María Oruña es una abogada que nació en Vigo, su padre, cántabro de nacimiento, debió ser un motivo importante para que haya visitado con mucha frecuencia la Comunidad de Cantabria, y en esta región está ambientada la primera novela de esta autora, dentro del género de novela negra y que es el primer título de la colección Crimen y Misterio.
En la novela se nos cuentan dos historias que se alternan en dos tiempos diferentes, una de ellas se desarrolla en la actualidad, y nos cuenta el hallazgo de un cadáver de un bebé emparedado en el sótano de una casona colonial, villa marina en Suances, a pie de playa y que hereda el jóven Oliver de su familia. Cuando Oliver decide transformar la casa en un hotel y tras el descubrimiento del cadáver, comienzan a sucederse diversos asesinatos en la zona, en sitios tan emblemáticos, además de Suances, como Santillana del Mar, Comillas o Santander, que ponen en jaque a la sección de investigación de la Guardia Civil y al propio Oliver, para descubrir al asesino.
En paralelo con la narrativa de la actualidad, se nos cuenta, en forma de diario, y partiendo de los tiempos de la Guerra Civil Española, todo lo acaecido en el pasado y que van a proporcionar la claves para comprender todo lo sucedido en la actualidad.
Es una trama que te atrapa desde la primera página, resulta amena y muy entretenida, y un aliciente muy importante es la zona donde está ambientada, si conoces la bella Cantabria, te recreas evocando esos lugares, y si no los has visitado, seguro que te impulsa a visitar esa maravillosa tierra.
Y una vez concluida la lectura, te quedas ya con las ganas de iniciar la segunda novela de esta autora, 'Un lugar a donde ir', que también está ambientada en la misma comunidad autónoma.
Un gran placer disfrutar de una autora nueva que te haga gozar tanto con la lectura.
Una novela que engancha desde el minuto uno me ha encantado voy a seguir con la segunda NOVELA un lugar a donde ir
ResponderEliminarComo se dice en la reseña y en el comentario anterior, se trata de umn relato que te atrapa desde el primer momento. Tenía un cierto interés en su lectura, dado que no soy aficionado a esto de la novela negra, por los escenarios en los que se desarrolla la novela y que conozcon muy bien. Tras su lectura me falta volver a Santillana a tratar de localizar al dios Tlaloc.
ResponderEliminarEl relato es muy amenno, la trama está muy bien engarzada y los dos momentos temporales en los que transcurre el relato aportan progresivamente claves para confluir en la solución final, que si bien se puede ir entreveyendo a media que se avanza en la lectura, hay algunos hechos que sorprenden por su sencillez.
Un buen entretenimiento para una lectura veraniega.