ellas, renunció a sus propiedades en favor de sus familiares, y vistió indumentaria humilde, obligándose a unas espartanas condiciones de vida, trabajando en labores agrícolas. Con esa postura y actitud, sólo demostró una histriónica y farisea empatía hacia los pobres, los agricultores, los desfavorecidos, pues, simultaneaba esas privaciones con su condición de noble millonario, disfrutando de su mansión y privilegios. Esta dualidad y consciente culpabilidad es vertida en su autobiografía, con la maestría estilística de su pluma. Con relación a este autor existe una muy interesante reseña de cris tina, colgada en Enero de 2.013, a la que podéis acercaros clickenando aquí.-
 
Este libro es un ameno estudio de la biografía de estos tres escritores, centrado en su escritos autobiográficos y en el resto de su producción literaria, donde STEFAN ZWEIG exhibe, además, su extenso conocimiento literario, histórico y filosófico, de los personajes, en una prosa cautivadora, plagada por la característica introducción del autor de metáforas y símiles explicativos.
Su lectura siembra una inquietud por acercarse al mundo de CASANOVA, STENDHAL y TOLSTOI, cada uno por distintas motivaciones y atractivos, pero sobre todo, por el hilo conductor del ensayista, que imprime al estudio una cadencia de exposición fluida y a la vez tensa, en una prosa divulgativa característica y muy personal. Un estilo de escribir ensayo, quizás anacrónico, pero con muchos adeptos entre los que, orgulloso y agradecido, me encuentro.-
Dadle una oportunidad y comprobaréis el embrujo de alguno de sus párrafos.



domingo, 24 de marzo de 2013

Una Palabra Tuya, Elvira Lindo

Una novela de perdedores con una
moraleja de esperanza.
Puntuación 3,5/5
Rosario y Milagros son dos mujeres de más de treinta años, consideradas como raras por su fisonomía y personalidad. Comparten una extraña amistad, de compromiso desigual y un trabajo marginal de barrenderas en Madrid.
Rosario, en primera persona monologa sobre su dura vida, repleta de vicisitudes y fracasos. Una infancia sin padre, la larga enfermedad de su madre, contemplando el descenso de un progresivo hundimiento hacia la senilidad y la locura, la controvertida relación con su hermana Palmira, escasos contactos sexuales, el escarnio de falsas acusaciones de su presunta homosexualidad. En resumen una solitaria y monótona existencia.
 El único asidero es la amistad incondicional y servil de Milagros, a la que detesta como espejo y símbolo de su propia inadaptación, de su fragilidad de carácter. Ambas mujeres arrostran un pasado común de aborrecimiento, un catastrófico tránsito de la juventud a la madurez, con fracasos académicos y laborales como taxistas y limpiadoras.
 Sus caracteres son antagónicos y simbióticos. Milagros, marcada por su gordura y fealdad, es una mujer pragmática, servicial, dúctil, una superviviente condescendiente con los caprichos y continuos desprecios de su amiga. Su anverso, Rosario, es una persona reflexiva, pusilánime, insegura y sedentaria. Sobreviven en un precario umbral de subsistencia, barriendo las calles, compartiendo relación con unos compañeros de trabajos de limitadas expectativas e inquietudes. Un círculo vicioso de mediocridad.
La escritora construye una novela actual, desabrida, molesta por su contenido y escatología, de personajes que arrumban fracasos, con biografías lastradas por el infortunio de una tácita exclusión social y por la soledad. Elvira Lindo, demuestra el dominio de la estructura, guardando los mejores naipes para las últimas páginas de la novela. Sencillamente memorables. Comienza el libro en una confusa prelación de las desgracias de las protagonistas, expuestas en un lenguaje repleto de vulgarismos, con la franqueza del idioma coloquial, callejero, sin suprimir tacos y convencionalismos , donde, además se entreveran profundas reflexiones y un sutil sentido del humor entre las desgracias. Al final de la obra, el estilo y las formas se suavizan, adquiriendo toques de lirismo y se desvela la profundidad de los personajes, con inesperadas revelaciones que redondean el relato, en una transformación del tono y del ritmo de la narración. Un broche a la novela sorpresivo y emotivo.
Una propuesta narrativa audaz, plagada de perdedores, en un universo de personas desesperadas, víctimas de pasados familiares infames, condicionados por el temprano abandono, el suicidio, el desprecio materno, la enfermedad, las relaciones familiares resquebrajadas por el resentimiento y pese a ello,  bella y esperanzadora. Una relato contemporáneo, descarnado, veraz, áspero en su lenguaje y sólido en su estructua.
En el Club de Lectura del Escorial este mes se ha debatido este libro, suscitando profundas reflexiones y comentarios, admirando, sobre todo la credibilidad de situaciones y personajes, y con ciertas críticas a la escatología del lenguaje utilizado.

sábado, 23 de marzo de 2013

A rainha adúltera, Marsilio Cassotti

En mi búsqueda de información sobre las tres Juanas de la realeza española que fueron vilipendiadas y de qué manera en los siglos XV y XVI, me topé con este libro cuyo título completo, en castellano, es. “La reina adúltera. Joana de Portugal y el enigma de la excelente señora. Crónica de una difamación anunciada”. Si bien el autor es de origen argentino y por lo tanto es más que presumible que este libro esté originalmente escrito en castellano, no he sido capaz de encontrarlo publicado en esa lengua, pero si en portugués, traducido por tanto. Las maravillas de internet permiten localizarlo en una librería de Lisboa y tenerlo en tus manos a los dos días, presto y dispuesto para su lectura.

