Cristina Morales, granadina, nacida en 1985, es licenciada en Derecho y Ciencias Políticas por la universidad de Granada y especialista en Relaciones Internacionales. Obtuvo el premio INJUVE de Narrativa en 2015. Sus cuentos han aparecido en numerosas antologías y revistas literarias. Ha obtenido varias becas de escritura tales como la de la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores (2007), la de la Fundación Han Nefkens (2015) o la de Montserrat Roig (2017). Actualmente es artista residente en la Fábrica de Creación La Caldera (Barcelona) como miembro de la compañía de danza contemporánea Iniciativa Sexual Femenina. El libro que hoy comentamos, «Lectura fácil», obtuvo en 2018 el Premio Herralde de Novela. Otros títulos suyos son «Los combatientes» y «Terroristas modernos».
Son cuatro mujeres: Nati, Patri, Marga y Àngels. Son parientas, tienen diversos grados de lo que la Administración y la medicina consideran «discapacidad intelectual» y comparten un piso tutelado tras haber pasado buena parte de sus vidas en RUDIS y CRUDIS (residencias urbanas y rurales para personas con discapacidad intelectual). Pero ante todo son mujeres con una extraordinaria capacidad para enfrentarse a las condiciones de dominación que les ha tocado sufrir. Han pasado por numerosas situaciones oprimidas por todo y todos, incluso familiares que se aprovechaban de ellas y sus pensiones. En su piso tutelado de Barcelona luchan por su vida y sus derechos ante todos y especialmente ante la Justicia (que pretende esterilizar forzosamente a una de ellas), tratando de llevar una vida normal en las actividades que frecuentan. La suya es la Barcelona opresiva y bastarda: la ciudad de las okupas, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, los ateneos anarquistas y el arte políticamente correcto.
Estamos ante una novela radical en todos sus aspectos: en sus ideas, en su forma y en su lenguaje. Costosa de leer por su estructura. Se cuestiona todo el sistema teniendo como eje la novela que escribe una de las protagonistas bajo el concepto de que tiene que ser de «lectura fácil», comprensible por todo el mundo, incluso los discapacitados. Ninguno de los aspectos comunes de la sociedad actual se salva de un cuestionamiento feroz y despiadado en las acciones y comentarios de estas cuatro mujeres. Un relato vibrante, duro, descarnado, feminista y muy combativo con lo social que vivifica los aspectos personales de la vida de estas mujeres para ponerlos en valor ante una sociedad que pretende arrinconarlas en sus instituciones. Como he comentado, me ha costado leerla, pero me ha descubierto numerosas situaciones de personas discapacitadas de las que no tenía conocimiento, al menos un conocimiento certero y detallado.
Tres príncipes guerreros y una princesa tienen una emocionante aventura en la lejana India.
ResponderEliminarLos tres príncipes Gupta y sus acompañantes montaban sus elefantes blancos a través de una avenida con muros de piedra labrada. Los hermanos pasaban por debajo de altos balcones y sobre los pétalos de exótica fragancia que eran arrojados por los ciudadanos. Ante ellos, iban elevándose los imponentes muros y las grandes cúpulas que derramaban sus sombras sobre el camino que conducía hacia el palacio del emperador Otali. Finalmente, cruzaron por debajo de un gran arco de color blanco realzado con un reborde de borlas de mármol, que llevaba hacia los jardines de recreo del monarca.
Nirek el primer hijo de Otali, iba orgulloso por delante; Ojayit, el segundo hijo, lo seguía de cerca, atento a empuñar su filosa arma contra cualquier enemigo, y, asimismo, Nayakan, su hermano menor y otro virtuoso con las armas, iba detrás de ellos. Los seguían por detrás filas de guardias armados con lanzas de variados estilos. Al final, avanzaba un largo séquito de sacerdotes, esos viejos que se dedicaban al estudio de las leyes divinas, y que la pasaban encorvados sobre antiguos pergaminos. Todos recibían saludos alegres del pueblo.
El nacimiento del príncipe Nirek ocurrió en una tranquila noche, mientras la plateada Luna daba su sereno rostro y se desplazaba a través de las estrellas. Otali estaba impaciente, pero sabía que la paciencia es como un árbol de raíz insípida que produce dulces frutos.
Unos días después ocurrió la ceremonia para darle un nombre al bebé; se le bendijo y los sacerdotes le desearon una larga vida llena de riqueza y sabiduría. Después, el niño fue colocado sobre el regazo de su padre y recibió su bendición. El sacerdote principal ofreció su plegaria a los dioses y a los espíritus de los antepasados del clan, para poder obtener sus bendiciones. Los clarividentes predijeron que algún día, este pequeño realizaría memorables acciones, y sería él uno de los prodigios de su creador. Nirek sería grande en pensamientos y en hechos; el hijo de Otali tendría un alto sentido de la justicia, su razón sería elevada, sus acciones rectas y firmes, y sería por derecho, el emperador de Panyab.
Ojayit era el segundo hijo de Otali y era dos años menor que Nirek. Desde pequeño se notaron en él cualidades atléticas. Al ver las habilidades de Ojayit, su padre le obsequió una espada de esplendor sin igual. Era un regalo de los dioses, y al recibirlo, Ojayit sintió un llamado interior a convertirse en gran maestro. La espada, adornada con el rostro de un dios de oro en el centro del pomo, descansaba sobre un fondo de esmalte negro, con los símbolos del imperio finamente tallados en el mango. Al empuñarla, el joven Ojayit sentía cómo la hoja cortaba el aire, llenándolo de una profunda admiración.
Nayakan, el tercer hijo de Otali, compartía con Ojayit una virtuosidad innata en el arte del combate. Este amable príncipe, de amplia frente y ojos oscuro, tenía un gran afecto por sus familiares, y visitaba a su abuelo con frecuencia.
Paramjit, padre de Otali, se destacaba por su rectitud, honorabilidad y habilidad para resolver problemas con la ayuda de sus hijos y consejeros. Este anciano fue uno de los emperadores Gupta más queridos por su pueblo. Un día, consideró que era necesario que oficiales de prestigio impartieran la instrucción necesaria a sus nietos. Así, se embarcó en la búsqueda de los mejores instructores del reino para llevar a cabo esta tarea.
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