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sábado, 17 de diciembre de 2022

Eso no estaba en mi libro de historia de los Illuminati, de Eduardo Juárez Valero

Eduardo Juárez Valero nació en el Real Sitio de San Ildefonso, La Granja, en 1968, donde reside. Doctorado en Geografía e Historia, es profesor en la Universidad Carlos III de Madrid donde imparte temas humanísticos —historia, paleografía, diplomática medieval, biblioteconomía y documentación…—, pero también ejerce la docencia en otros ámbitos como la UNED, el Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado, la Universidad Antonio de Nebrija, GEO Segovia, Instituto Nacional de Seguridad e incluso por internet (MOOC’s sobre caligrafía y paleografía en la plataforma eDX.). Colabora en numerosos medios —embelesando a los oyentes con sus historias de la Historia— como Radio Nacional de España, RTVE o Televisión de Castilla y León con sus «Historietas de Segovia» (ya en su tercera temporada) y también publicando numerosos artículos científicos o de divulgación en diarios como El Adelantado de Segovia, El Día de Segovia o revistas como AdiósCultural, Mundo Medieval o National Geographic. En 2012 fue nombrado cronista oficial del Real Sitio de San Ildefonso y en esa función deleita semanalmente los domingos a sus vecinos y seguidores con historias locales en «El Adelantado de Segovia» que busca rascando vivencias personales o revolviendo papeles en todos los archivos en los que le permiten husmear. En el tiempo que le resta después de estas frenéticas actividades escribe libros: lleva publicados más de una quincena, algunos de ellos reseñados en este blog y que pueden localizarse utilizando el buscador. Este que comentamos hoy, «Eso no estaba en mi libro de historia de los Illuminati» es el último que ha visto la luz el pasado mes de octubre de 2022 y está disponible en librerías y a través de la Editorial Almuzara. En esta misma editorial ha publicado «Eso no estaba en mi libro de historia del espionaje» reseñado en este blog en este enlace.

(Sinopsis recogida de la ficha editorial) ¿Qué relación tienen los Illuminati con los cristianos ortodoxos del siglo IV? ¿Por qué se fundó la orden en la noche de Walpurgis? ¿Qué movió a Goethe a infiltrarse en la orden? Se dice que participaron en la Revolución de las Trece Colonias, en la Revolución francesa, en la lucha contra el despotismo, contra el absolutismo, en la formación de los estados liberales fracasados, en el origen del socialismo, del comunismo y del anarquismo. Incluso sabemos que el ateísmo es una de las consecuencias de la propagación de aquella sociedad. Por si todo ello fuera poco apoyaron a los populismos del mismo modo que al elitismo social... pero ¿qué hay de cierto? Entre todas las organizaciones secretas, ninguna más famosa que la de los Perfectibilistas, Iluminados de Baviera, la Illuminatenorder o, simplemente los Illuminati, creada la noche de Walpurgis de 1776. Sometida a una desproporcionada y permanente descalificación, perseguida desde su fundación y asociada a cualquier teoría de la conspiración que se precie, esta sociedad que nunca fue masónica, ha ocupado una esquina oscura y temible del corolario de demonios constitutivos del mal original que acontece en las sociedades judeocristianas occidentales. Desde la oscuridad de la discreción más secreta, trataron de socavar una esclavitud que abriera las puertas de la libertad a una sociedad que progresara hacia la felicidad. En estas páginas conoceremos no solo la esencia que los definía sino sus normas y ritos de iniciación, así como el bosque ingente de sociedades parejas y opuestas, de perseguidores y antagonistas. Descubriremos el sorprendente mito construido en torno a una organización mitificada por admiradores y detractores de una práctica tan humana como el ansia de felicidad dentro de una sociedad justa e igualitaria. Abundaremos en las mentiras vertidas sobre una de las sociedades más interesantes que contribuyó a la transformación de la sociedad con el triunfo de la razón sobre la fe. ¿Cuál fue el entorno sociopolítico y religioso del que surgieron? ¿Quién fue el profesor Adam Weishaupt, su fundador? ¿Siguen existiendo hoy en día y son realmente la mano negra que todo lo controla?