Joana de Portugal, hermana del rey portugués Alfonso V, fue una mujer de excepcional belleza y muy buena formación, que tuvo la desgracia de convertirse muy joven, con apenas dieciséis años, en la segunda esposa de Enrique IV. Un rey pusilánime en su gobierno y que en sus cuestiones personales e íntimas se destacó por su casi constatada impotencia. Su primera mujer, Blanca de Navarra fue devuelta a su reino tan entera como vino, mientras que Joana dio a luz a una hija, Juana de Castilla, que desde su nacimiento fue objeto de burla al aplicarla el apodo de La Beltraneja y a la que su tía y madrina Isabel, la conocida como La Católica, apartó de la línea sucesoria consiguiendo su encierro durante casi cincuenta años en un convento de Portugal. De excepcional belleza, tuvo que sufrir durante toda su corta vida los embates amorosos de unos y otros, excepto los de su marido que se distinguió por sus ausencias y por incluso insinuarla que cediera a las pretensiones de sus validos. Al final, estando encerrada en Alaejos, en el castillo del arzobispo Fonseca como rehén, disfrutó del amor en la persona de Pedro de Castilla, del que tuvo dos hijos. Entrando y saliendo en la política real como moneda de cambio según conveniencias, su azarosa vida transcurrió por derroteros que a cualquier persona hubieran sacado de sus casillas.

¿Adúltera? De forma demostrada, sí, con veintiocho años y toda una vida previa de injurias y desatinos. Yo diría que hasta tenía derecho y no dejaba de ser una forma de realizarse como mujer y protestar contra los que la habían inferido toda clase de vejaciones, empezando por su marido el rey. El libro es un concienzudo estudio sobre la vida de Joana, excelentemente detallado con profusión de fechas y situaciones, con comentarios de otros autores. Es una lástima que mi conocimiento del portugués sea nulo, lo que ha llevado a que la lectura haya sido ardua por este hecho, con lo que no puedo evaluar su amenidad.

Es la primera vez que leo un libro en un idioma como el portugués, parecido al castellano. Al principio, las búsquedas al diccionario han sido frecuentes, pero a medida que se avanzaba en la lectura esta se puede conseguir con relativa fluidez. De hecho el libro me ha servido para tomar numerosas notas para mi trabajo. En estos momentos se echa de menos tener el texto cargado en un lector electrónico, en el que sería perfectamente posible disponer del correspondiente diccionario portugués-español con lo que el acceso al diccionario sería automático para todas aquellas palabras en las que fuera necesario. Maravillas de la tecnología que se intuyen y que serán el pan nuestro de cada día en un futuro inmediato. Quizá algún día no muy lejano pueda leerlo de nuevo en castellano.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Memoria de unos ojos pintados, Lluis Llach


Una novela dura y pasional
sobre la Guerra Civil española
tras la que se esconde una bella
historia de amor entre hombres
Puntuación 4/5.-

No es la primera vez, ni será la última, que la Barcelona de la Guerra Civil española sea el tema de una novela. Medio centenar de libros en tordo a esta idea narrativa vienen a mi mente, cada uno con sus virtudes y lacras, de variada propuesta y valía literaria.
Pero esta obra merece una encendida reseña en extremo elogiosa por motivos muy diversos.
Germinal Masagué y Guillaume, personaje central, hoy anciano de ochenta y siete años, monologa su vida en una grabación en presencia de Lluis, un director de cine. El motivo de la entrevista es el presunto interés de hacer una película con el material resultante. El cineasta es una mera anécdota, un personaje pasivo y silente, testigo de la confesión retrospectiva de la vida de un hombre viejo, con un estrafalario aspecto, en el que dominan unos ojos “descaradamente pintados con unas líneas azuladas, vulgares pero estudiadas”.
 En veintiséis grabaciones, narra un monólogo de la historia de sus años de juventud en el barrio de la Barceloneta. Un escenario, en aquella época proletario, humilde, siendo el personaje integrante de una familia arquetípica. Josep Massagué, el padre, un anarquista activo en el gremio de las dependencias portuarias de Barcelona, y su madre, Marie Guillaume, francesa de Seté, emigrada a España tras la estela del amor de su marido. Desde el principio las confesiones se epicentran en Mireia, Joana, David y el propio Germinal. Una pandilla de cuatro amigos de idéntica edad, hijos de típicos hogares barceloneses del barrio. La narración girará en torno a pescadores, estibadores, sindicalistas, costureras e incluso contrabandistas, precarios eslabones de los sectores más desfavorecidos, que con humildad, conviven compartiendo frío y hambre, en una existencia precaria y combativa, en una gregaria lucha por la vida impregnada de solidaridad vecinal. 
Todos ellos comparten la confianza en la importancia de la instrucción y la cultura como catapulta hacia el progreso social, simbolizada por el personaje del librero Ramón Ramanguer, instigador del acercamiento a los libros, al conocimiento y a la enseñanza entre los obreros, así como la Escuela del Mar, templo de salvación, como centro de instrucción para los hijos de obreros.
El Mediterráneo lame la escena de la novela en una incesante referencia a su presencia de olores y coloridos, con su significado simbólico de liberación y provisión. En uno de los episodios, memorable, a mi opinión,  se convierte en una atalaya flotante, desde la cual David y Germinal, en una pequeña barca, contemplan la devastación apocalíptica de la aviación, vomitando bombas sobre la ciudad. Una escena de pirotecnia demoledora de construcciones, vidas y resistencias, premonitorio de la derrota final. En la playa de la Barceloneta se ceremonián los acontecimientos más relevantes de los personajes.
Las grabaciones cronifican el denso tejido social barcelonés, donde el anarquismo impetra derechos a una burguesía opulenta.
Los acontecimientos históricos se narran con rigor y secuencia exacta, desde la euforia republicana, hasta la defensa armada tras el alzamiento militar, la disensiones políticas y virulentas de la izquierda, la leva de reemplazos, la Batalla del Ebro, la entrada de los nacionales en la ciudad y la masiva huida, la acechante y cruda represión.
Pero no es una novela histórica, pese al rigor de la narración con los hechos.
Es ante todo una obra de personajes. Un relato intenso sobre la precipitada y cruenta maduración de una generación de jóvenes, centrada en una atípica y bella historia amor entre dos hombres, Germinal y David. Una relación hermosa, atropellada, compleja, donde la homosexualidad, la explícita pulsión de la sexualidad aflora con intensidad entre sus páginas, implicando al lector en la sensualidad latente de la relación entre ambos amigos. El amor sacrificado desde su gestación, prohibido y larvado, aplazado por las contingencia del contexto bélico, impelido a la ocultación por la vergüenza, por el compromiso armado e ideológico de los personajes. Una relación amorosa que transciende a la individualidad de ambos amigos, impulsándoles a descubrir la entidad de su amor y a luchar por su consumación, marcada por la clandestinidad, la crueldad, la violencia, la imposición, y por la venganza.
Pocos personajes pero perfectamente perfilados por sus rasgos humanos o inicuos, creíbles, cercanos, en un escenario que nos abre las puertas a un pasado histórico que aún escuece conciencias.
El enfoque del conflicto es desapasionado sin interpretaciones maniqueas ni arengas ideológicas de vencedores y vencidos. El autor, enfoca la Guerra Civil como un error sangriento y fratricida donde se exhibió el peor instinto de ambos bandos.
Una novela muy interesante en el que debuta como novelista este músico, con una obra sólida, atractiva y cautivadora desde la primera hasta la última de su páginas.-

