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viernes, 7 de abril de 2017

La tierra que pisamos, de Jesús Carrasco

Jesús Carrasco nació en Olivenza, Badajoz en 1972. En su infancia se trasladó con su familia al toledano pueblo de Torrijos donde permaneció hasta 2005 en que fijó su residencia en Sevilla donde vive actualmente. Es licenciado en educación física pero le tiran más las letras habiendo trabajado en el mundo de la publicidad como redactor. En 2013 publicó su primera novela, «Intemperie» que causó un gran impacto tanto en el panorama nacional como internacional y que ha sido editada en varios países, pudiendo leerse su reseña en este blog pulsando en este enlace. En 2016 publicó su segundo libro que es el que comentamos en esta entrada.

El mundo rural se entremezcla con historias de guerra y campos de concentración. Iosif es un coronel sanguinario del ejército alemán que está muy impedido y es cuidado por su mujer, Eva Holman, a pesar sufrir continuas vejaciones con voz y gestos, ya que su movilidad es prácticamente nula. Viven retirados en una finca radicada en un lugar indeterminado de Extremadura protegidos por el cónsul y soldados alemanes, que giran casi a diario una visita para comprobar que no hay ningún problema. Un día aparece en la finca un personaje peculiar, desharrapado y que apenas habla, cuyo nombre es Leva y arrastra una historia espeluznante en un campo de trabajo en el que morían los hombres extrayendo madera para fabricar traviesas ferroviarias. Poco a poco Eva irá aproximándose a Leva con gran riesgo si es descubierta para ir descubriendo la desgarradora historia de su vida.

En su segunda novela, el autor nuevamente gala de un cuidado estilo personal manejando una prosa concisa y de gran calidad para desgranar las situaciones más estremecedoras. El lector va poniendo imágenes a la narración entrando en un mundo doloroso realista de situaciones que aún no están lo suficientemente lejanas en el tiempo y que están recrudeciéndose actualmente en muchos lugares del mundo. El autor retrata impecablemente la infinita capacidad de resistencia del ser humano. Libro corto, de lectura rápida, pero de una intensidad tremenda cuya dureza no dejará tranquilo al lector. Mis expectativas eran altas tras haber leído en dos ocasiones «Intemperie» y por aquello de que todas las comparaciones son odiosas, este segundo libro no llega al nivel del primero si bien dejando constancia del buen oficio del autor.

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