Señalados como mensajeros del desequilibrio y portadores del mal que induce a la revolución violenta que acaba por ensangrentar las calles y destruir las familias, los iluminados quedaron indisolublemente unidos a cualquier conspiración, complot y plan maquiavélico orquestado en busca del control de la sociedad con el fin de medrar a costa del sacrificio de su libertad.

Con toda la humildad del mundo y el máximo respeto para el autor, recomendaría comenzar la lectura de este fantástico libro por los dos capítulos finales titulados «No somos Illuminati» y «Para terminar», compuestos de sesudas reflexiones sobre la vida actual y que nos harán sacar más resplandores si cabe a todo el libro y mucho más a estos dos capítulos cuando volvamos sobre ellos.  Se trata de diseccionar a los Illuminati pero eso no es óbice para aprender muchos entresijos de ese mundillo de las muchas organizaciones secretas, discretas u ocultas que han existido, que ya comenzaran por algunas como los esenios o los zelotes y que en la actualidad muchos —por desconocimiento manifiesto— englobamos en el concepto genérico de «masonería». El ensayo es denso, muy documentado, y navegando entre ortodoxias y heterodoxias se descubrirán numerosas facetas al lector que tendrá que poner sus cinco sentidos en seguir el argumento y disfrutar las tablas de datos y las imágenes que acompañan al texto. Y llegados de nuevo a leer los dos últimos capítulos, podrá el lector recoger enseñanzas adaptadas a la vida real, pues la historia nos revela el porqué de muchas situaciones de hoy, ya que no podemos olvidar que «la construcción, al igual que la destrucción, ha formado parte constante del devenir humano». Además, la religión y la política, hoy en día, inundan nuestras vidas; aplicando enseñanzas de este libro… «a religiones y a todo tipo de pensamientos, el principio de la ocupación silenciosa de la estructura matriz a modo de colonización vírica forma parte de la historia de la política universal». Un libro denso e intenso, del que se pueden colegir muchas enseñanzas prácticas para nuestro entender diario del mundo que nos rodea.

Los Illuminati fueron la primera opción de las sociedades contemporáneas para derrotar el inmovilismo y la cerrazón política, ideológica y cultural que lleva aplastando el buen juicio social durante los últimos milenios.. Presos como somos del misticismo político y religioso, apenas tenemos espacio real en nuestra mente para asumir lo injusto de la sociedad en la que sobrevivimos.

 

 

martes, 13 de diciembre de 2022

Dientes de leche, de Ignacio Martínez de Pisón


 

Ignacio Martínez de Pisón nació en Zaragoza en 1960. Licenciado en filología hispánica por la universidad de Zaragoza y en filología italiana por la universidad de Barcelona, cultiva como escritor varios géneros —relato, novela, ensayo, guiones cinematográficos (Las trece rosas)…— habiendo sido adaptadas al teatro algunas de sus obras. Autor de una quincena de libros, ha obtenido varios premios con ellos entre los que podemos destacar el Premio Nacional de Narrativa de 2014 con «La buena reputación» y el Premio de la Crítica en 2011 con «El día de mañana» (reseñado en este blog en este enlace. Su ensayo «Enterrar a los muertos» está también comentado en este blog (enlace).

Entre las fotos que Juan Cameroni conservaba de su infancia había una en la que aparecía junto al abuelo Raffaele, sonrientes los dos, vestidos los dos con camisas negras, haciendo los dos el saludo fascista.