lunes, 18 de marzo de 2013

HA DEJADO DE LLOVER, de Andrés Barba.

Ha dejado de llover
Andrés Barba
Anagrama, 2012
200 páginas
16,90 Euros; Versión Kindle: 12,34.


Ha dejado de llover, de Andrés Barba (Madrid, 1975) contiene cuatro nouvelles: Paternidad, Astucia, Fidelidad y Compras. Cuatro novelas breves que tienen en común el situarse en Madrid, centrarse en la familia, y <<ser distintas variaciones del mismo tema: una persona, súbita y accidentalmente, entiende por fin la vida de otra>>.

            Sorprende la sutileza con la que el autor ahonda en los pliegues y repliegues de las relaciones familiares, especialmente entre madres e hijas (en Paternidad entre padre e hijo). Unas relaciones en las que hay “algo” que obstaculiza el trato, no cede, oprime, no deja moverse con desenvoltura. “Algo” que es difícil verbalizar, unas veces porque se desconoce qué puede ser ese “algo” (se siente, pero del mismo modo que un niño siente la presencia de un fantasma en la oscuridad); otras, teniendo más claro el problema, no se tiene la presteza necesaria –por falta de costumbre –para encontrar las palabras exactas y existe el miedo a no ser entendido por el otro; o por sentir que se está atravesando un campo de minas, y por mucho cuidado que se ponga, tarde o temprano una de ellas nos va a explotar. Pero lo que caracteriza a estas cuatro historias es que al final nada salta por los aires, ya que todo de una forma natural –sin más –se resuelve: de un modo instantáneo –imprevisto – la vida sitúa a cada uno de los personajes en los que se centra cada una de las historias, en un momento en el que ya comprende al otro. Entonces recordamos el título del libro y su acierto: ha dejado de llover. Y terminamos la historia y miramos por la ventana –del mismo modo que mira ese maniquí de la portada- como cuando deja de llover, y sentimos cierta calma; o si estamos fuera de casa, reanudamos nuestro caminar donde lo habíamos dejado. Ese poso nos deja sus finales, aunque por el camino la atmósfera que nos ha acompañado es de cierta tristeza. La de asistir a la vida de unas personas que no sólo han heredado los gestos de sus padres, el color de sus ojos o de su pelo, también toda una <<herencia sentimental>> (tema que le interesa al autor) que de un modo u  otro les hace moverse con cierta torpeza entre los lazos familiares, que aunque no son elegidos, no dejan de formar parte de nosotros.

            Gracias a la prosa de su autor, que sabe detenerse, observar, prestar atención a temas tan cotidianos y sin embargo, tan difíciles de aprehender con las palabras, asistimos a los vericuetos de la intimidad de unos personajes a los que nos gustaría, en más de una ocasión, tenderles las manos, o quizá ese abrazo que sabemos que deberíamos dar más a menudo y muchas veces, también por torpeza, no damos.

Delicatessen
Patricia L.D.



