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domingo, 9 de marzo de 2014

36 cosas que hay que hacer para que una familia funcione bien, Leopoldo Abadía

@viajeroninja Leopoldo Abadía es un economista con ochenta años a las espaldas conocido por sus intervenciones en los medios y sus libros de economía donde la ha explicado de forma clara a la vez que divertida, para que la entendamos todos. Nacido en Zaragoza, ha sido profesor del Instituto de Estudios Superiores de la Empresa (IESE) durante más de treinta años pero en este libro se nos presenta en su faceta de padre de familia súper numerosa, con un docena de hijos, once de ellos casados y más de cuarenta nietos. Un caso claro de que «la familia es un concepto más amplio que el de personas que viven bajo el mismo techo». Algunos de sus libros sobre economía llevan por título «La Crisis Ninja y otros misterios de la economía actual», «La hora de los sensatos» y «¿Qué hace una persona como tú en una crisis como esta? Más información en su página web y es también un activo «canario» en twitter con @viajeroninja.

La base del libro de remonta a los años ochenta en los que el autor empezó una serie de conferencias sobre temas familiares en los que desarrollaba 26 puntos en forma de consejos no para ser tenidos en cuenta o llevados a la práctica al pie de la letra sino como una manera de incitar a pensar y a desarrollar los propios por parte de cada uno. No siempre lo que funciona bien en una familia funciona en otra. Aquellos 26 puntos iban a ser ampliados a 36 en el desarrollo del libro tal y como figura en la portada; al final son más de cincuenta, pero la portada ya estaba confeccionada y así se quedó, con unos cuantos más de propina.

A lo largo de sus 206 páginas en el edición impresa o más de 50.000 vocablos en la electrónica hace uso de grandes dosis de gracejo y de un lenguaje coloquial y cercano para transmitirnos su más que dilata experiencia en asuntos familiares a lo largo de muchos años y diferentes situaciones sin querer convencer, sino como una forma de forma de ayudarnos a encontrar nuestras propias recetas. Hay que decir que muchas de ellas son tan universales como complicadas de llevar a la práctica según los casos, pero no por ser archiconocidas está de más volver a repasarlas. El libro a su vez está jalonado de lo que al autor denomina «advertencias» que hacen ver al lector ciertos aspectos relativos a ideologías o religión entre otras, de forma que el libro pueda ser leído hasta el final sin despotricar por desavenencias en las formas de pensar. Multitud de historias con familiares, amigos o compañeros de trabajo nos van inculcando en pequeñas dosis aspectos como la educación, el respeto, la tolerancia, el ayudarse unos a otros, el hacer «piña» y otras muchas que son poderosas formas de resolver los conflictos y enfados que van surgiendo casi a diario en toda relación familiar al tiempo que se tienen claras las ideas para seguir adelante, siempre y cuando tengamos esa intención.

En resumen, una lectura entretenida y provechosa a la que se puede acercar cualquiera sea padre o hijo o ninguna de las dos cosas, porque muchas de sus reflexiones son de aplicación general a situaciones de la vida diaria incluso en un entorno no estrictamente familiar.

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