Una historia familiar que comienza brevemente con ciertos retazos de los años 80 para retrotraerse a la Guerra Civil Española y llegar de nuevo a enlazar con el principio e ir un poco más allá. Raffaele Cameroni, casado y con una hija en Italia, viene en 1937 a combatir como voluntario en las filas del bando franquista, ejerciendo durante toda su vida de fascista italiano. Herido en combate, se enamora de una joven enfermera que le atiende en el hospital, Isabelita, a la que oculta su historia y su estado, se casa con ella y se queda en España, donde prospera en una fábrica de pasta familiar a la que le viene como anillo al dedo su apellido italiano. Iracundo y malhumorado casi siempre con todo lo que le rodea, tiene tres hijos, aunque el último, Paquito, le rememora viejas heridas de su hija en Italia por su deficiencia. El hijo mayor, Rafael, inquieto y que acaba por no comulgar con las ideas del padre, marcha a Italia a conocer las raíces familiares de Raffaele, de las que nunca se habla en la familia. El segundo hijo, Alberto, junto con su mujer Elisa y su hijo Juan, vertebran gran parte de la historia, que va evolucionando con el día a día de la familia, además de la tía Milagros, hasta a llegar a un final que el lector deberá descubrir.

En aquella España provinciana y uniforme, su cincuenta por ciento de sangre italiana le daba un toque de exotismo y distinción que alguien como él no podía desaprovechar. Por eso enfatizaba sus rasgos más genuinamente italianos: se peinaba como los actores de ese país que salían en las revistas, adoptaba al hablar una modulación suave y cantarina (que contrastaba con el duro acento aragonés) y se despedía siempre con un enérgico ciao, ciao.

Historia sencilla, de una familia española tras la Guerra Civil, que hace aflorar las emociones del lector que probablemente haya vivido situaciones muy parecidas si ya cuenta con algunos años. Aunque pudiera parecerlo por sus comienzos, no es una historia política ni de rencillas por los luctuosos hechos iniciales: solo algún hecho aislado es rescatado hacia al final para intimidar, sin llegar a mayores, casi como una anécdota que cierra un círculo para que los malos no se queden sin su castigo. Ambientada en Zaragoza, ciudad natal del autor, con algún escarceo italiano, el eje vertebrador del relato lo constituyen las relaciones familiares. El título hace referencia a una cuestión que todas las familias relacionan con el ratoncito Pérez y que puede tener una importancia enorme para unos y ser una simpleza para otros, dentro de las mismas relaciones familiares. Los personajes masculinos presentan el arquetipo de la época en su masculinidad —ahora se denominaría machismo— y los femeninos su gran sensibilidad. Emotividad a raudales, historias familiares de amores y desamores entre los padres y para con los hijos, reconciliación, perdón. Novela sencilla, intimista, historia bien tejida con una prosa cuidada, para todos los públicos, para disfrutar de una lectura entrañable y positiva sin grandes alharacas, por lo que algunos lectores que busquen emociones fuertes pueden aburrirse: no pasa nada y pasa de todo. La magia de la novela son los cierres de historias que, sin ser esperados, van apareciendo para no dejar al lector ninguna duda.

Paquito cogió la carta y la metió en una caja de caramelos Viuda de Solano que escondía en el cajón de la ropa…

miércoles, 30 de noviembre de 2022

El sueño de Tutankhamón, de Antonio Cabanas

  

Antonio Cabanas, nacido en Las Palmas en los años 50, ejerció su profesión de piloto como comandante en la compañía Iberia, en la que voló durante 36 años, recorriendo los cinco continentes. Como figura en su página web, «Gran humanista y apasionado de la cultura del Antiguo Egipto, de la que es un profundo conocedor, dedica gran parte de su tiempo a investigar y escribir acerca de ella. Ha realizado estudios de egiptología así como de lengua egipcia y escritura jeroglífica, y desde 1990 es miembro de la Asociación Española de Egiptología.» Desde que viera la luz en 2008 «El ladrón de Tumbas», su ópera prima, escrita por afición y desde el corazón, con la que alcanzó un éxito memorable, nuevas publicaciones versando siempre sobre el Egipto Milenario han combinado este mundo y su historia con narraciones de personajes brillantemente construidos por el autor que nos llevan de la mano en un recorrido mágico por algún punto de los tres mil años de historia de esta civilización. Este libro, «El sueño de Tutankhamón» ha visto la luz este mes de noviembre de 2022, justo cuando se conmemora el centenario del descubrimiento de la tumba de Tutankamón por Howard Carter. En este blog podemos encontrar algunas reseñas de sus otros libros, «Las lágrimas de Isis (2019)», «El camino de los dioses (2015)»,«El secreto el Nilo (2012)», «El hijo del desierto (2010)», «El sueño milenario (2008)», «Los secretos de Osiris y otros misterios del antiguo Egipto (2008)», «La conjura del faraón (2008)» y el «El ladrón de tumbas (2008)». Más información en la propia página web del autor.