Del libro: Andrés Barba (Madrid, 1975) se dio a conocer en 2001 con La hermana de Katia (finalista del Premio Herralde y llevada a la gran pantalla por Mijke de Jong), a la que le siguió un excelente libro de nouvelles titulado La recta intención, y cinco novelas más que le confirmaron como una de las firmas más importantes de su generación: Ahora tocad música de baile, Versiones de Teresa(Premio Torrente Ballester), Las manos pequeñas, Agosto, octubre y Muerte de un caballo(Premio Juan March). En colaboración con Javier Montes recibió el premio Anagrama de Ensayo por La ceremonia del porno y es también autor, junto al pintor Pablo Angulo, del Libro de las caídas. Fue elegido por la prestigiosa revista Granta como uno de los mejores narradores jóvenes en español. Su obra ha sido traducida a diez idiomas.
           

viernes, 15 de marzo de 2013

El enigma de las catedrales, José Luis Corral

Con ganas de quitarme el mal sabor de boca del anterior libro (El Códice del Peregrino) de este autor por el que profeso gran admiración , estaba a la espera del abaratamiento de este libro en su formato electrónico, que no se ha producido aún, cuando he podido hacerme con una copia impresa en la biblioteca municipal. Un par de días de lectura me han asomado al fundo fantástico de las catedrales, las catedrales góticas y todo lo que rodeó su nacimiento allá por el siglo XII. Entre 1137 y 1662 se establecieron los primeros pasos de este novedoso estilo que rompía con el románico y huía de su simple bóveda de cañón y sus densos muros hacia unos planteamientos en los que la altura y la luz eran los parámetros básicos. Empezó en Francia con la catedral de Saint-Denis y continuó con las de Sens, Senlis, Noyon y Laon hasta conseguir explosionar de una forma que se extendió a gran velocidad por toda Europa, hasta dejarnos muestras como Chartes, el templo de la virgen, Bourges, la armónica o Beauvois, la colosal. La catedral es la máxima expresión del estilo gótico y aun hoy en día no podemos evitar el quedar sobrecogidos ante estas maravillas en su contemplación externa y no digamos si penetramos en sus interiores y nos dejamos embelesar por la luz, la grandiosidad y la armonía que transmiten el vidrio y la piedra como elementos destacados.

“Todos competían (obispos y prelados) para levantar la catedral más larga, más ancha, más alta y más hermosa de la cristiandad, en una desbocada carrera hacia el gigantismo y la majestuosidad en la que, ante la abundancia de rentas de la época, el único límite los establecían las técnicas, la capacidad y resistencia de los materiales y las fuerzas de la naturaleza, como por ejemplo la de la gravedad, cuya existencia se desconocía entonces”.

Este autor ya ha escrito con anterioridad sobre este asunto aunque con otro enfoque en su novela “El número de Dios”, una obra al estilo de la archiconocida “Los Pilares de la Tierra” pero centrada en catedrales castellanas. Una cuestión que se comenta en uno de los apartados del libro donde se relacionan diferentes libros y autores recomendables sobre este tema con una breve descripción de su contenido

“La escuadra y el cartabón representaban la armonía, la igualdad, la línea recta y la proporción perfecta; el compás, la seguridad, la figura ideal y la relación con lo eterno; y la plomada, la jerarquía, el equilibrio, la ecuanimidad y la justicia.”

El autor ha empleado diez años es un labor de documentación que no solo se centra en descripciones técnicas sino en todo lo que rodea a estos colosos que han llegado hasta nuestros días: la sociedad medieval, los orígenes, como se construye y los problemas que encontraron, los símbolos, los mitos y leyendas que rodearon algunas de las más famosas, la literatura que habla de ellas y el arte condensado en sus muros e interiores y su agonía para dar paso a nuevos estilos. No es un ensayo para buscar en él simple entretenimiento y puede resultar denso por momentos en su proliferación de nombres, fechas, localizaciones y demás detalles, de los que existe un resumen para estudiosos al final del libro así como una extensa y detallada bibliografía.

De forma tangencial, me ha llamado la atención un párrafo que explica lo que no hacemos hoy en nuestro mundo laboral y por ello así nos vá: “…dichos talleres intercambiaron técnicas y conocimientos y se organizaron de una manera formidable, de modo que todo aquello que en cada nueva obra los maestros aprendían mediante la experimentación, lo enseñaban a los operarios más jóvenes de sus talleres, generando así una importante cadena de transmisión del conocimiento.”

jueves, 14 de marzo de 2013

La Masonería, José A. Ferrer Benimeli




Un conciso ensayo
con objetivos muy precisos
y numerosos documentos aclaratorios insertados en el texto
Puntuación 3,5/5

