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martes, 16 de julio de 2013

El caso Bárcenas, Ernesto Ekaizer

Ernesto Ekaizer es un periodista, argentino añaden algunos en un claro intento de menosprecio que no comparto, que lleva 36 años en España trabajando en diferentes medios con información sobre asuntos de economía. Activo en tertulias radiofónicas y televisivas, muy de moda en los últimos tiempos, tiene numerosas comunicaciones que si agradan a unos, por fuerza tienen que desagradar a otros, con independencia de su veracidad. Ya sabemos, porque lo sentenció don Ramón de Campoamor hace muchos años, “que en este mundo traidor, nada es verdad ni mentira: todo es según el color del cristal con que se mira”. Y esto es especialmente certero en temas económicos, que “trasfondan” política en sus adentros y por todos sus poros.

Tras escuchar ayer las noticias, de rabiosa actualidad sobre el asunto, sobre el cambio de rumbo en las declaraciones al juez de Luis Bárcenas, encontré la existencia de este libro, recientemente publicado. La facilidad de internet y la disponibilidad del mismo en formato electrónico, hicieron que a los pocos minutos comenzara su lectura. No es muy largo, 48.109 vocablos, por lo que como su prosa es fácil y amena, de una sentada, literalmente, me lo devoré. La cosa viene de largo y en el libro hay cantidad de datos y citas de todo este asunto que ya tiene callo en la actualidad y que a más de uno le dan verdaderas jaquecas, por más que se empeñe en negarlo. Llevamos varios años con los “papeles” de Bárcenas, fotocopias u originales, y ahora con los SMS y los recibís que acaban de ser mostrados en un claro cambio de estrategia por parte del protagonista tras dejar los abogados designados y pagados por el partido y llevar más de dos semanas en la cárcel.

Bárcenas lleva dos décadas trabajando para el partido, pero el libro comienza hace unos cuatro años en los primeros escarceos de la trama conocida como “Gürtel”, palabra alemana que curiosamente significa en castellano “correa” en clara alusión al apellido de uno de los máximos implicados en los tráficos de dineros oscuros hacia el partido y algunos de sus dirigentes en forma de regalos caros, fiestas por todo lo alto y viajes despampanantes. Si son ciertas o no las citas del libro, eso es como siempre, pero por lo menos lo parecen y en gran número. Y tras todo ello, Luis ha seguido siendo apoyado por el partido que le ha costeado unos carísimos abogados para su defensa, o más bien lo contrario, además de pagarle mensualmente unos veintiún mil euros, repito, m-e-n-s-u-a-l-m-e-n-t-e, insisto 21.000 €, y la correspondiente seguridad social hasta hace cuatro días prácticamente. Le defendían, le cuidaban… o le callaban. Pero ayer habló de forma diferente a como lo había hecho en ocasiones anteriores, para inculpar en lugar de para exculpar.

Todos estos datos arrojan más luz, o confusión a formarse una idea personal. La mía está muy clara desde hace mucho tiempo y se resume en dos palabras: “alguien trinca” para lo que es necesario que “alguien se deje trincar”, es decir, ponga la pasta. Porque lo que parece es que los dineros existen, en manos de unos y de otros, eso nadie lo niega y hasta los bancos suizos, con un decalaje de más de seis meses, han certificado que tienen los cuartos en unas cuentas u otras.

Hay mucho que aclarar, muchos estamos interesados en que se aclare, pero hay unos pocos y poderosos que no están interesados en ello. Ya lo manifestaba días atrás Manuel Alcántara con una frase corta y contundente: "Tanto PSOE como PP creen con idéntico convencimiento 2 cosas: que la situación es insostenible y que hay que sostenerla".

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