El relato nos muestra la vida de Nehebkau, nacido de una mujer de la vida que muere en el parto, abandonado en los cañaverales y recogido por un padre adoptivo que le impone a su familia y le enseña desde muy niño el arte de la pesca en el Nilo. El carácter y la inteligencia de Nehebkau se va abriendo paso en la vida, llegando a hacerse famoso por intimar con las cobras, lo que acaba por conducirle a presencia del mismísimo faraón Tutankamón, del que se hace un fiel amigo y compañero que le vela el sueño por las noches y le acompaña constantemente como fiel y desinteresado consejero. Con continuos avatares en su vida, Nehebkau estará presente en las más altas instancias del reino sin olvidar de donde procede y quién es, aunque su padre real, al que llegó a conocer sin saberlo hasta su muerte, fue un príncipe de Egipto. Será objeto de intrigas de las que saldrá indemne hasta alcanzar el final de su vida en un estado al que parecía imposible que pudiera alcanzar en una corte faraónica poblada de personajes con oscuros intereses.

Todo el misterio del Antiguo Egipto gravita sobre ambos personajes para invitar al lector a vivir una aventura en la que la ficción y un riguroso marco histórico se dan la mano a fin de hacer realidad un sueño: el que el dios Shai hace posible al unir a un faraón con un simple pescador ya que, tal y como se relata en esta obra, el destino siempre juega la baza ganadora en la última mano, pues nunca pierde una partida.

Desde que en 2008 leyera por primera vez la ópera prima de este autor, «El ladrón de tumbas», soy un incondicional suyo, siendo este el libro que más veces he leído —le he vuelto a releer estos días—, regalado y recomendado. Han tenido que transcurrir tres años y medio desde la publicación de su anterior libro para volver a disfrutar con esta fantástica historia, sustentada en una gran labor de documentación y numerosos personajes y hechos reales. Un relato extenso de 784 páginas en la edición impresa y algo más de 242.000 vocablos hará sin duda las delicias de los lectores con la recreación del ambiente mágico que envuelve el Egipto milenario. Por un azar del destino, he leído este libro durante la semana en que me encontraba haciendo un recorrido por Egipto, por lo que las vivencias sugeridas por la lectura estaban teniendo lugar en vivo y en directo. El lector irá asimilando progresivamente extraños nombres que no llegará a pronunciar bien pero que irán encajando en el puzle planteado por el autor para engarzar una plausible historia con giros sorprendentes que mantendrán en todo momento las conjeturas del lector en un mundo de dioses, intrigas y amores. Podemos acercarnos con bastante precisión a la vida del faraón niño Tutankamón, que murió a los 19 años. Quizá en algunos momentos el relato resulte lento y a veces repetitivo en ciertas escenas, pero aquellos lectores que no quieren que se acabe el libro estarán encantados de recrear una y otra vez los pasajes y dejar volar la imaginación, una constante en los libros de este autor. Unas cuantas horas de disfrute asegurado. Como ya se ha comentado, la acostumbrada aclaración del autor sobre lo que es real y las numerosas notas y referencias a lo largo del libro despertarán la curiosidad por indagar más en esta historia y conocer mejor unos hechos que tuvieron lugar hace tres mil cuatrocientos años en una cultura muy diferente a la nuestra y que se mantiene en ciertos aspectos hoy en día.