Todo buen libro de divulgación, comienza con la determinación de los objetivo que motivan su escritura. Este libro, desde el principio, delimita concretando los fines perseguidos: definir y esclarecer la masonería desde todos los prismas:
  • determinando de las fuentes.
  • la evolución histórica de la institución
  • sus variantes
  • las espurias interpretaciones vertidas sobre ella
  • su extenso y complicado ideario
  • sus ceremoniales y símbolos
  • los distintos  fines.
La exposición del libro esta fragmentada en numerosos apartados y capítulos, en los que de manera breve, documentada y precisa, despliega la explicación, complementada, algo novedoso y elogiable, con textos reales extractados de archivos históricos, principalmente el archivo salmantino de la Guerra Civil, y una investigación en hemerotecas.
Comienza distinguiendo entre la masonería operativa y especulativa. La primera, auténtico germen de la institución, integrada por miembros e intereses gremiales de la construcción de las catedrales góticas y la segunda, formada históricamente con posteridad, auspiciadas por estas primeras logias, por grupos heterogéneos de personas, de superior formación académica, en torno a ideas de hermandad, solidaridad, aprendizaje y la sabiduría como meta.
El apartado dedicada a las ceremonias masónicas y la descripción  aclaratoria de la simbología es interesante, por la concisión y revelación precisa del significado connotativo de los mismos. Todos estos detalles iconográficos, que inunda nuestras ciudades, pese a pasar desapercibidos, como escuadras, compases, reglas, cartabones, mandiles, están basados en herramientas constructivas y arquitectónicas, y se explican con amenidad, detallando el motivo por el cual se escoge este objeto dentro del ceremonial .
 Estudia también las discrepancias ideológicas y los conflictos históricos con la Iglesia católica, siempre dispuesta a desacreditar a la masonería como potencial enemigo de sus postulados y privilegios religiosos, institucionalizados éstos con carácter secular en toda la Europa occidental.
La indudable conexión entre la masonería y los republicanos españoles merece un amplío tratamiento en la obra, analizada al detalle, incidiendo en la biografía de políticos e intelectuales partícipes directos en la proclamación y desarrollo de nuestros Repúblicas, simultaneando cargo y militancia política y participación en las logias, en una comunicación de postulados, reflejados en textos constitucionales y estatutos masónicos de idéntico contenido y redacción, circunstancia que se acredita con numerosas pruebas.
El especial influjo en hispanoamerica y en la revolución independentista del continente de la masonería está demostrado, estudiado en numerosos ensayos, como se demuestra en el libro. Incluso nos advierte de la persistencia de contrastados e inequívocos símbolos masones en las banderas y estandartes de países iberoamericanos como Argentina, Cuba, Paraguay, Chile, por citar alguno de ellos.-
El movimiento obrerista del siglo XIX y principios del XX también compartió individuos con doble condición de líderes sindicales y afiliados a las logias. Esta parte del libro me ha resultado en exceso prolija y aburrida, carente de interés.
Al final de la obra, trata de explicar la dificultad de definir la masonería al encuadrase en ella una extensísima variedad de ideologías, intereses y fines. El ideario en todas ellas es similar, pero los estatutos, de contenido teista, ateista, agonóstico, la tendencia anglosajona o latina, las limitaciones de incluir acólitos de distinto género, dado que la mayoría sigue excluyendo expresamente a mujeres, las discriminaciones por razón de raza e incluso religión, abren un abanico muy amplío que dificulta la generalización de los postulados.
 Hay un apartado específico sobre la actual situación jurídica de la masonería en España, que sufrió y cisma radical tras la guerra civil, disgregando a sus, por aquel entonces activos miembros, entre México y Francia, dando lugar a dos ramas controvertidas y que aún continúan pagando por ser los legítimos herederos de patrimonio y de la tradición masónica en España. Situación esta en latente y ardua disputa.
Os recomiendo este libro, si queréis acercaros al mundo de la masonería sin interpretaciones fantasiosas y descubrir la gran transcendencia histórica de esta institución a nivel mundial.

miércoles, 13 de marzo de 2013

Loca de Amor, Catherine Hermary-Vieille


Rigor histórico, ritmo y credibilidad narrativa.
Puntuación 4/5

El personaje de Juana de Castilla es un filón temático para un escritor de novela histórica. Pero este género, como todos, puede incurrir en excesos, cómo la proliferación de fechas y datos innecesarios, interpretaciones tópicas y manidas de acontecimientos o tergiversación histórica.
 Este no es el caso pues Hermary-Vieille, escribe una obra donde combina un exhaustivo conocimiento histórico del personaje y de la época, vertido en la novela con numerosos toques de calidad literaria y dominio del denso argumento. Nos plasma un riguroso cuadro del despiadado entramado diplomático de la Europa del Siglo XV. Una tela de araña de ambiciones, disputas dinásticas, dúctil, inclemente, en constante transformación conforme a la evolución de las circunstancias personales y políticas de los contendientes, metaforizado en el libro con numerosas alusiones a una partida de ajedrez.
Un mundo dominado por la diplomacia y los entresijos cortesanos, alimentado de odios, intereses económicos, arrogación de privilegios, ataque a soberanías y estrategia. Pero, la obra aporta mucho más. Profundiza en la psicología de los distintos personajes, la ambición y traicionera actitud de su padre Fernando, el recio carácter de su madre Isabel, la veleidosa y mudable condición de su esposo Felipe, y sobre todo, una creíble y original propuesta de Juana de Castilla, motejada por la historia como “la Loca”, en un acercamiento a su compleja personalidad de reina, mujer, amante, madre, cautiva y enferma. Un personaje histórico maltratado por sus contemporáneos, con una patología genética, agravada por el hostil y abusivo comportamiento de sus familiares,  manipuladores, explotadores arribistas de su precariedad  emocional, de su carácter introvertido y ensimismado, de su refractaria disposición al cumplimiento de las labores de gobierno impuestas por su nacimiento como primogénita de los Reyes Católicos.
La autora centra la relación entre Juana y Felipe el hermoso, en la temeraria y pasional pulsión sexual de la reina hacia su esposo, que devino en un desequilibrio en el matrimonio dinástico salpicado de adulterios, humillaciones, privaciones domésticas de libertad, difíciles de soportar para cualquier esposa. Una mujer condicionada por avatares históricos y personales como el enclaustramiento,  la separación forzosa del contacto con sus hijos, las agresiones físicas asestadas por su marido en público.
La muerte de sus hermanos Juan e Isabel, y de los hijos de ambos, de su madre, de su marido, de su padre, impuso un ritmo incesante de ausencias sucesivas precipitándola al desempeño de labores de gobierno inasequibles para ella. Los intereses políticos y personales de terceros demolieron la escasa fortaleza emocional plasmado con perfección en el libro, en un proceso degenerativo creciente e imparable. Pero esas carencias no exterminaron al completo el orgullo de reina de Castilla que afloraron en determinados instantes, cruciales en nuestra historia, donde resurgió el furor e instinto nobiliario de esta mujer.
La documentación sobre el protocolo de ambas casas reales es admirable. Para introducirnos en los pasajes de la novela, la escritora enmarca el escenario con descripciones de los olores, sonidos y colores de la época. Sólo falta cerrar los ojos y abandonarse al deleite de ese juego narrativo, plagado del crepitar de las caballerías, estridencias de las armas, rebaños transitando por solitarias aldeas, matices de esencias cocinadas, los suntuosos o austeros matices de la decoración de las estancias y vestimentas de las respectivas Cortes.
Bella y contenida la descripción del demencial cortejo funerario de Felipe el Hermoso, deambulando por la miserable geografía de las poblaciones castellanas, sin rumbo ni esperanza, al arbitrio de una viuda, acorralada, herida de amor y sufrimiento.
Esta es mi tercera lectura de la novela y en cada paso por sus páginas advierto nuevos valores y méritos literarios, repleta de erudición, trabajo de selección y talento.



