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lunes, 6 de agosto de 2012

El jardín de los Dioses, Gerald Durrell

El jardín de los Dioses, Gerald Durrell
un relato bello y esperanzador.
Puntuación 3/5



El mes de Julio Patricia nos regaló con una entrada sobre la primera de las obras de la trilogia de Corfú "Mi familia y otros animales", en la que recogía el guante lanzado por "Viajera sin descanso", animándola a acercarse a este escritor.-
En la reseña se glosaba, además de la literatura del autor las concomitancias y divergencias de estilo con su hermano Lawrence Durrell, y sobre todo el valor emotivo del relato. Acuciado por el recuerdo de este libro y espoleado por tan bella reseña, leí Mi familia y Otros Animales y decidí acercarme a otro de los libros de la trilogía, y escogí al azar este.
Nadie mejor que el propio Gerald Durrel para comenzar esta reseña y resumir el contenido y la belleza de este relato:
 "De aquellos tiempos felices que pasamos en Corfú podría decirse que cada uno de sus días era especial, con un especial color y una especial composición que lo diferenciaban totalmente de los otros trescientos sesenta y cuatro del año, y por eso mismo lo hacían memorable."
Se trata de una crónica biográfica anecdótica de su estancia estival en compañía de su familia en esta isla del mar Jónico, en los años previos a la Segunda Guerra mundial.
En él nos narra los avatares de su peculiar familia, única y pintoresca, en un mundo ya extinguido e irrecuperable. Nos cuenta su inocente descubrimiento vital y científico como adolescente, en un entorno paradisiaco rodeado de animales y personas, en una mezcolanza de zoología y convivencia que caracteriza la trilogía de su estancia en la Isla de Corfú. La complicidad con los lugareños y su empatía hacia la naturaleza, constantemente urdida en una estrafalaria y edificante historia familiar y el paisaje impregnan todas las páginas.-
De la obra se extrae un listado estrambótico de huéspedes en una casa enloquecida de actividad en febril y constante ebullición. Entre ellos podemos encontrar al conde Rossignol, un atildado aristócrata afrancesado: el "Principe" Jeejeebuoy un hindú temerario, educado y encantador; el capitán Creech, un marino retirado, rijoso y grosero en constante acoso a la madre de Gerald; un erudito doctor, como pequeña y descriptiva muestra de las andanzas que se narran en el libro.-
Se van sucediendo disparatadas situaciones, junto a su familiares y demás habitantes de la isla, en una búsqueda de conocimiento, de constante sublimación de la curiosidad biológica y existencial de un muchacho y de amistad compartida, contadas con un sutil humor y una prosa descriptiva a la que te vas abandonando cautivado por su sencillez y belleza.

fotografía de Geral Durrell en la época que escribió
el libro
Los adolescentes actuales se alimentan con la avalancha de diversión virtual ofrecida por un movil, cualquier pantalla o un ordenador. Imagino su estupor y, quizás sopor, leyendo las ingenuas y bellas líneas de este libro. Pero creo que merece la pena tentarles con su lectura, repleta de afectividad, de curiosidad científica y humana, enmarcada en una idílica isla, aún sin mancillar en exceso por el progreso y la descerebrada ansia edificativa. Acercándoles a este libro, les abrimos un horizonte distinto, a escenas sin violencia, sin transgresión, empáticas e imaginativas, en un lugar ya desaparecido, pero encantador.
 No puedo negar que me he sentido arrobado por mis recuerdos juveniles cuando leí por primera vez este libro. Ahora pasados los años y  libros, en ambos casos demasiados, adquiere un valor inesperado. Descubrí matices de esperanza, de amistad, de preocupación por las personas de tu alrededor, de primaria y esencial sencillez literaria y humanística. Cuando cerré el libro me entristeció haber llegado al final, pues sabía que tras la última página un mundo más inhóspito y triste me esperaba.
Un libro intemporal que os recomiendo y sobre todo procurad acercar a los futuros lectores a esta obra, acaso prenda la simiente, el espíritu de Corfú......


 

6 comentarios:

  1. Jolín, Javier... que reseña tan bonita (se me ha puesto la carne de gallina). Me alegra que te decidieras a entrar en el mundo de los Durrel y más si te ha hecho sentir tantas cosas. Comprendo lo que dices, y por unos momentos me ha parecido estar de nuevo en Corfú, como si REALMENTE HUBIESE ESTADO ALLÍ ALGUNA VEZ.
    Siempre he pensado que algunos libros son más que libros. Hoy me lo recuerdas/confirmas.Espero volver a esa isla, al espíritu de Corfú, como dices al final...y sobre todo, esperemos que algo de ese espíritu se nos quede siempre, y no olvidemos las "cosas" importantes.
    Un abrazo,
    Patricia

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  2. Me alegro de que os esté gustando "Mi" Durrel favorito. Por cierto aunque el libro trate del verano, no pasaban el verano, vivian allí todo el tiempo, por eso Gerry tuvo varios "tutores", "maestros" o algo así ...

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    1. Tu has abierto la veda de los libros de Durrell, deberiamos de leer todos y reseñarlos. Puede resultar muy entretenido e instructivo para los miembros del blog.

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  3. Sí, es verdad... y además de lo más pintorescos también esos tutores:-)
    Patricia

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  4. Pues intentaré ir refrescando, ahora que por fin he podido sacar mis libros del trastero.

    Todos nos los he leido pero me faltan pocos, de los autobiográficos "solo" los que no son de Alianza Editorial. En la wikipedia podeis ver la bibliografia completa, las expediciones y los libros que escribió de esas expediciones,

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  5. Por cierto, hay otro libro ¿Qué fue de Margo? escrito por la propia Margo muchos años despues que es bastante curioso, le leí hace tiempo de la bibliotecá pública

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