Por mucho que intentemos —lo he intentado— aprender a leer bien el nombre del protagonista, Nehebkau, es muy probable que no consigamos, y eso que su nombre aparece en 1.071 ocasiones en el relato.

miércoles, 9 de noviembre de 2022

Mercado de espejismos, de Felipe Benítez Reyes

Felipe Benítez Reyes, escritor español nacido en Cádiz en 1960. Empezó muy joven a escribir, 1978, y desde entonces se ha prodigado con éxito en novela, poesía, relato y ensayo. Influenciado por los poetas de la generación del 27 (Lorca, Aleixandre, etc.) y reconocido deudor de la obra de Gil de Biedma, su indiscutible dominio de la lengua le ha granjeado numerosos premios literarios, siendo traducida su obra a varios idiomas. Colaborador habitual en revistas y medios de comunicación, fue galardonado en 2007 con el Premio Nadal por la novela que hoy comentamos, Mercado de Espejismos. Estamos, sin duda, ante uno de los autores más influyentes del panorama literario español aunque posiblemente poco conocido por el público en general.Más información en su blog personal accesible desde este enlace.

Para tía Corina, el Casino Novelty significa más o menos lo mismo que significan para mí los Billares Heredia.

Como hiciera su padre, Jacob, con la ayuda de la tía Corina, ha dedicado su vida personal y profesional al trasiego —no siempre legal— de obras del mundillo del arte, originales o falsificadas. Cuando ya parece que todo va a terminar y disfrutarán de un retiro digamos merecido, un encargo, imprevisto y envenenado, de un compadre mexicano de poco fiar les pone de nuevo en el candelero: el robo de las presuntas reliquias de los Reyes Magos en la catedral de Colonia. Pasarán por rocambolescas situaciones por medio mundo en contacto con personajes conocidos o no que les meterán en una espiral que parece no terminar nunca.

El primo Walter era un huésped sonoro, un huésped omnipresente, un vendaval de huésped... el piso parecía, no sé, la cueva de un arruinado, con cuatro muebles del montón, con las paredes vacías, aunque atestadas de alcayatas que ya sólo soportaban el peso del aire…

Obra leída (completa) en un Club de Lectura en el que participo, mas tengo mis dudas de que hubiera llegado al final si no hubiera sido este el caso. Tengo que reconocer que me alegro de haber concluído la lectura. Los lectores que se asomen a este libro no quedarán indiferentes ante él: o lo denigrarán a muerte o lo ensalzaran sin medida. Tras unas primeras andanadas iniciales muy prometedoras, tuve que abstraerme de seguir la trama y dedicarme a disfrutar carpe diem de cada situación, de cada relato, de cada personaje, sin intentar ir más allá. El título no puede ser más adecuado, porque todo es un espejismo: hilarante, sutil, demoledor, esotérico… inasumible. Pero si se dedica uno a disfrutar con los personajes, con las frases, con el vocabulario, con los ejemplos y giros sin buscar tres piés al gato, el resultado será una fascinación incontrolable tras tantas situaciones tan inesperadas como envolventes protagonizadas por personajes de lo más estrambótico. Al libro hay que buscarle sus resplandores, que los tiene y muchos, escondidos en un relato truculento, parodia de muchas situaciones actuales, personales y sociales. No me atrevería a recomendar su lectura sin advertir de todo esto, porque —como dijo Pilar en la reunión del club— el socavón que te encuentras tras los momentos iniciales te puede llevar a desistir de continuar.

Y la noche en que te lleves un orinal al dormitorio será el principio del fin: todas las teorías pomposas y milenarias en torno a la esencia del tiempo acabarán teniendo la forma de ese recipiente.

Los amantes del lenguaje disfrutarán enormemente con la cantidad ingente de palabras novedosas e incluso inexistentes. Destaco un par de ellas que me han llamado la atención, entre otras muchas: Trujimán/trujamán, persona que aconseja o media en el modo de ejecutar algo, especialmente compras, ventas o cambios y Chichirimoche, que no está en el diccioonario y que alude a un fantaseador que se pasa la vida trazando planes grandiosos y que nunca realiza nada de lo pensado o bien a un inconsciente informal que cada día muda de parecer y no está por cumplir la palabra dada. Se puede enncontrar en una frase hecha: «A la noche, chichirimoche y a la mañana chichirinada».

… en cambio, se ve que los adultos, cuando se emparejan, procuran saber lo indispensable del otro y saberlo lo más tarde posible, tal vez porque nos asalta la sospecha de que cuanto más sepamos, peor.