lunes, 11 de marzo de 2013

PERSONA, de Julián Marías.


Persona, de Julián Marías.
Alianza Editorial, 1996.
188 páginas.
 "Hay que insistir en la idea de que la persona es alguien corporal: alguien, no algo."
                                De una conferencia de Julián Marías.

Hace unos días me encontré con Javier Lee, compañero de blog y compañero del club de lectura, en la biblioteca de San Lorenzo de El Escorial. Seguí su recomendación y cogí una película de un director y escritor que hemos reseñado por aquí: Philippe Claudel. La película me gustó mucho, pero hoy no quería comentar esa película, sino cómo en ese espacio público que es nuestra biblioteca a la vez que espacio para muchos ensimismamientos, entre recomendaciones y una conversación acerca de nuestros trabajos, cada uno de nosotros ya estaba seleccionando sus libros para llevárselos después. Es decir, que de modo simultáneo estábamos intercambiando opiniones y –sin comunicárnoslo el uno al otro –elegíamos proyectos de lectura para los próximos días: esos libros, que al poco rato, estaríamos cogiendo en préstamo.

            Uno de los que elegí fue “Persona”, de Julián Marías (1914-2005). Un ensayo del filósofo, en el que intenta esclarecer qué es la persona, y en el que nos podemos encontrar con las ideas –que me han llevado a introducir el libro como lo he hecho –del ensimismamiento (retracción o retiro a la interioridad) y la convivencia (relación interpersonal). Julián Marías no se centra más en una de las dos, por la sencilla razón, que no concibe la persona sino en la simultaneidad de ambas. p.41: Junto a su esencial apertura, la persona es un <<dentro>>, un ámbito (…) no consiste solo en actos y gestos, sino a la vez, en inextricable mezcla con ellos, imágenes, recuerdos, evocaciones, expectativas, deseos, nostalgias, sentimientos de toda índole que coexisten con la vida exterior, de la que son testigos los demás. En ambos <<mundos>> vive simultáneamente el hombre.

            Me acuerdo, ahora, de la secuencia de “Annie Hall” (Woody Allen, 1977) en la que los personajes de Diane Keaton (Annie) y Woody Allen (Alvy Singer), aparecen –poco después de conocerse –conversando en la terraza de un piso. Por un lado asistimos a lo que se dicen, al diálogo que mantienen, y por otro lado vemos los pensamientos que no se dicen, el diálogo que mantienen cada uno de ellos, con sus respectivos gustos, deseos, proyectos, etc.

Un guiño a esta escena lo encontramos en “500 días juntos” (Marc Webb, 2009) donde Joseph Gordon-Levitt (Tom) va a casa de su exnovia, Zooey Deschanel (Summer) y por un lado se muestra en la mitad de la pantalla lo que está ocurriendo (realidad) y en la otra mitad lo que le gustaría a Tom que ocurriese (expectativas). Secuencias que nos sirven como ejemplos de andar por casa, sobre lo que Julián Marías dice también acerca de la persona, y que guarda relación con nuestra distensión temporal (no somos simplemente presente). P.122-124: Lo decisivo, lo que da a la persona un puesto único en el conjunto de todo lo conocido con intuición y que permite la experiencia, es la inclusión de la irrealidad en su realidad. Podríamos decir que lo real no es más que real, y en ese sentido, presente. La persona, no: es desde luego pasado y futuro, memoria de lo que fue, y que sigue actuando, formando parte de lo que <<es>>, y sobre todo futuro incierto, anticipación o proyecto, y consiste primariamente en ello.
La persona, por ese componente de irrealidad del que habla Julián Marías, está en proceso, somos constante innovación, ya que no tenemos una constitución prefijada, dada, cerrada, y por lo tanto, no se puede decir de una persona <<esto es>>. P.32: El animal está <<dado>>, no solo en lo que es como organismo, sino en el repertorio de sus acciones que tiene que realizar; pero que están ya determinadas por su especie; en eso consiste su naturaleza. En el hombre, por el contrario, se introduce la irrealidad –el futuro incierto –como constitutivo de su realidad, ya que está presente proyectivamente en la persona. El repertorio de sus acciones posible, no solamente no está realizado, sino que no está ni siquiera dado como pauta fija, ya que la persona es libertad intrínseca e inseguridad.

