@rafam_simancas Rafael Martínez-Simancas falleció el pasado jueves día 4 de julio de 2014 a la edad de 52 años, víctima de un cáncer contra el que llevaba batallando desde 2011, cuyas vicisitudes ha dejado registradas con su peculiar sentido del humor en su libro «Sótano octavo». Cordobés de Rute, periodista de profesión, ha trabajado en numerosos diarios y revistas amén de programas de radio en diferentes emisoras. En su página web pueden leerse las últimas aportaciones en días recientes y allí el mismo se definía como «curioso, satírico y a veces canalla». En su haber figuraba una Antena de Oro concedida por la Federación Española de Profesionales de Radio y Televisión y algunos premios de periodismo. Al parecer nunca perdió su buen humor, incluso cuando iba a «enchufarse» a las máquinas del hospital madrileño de La Paz, a las que tildaba de «cacharritos de feria». Descanse en paz.
Días antes de su fallecimiento comencé la lectura de este libro, «Doce balas de cañón» que tiene como trasfondo el desastre de las tropas españolas en Igueriben y Annual en julio de 1921. La casualidad lo puso en mis manos al ser rescatado de la estantería durante una comida en casa de unos amigos, Nacho, Luz y su hijo Diego, también amigos personales de Rafa. En la página inicial figura una dedicatoria del autor: «Para Nacho y Diego, con mi cariño y mi gratitud». Mis amigos hicieron referencia a él, y me lo prestaron, al saber durante la comida de mi interés por la historia de España del siglo pasado.
El libro es un relato en dos épocas y debe estar basado en otros libros escritos sobre el asunto, especialmente el escrito por uno de los supervivientes, Luis Casado Escudero, titulado «Igueriben». En el relato paralelo en la época actual nos presenta la vida de un actor entrado en años que anda metido en series de televisión, Rafael, y que ha sido elegido para protagonizar una película sobre el tema. Al desplazarse a la zona de Melilla y del Rif para ambientarse y meterse en el guión, su personalidad de mujeriego le juega una mala pasada y acaba en el hospital más que magullado, aunque esto le sirve al final para dar un giro positivo a su vida de figurante. En el otro relato, un ayudante del oficial al mando de la plaza de Igueriben nos relata de forma directa los sucesos ocurridos y que acabaron con la muerte de varios miles de españoles, un ejército joven y mal preparado, por los errores de cálculo de sus mandos, que nunca pensaron en un posible levantamiento de los rifeños.
Trescientas páginas en esta edición impresa, con mucho aire y espacio entre líneas y capítulos, el libro está escrito en un lenguaje directo, irreverente a veces, que resulta entretenido. Si lo que tratamos es de conocer cosas históricas, este libro puede ser una aproximación sencilla al asunto porque se lee de un tirón en un par de ratos. La historia paralela del actor es graciosa y muy de actualidad, conectada con las series televisivas actuales y programas espectáculo. En el trasfondo histórico, ya reseñamos en este blog el libro «El desastre de Annual» de Ricardo Fernández de la Reguera, con mucha más enjundia, y Javier recomendaba en un comentario al mismo otro de Manuel Leguineche titulado «Annual, 1921» que sigo teniendo pendiente. Aparte del ya citado de «Igueriben», otros libros sobre el asunto para personas interesadas son el publicado 2005 por Luis Miguel Francisco y titulado «Annual 1921, crónica de un desastre» y otro de Ramón J. Sender, publicado en 1930 y titulado «Imán».
Como curiosidad, hacer mención a la frase recogida en el libro, una frase para olvidar, pronunciada por Alfonso XIII, tatarabuelo de nuestro actual rey, al conocer el importe del rescate pagado dieciocho meses después a los rifeños por los prisioneros supervivientes: «Que cara sale la carne de gallina». Más cara nos salió a todos la suya y la de los mandos militares que una actuación más que cuestionable mandaron a la muerte a un montón de valientes. De todos es sabido que las búsquedas en GOOGLE arrojan miles cuando no millones de resultados. Pues bien, buscada esta frase solo aparece una única referencia en otro blog titulado «elafandenuestrosdias». Esperemos que Google registre esta entrada y así se incremente en un 100% el número de referencias a esta aciaga e infausta frase.
Muy buena reseña. Un libro dedicado por su autor a unos amigos es una tentación apetitosa para un lector curioso. De annual parece que se ha olvidado casi todo el mundo, pese a la indecente felonía y descrédito de la institución castrense y de la clase política de la época.
ResponderEliminarUn episodio histórico lleno de vergüenza y oscuridad al que hay que acercarse aunque solo sea en homenaje a los españoles sacrificados en aquellos desolados parajes.
Un abrazo.