            Ligadas a estas ideas que nos pueden ayudar a comprender qué es la persona, Julián Marías nos habla de la vocación, del amor, de la amistad, de la función que ha tenido la literatura a la hora de entender qué es la persona, de la autenticidad/inautenticidad… Después de leer el libro y escribir estas pocas líneas sobre él, me pregunto: ¿pero todo esto se puede meter en un librito de 180 páginas? Creo que no. Creo que este ensayo, como tantos otros, es una invitación a seguir dando vueltas a temas que siempre tendrían que estar repensándose, y para referirnos a ellos, tomamos prestadas  palabras que dedica Marías a la persona: están siempre abiertos, son inagotables, tienen siempre nuevas posibilidades no ensayadas. Quizá, este ensayo sea una llamada a la reflexión –si es que no la hacemos día tras día - a cada uno de nosotros para ir ensayando esas otras posibilidades, y de las que dependerá en gran medida nuestra forma de interactuar con los demás y de vivir nuestra vida.

             Difícil entender el lugar al que se está relegando ¿hoy? a la Filosofía. Difícil también encontrar libros como “Persona”, y no lo digo porque no se escriban libros que nos puedan interesar tanto como el de Marías, sino porque es difícil hacerse con él. Por iberlibro he visto que lo tienen en unas pocas librerías y como lleva años descatalogado su precio oscila entre los 25 euros y los 126.  En fin. Menos mal que todavía es posible descubrirlo (no había oído hablar de él) en algunas bibliotecas públicas que no han tenido que cerrar sus puertas.

            Puede resultar interesante, después de leer este libro, ver “El séptimo continente” (Michael Haneke, 1989) para descubrir en imágenes la despersonalización y el ocultamiento de la persona, también temas que investiga Marías. Agradezco a Rubén R. su propuesta de visionarla. Ha sido un acierto.

            pp.28-29: La despersonalización, que no puede ser total, hace que algunos lleguen a la muerte, al balance total, con una impresión desoladora: <<no he vivido>>. Lo interesante es que puede coincidir con una vida llena de acción, contenidos y éxitos; pero todo se siente <<ajeno>>, un error respecto a lo que había tenido que ser la vida de esa persona única, que se descubre, diríamos, en hueco, al entrar en últimas cuentas consigo.

            p.50: La dispersión habitual de la vida hace problemática la concentración, condición imperiosa para el hallazgo de la propia persona. (…) Es improbable que el hombre de nuestro tiempo se pregunte por su destino último, lo que le haría tropezar con su realidad personal, porque su atención está absorbida por las noticias, por las preocupaciones impuestas por la burocracia, las regulaciones de todo orden, los quehaceres profesionales, raras veces conexos con la vocación, la anticipación de la percepción de las subvenciones, jubilaciones, pensiones, servicios públicos, hasta una muerte vista con ojos <<administrativos>> y que se presenta como un mero término de la vida, sin lugar a un balance personal y un interrogante acerca de la posibilidad de un destino ulterior.

            p.125: el hombre sabe que podría no haber nacido, y esto lo obliga a la vez a imaginar y proyectar su vida y a justificarla, a tratar de darle sentido –se entiende, buen sentido, ya que la posibilidad del absurdo acompaña a la conciencia de contingencia, es una permanente tentación.

Patricia L.D.

domingo, 10 de marzo de 2013

84, Charing Cross Road - Helene Hanff

Un libro sorprendente, recomendado hace unos días por un compañero, y antes de abordar otros libros mas duros, pero que tengo que leer, lo abordé y en un par de horas, concluido, pero deja un poso interior tan saludable, es un estilo tan novedoso para mi, que me ha dejado prendado y no tengo por menos que recomendar su lectura, es solo un ratito, pero tan agradable....

La historia comienza en 1.949 con una carta de la autora del libro, Helene Hanff, guionista y escritora residente en Nueva York, a una antigua librería londinense situada en el 84 de Charing Cross Road, a esta carta le contesta Frank Doel, como representante de la librería.
Helene encarga a la librería que le busquen ediciones de libros que en NY le cuesta mucho conseguir, y además porque las ediciones que suelen encontrar los libreros ingleses suelen ser, por antiguas, de mucho mayor valor.
La relación epistolar entre Helene y Frank, se amplía a otros miembros de la librería e incluso a la esposa e hijas de Frank, porque en momentos de racionamiento en Londres, Helene les envía víveres que todos le agradecen con un cariño especial. A estos envíos se añaden los típicos regalos de Navidad, en los que se añaden nuevos personajes.
Esta relación de amistad, basada en el amor a la lectura y los libros se mantiene durante muchos años en los que los londinenses esperan que Helene los visite, todos los años la invitan a hacerlo, ofreciéndole sus casas, pero la visita se va retrasando, las condiciones económicas de Helene no son excesivamente favorables.
Un post cortito para un libro ligero pero con mucha emoción, y con un final donde se explica el porqué de su publicación y el éxito de la misma.
Recomendable.

sábado, 9 de marzo de 2013

El maestro del Prado - Javier Sierra

Nueva aventura de @javier__sierra, que ya me impresionó con El Ángel perdido, pero en esta ocasión con una aventura personal, y ambientada en dos entornos que he visitado mucho, sobre todo El Prado, y en el otro, El Escorial, lugar de nacimiento y residencia de otro gran posteador de este blog e íntimo amigo.
La aventura comienza en el invierno de 1.990 cuando el autor del libro recién llegado a Madrid, para estudiar la carrera de Periodismo, y visitante asiduo del Museo del Prado, donde se pasa horas escudriñando obras, pequeños detalles que le llaman la atención, y se le acerca una persona ya mayor, de casi setenta años, y le ilustra sobre esos detalles que Javier no es capaz de percibir, pero no solo eso, le empieza a dar otra visión completamente distinta de la estándar que percibimos la mayoría de los mortales, que tantas veces hemos visto algunos de los cuadros, y que están ilustrando la novela para un mejor seguimiento de la trama.
Tan entusiasmado está Javier con su 'maestro', Fovel, que inicia investigaciones en el Monasterio del Escorial, con su amiga Marina, para corroborar teorías propuestas por Fovel. En El Escorial les atiende el Padre Juan Luis Castresana, y les informa que otras dos personas, por separado, han estado interesadas en la misma obra.
A partir de aquí Marina recibe amenazas si Javier no abandona toda la investigación iniciada, y deja de verse con el maestro de El Prado.
Y que hará Javier, pues no os lo voy a contar, tenéis que leer la novela, que me ha parecido un trabajo fascinante, de una imaginación deslumbrante, que te invita de nuevo a ir el Prado y ver los cuadros de una manera distinta, y permaneciendo en ese mundo de enigmas que tanto caracteriza a Javier Sierra. Como hecho de menos los podcast del programa de RNE Asuntos Propios, en el que participaba todas las semanas con Toni Garrido.
Sinceramente, me cuesta creer que la novela esté basada en hechos reales, pero si Javier lo asegura, será verdad.

martes, 5 de marzo de 2013

Réquiem por un campesino español, Ramón J.Sender


Como ya hiciera en el también comentado en este blog “Viaje a la aldea del crimen”, Ramón J. Sender nos traslada a la España profunda, a la de las aldeas rurales donde la vida es dura y el campesino sufre toda clase de penalidades para salir adelante y mantener a su familia, soportando ignominias y atropellos de las fuerzas vivas del pueblo. No basta solo con ser honrado sino que además hay que pasar desapercibido, no vaya a ser que se fijen en ti, te señalen y quedes marcado hasta tu completa exterminación, incluso física. Esta novela fue publicada en Méjico en 1953 bajo el título de “Mosén Millán” pero cambio a su título actual con motivo de su publicación en 1960 en los Estados Unidos. Murió en California en 1982.

La historia de una vida avanza a toda velocidad en un relato que se lee casi en un abrir y cerrar de ojos. Mosén Millán, un cura típico de los de pueblo, rememora la vida de un muchacho mientras tiene lugar la densa espera de la llegada de los fieles a su funeral, al que solo acuden los tres ricos del pueblo para lavar sus conciencias ya que han sido por acción o por omisión los propios asesinos. Además de este último acto, Mosén ha oficiado todos los ritos religiosos de Paco, conocido por el apodo de “el del molino”, amén de tenerle un tiempo como monaguillo y compartir con él algunas experiencias que marcaron su vida, como cuando acudió a dar la extremaunción a un moribundo que tenía por vivienda una cueva en el monte y tomo conciencia de las desigualdades e injusticias. Resulta que el propio Mosén fue el denunciante que ha propiciado que Paco sea encontrado en su escondrijo además de convencerle para que se entregue, pues le habían asegurado que iba a tener un juicio justo, de aquellos que se tenían cuando la política daba alas a los dedos que apretaban el gatillo sin miramiento y sin pensárselo mucho. La España rural fue así durante algunos años y los de misa diaria los domingos no dudaban en mantener a raya sus privilegios y quitar de en medio a los que osaban plantarles cara. Y Paco, harto de tanta miseria, lo hizo y por ello pagó con su vida cuando todavía era muy joven.

Obra de denuncia de la violencia en los albores de la Guerra Civil Española. La propia mujer del autor fue torturada para que revelara el paradero de su marido, que estaba exiliado en Francia. Como ya he comentado, se lee en un santiamén. Pero más que leerse se ve, pues los personajes aparecen con tanta intensidad ante nosotros que prácticamente desfilan en unas secuencias de imágenes cargadas de emoción conforme va avanzando el relato, de gran carga moral y social. Cada uno pondremos nuestro Mosén, nuestro Paco, entresacados de nuestros recuerdos reales o ficticios y los veremos bailar al son del destino en una historia simple cargada de grandeza y emoción. Sender es un maestro en este tipo de relatos y sus personajes cobran vida con sus alegrías y sus penas perfectamente dibujadas y reconocibles. Interesante el breve personaje de Jerónima, “soltera, soltera, pero con la llave en la gatera”, con su modo de vida a trasmano y sus “dijendas”, vocabulario escogido para dar y repartir así como “las mujeres del carasol” abiertas a la crítica y el cotilleo.

A continuación unas “perlas” de la Jerónima:

…y decía (el zapatero amigo de la Jerónima) que los curas son las únicas personas a quienes todo el mundo llama padre, menos sus hijos, que los llaman tíos.

Cállate, penca del diablo, pata de afilador, albarda, zurupeta, tía chamusca, estropajo.

Te lo digo a ti, zurrapa, trotona, chirigaita, mochilera, trasgo, pendón, zancajo, pinchatripas, ojisucia, mocarra, fuina, ensalmadora.

La Cástula es una verruga peluda. Una estaferma. La Jerónima no se quedaba atrás: Un escorpión cebollero. -Una liendre sebosa. Su casa -añadía la Jerónima- huele a fogón meado.