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sábado, 8 de noviembre de 2025

La peste, de Albert Camus

Albert Camus nació en Argelia en 1913 en el seno de una familia modesta de emigrantes franceses. Su infancia y su juventud transcurrieron en Argelia donde inició estudios —inacabados por una enfermedad— de filosofía en la universidad. Novelista, dramaturgo y ensayista francés, obtuvo el Premio Nobel de Literatura en 1957. Ejerció como periodista en un diario de la capital al tiempo que realizaba viajes por toda Europa. En 1940 se establece en París trabajando como redactor en París Soir. Conocido por sus artículos, alcanzó una cierta fama con sus novelas «El extranjero» y «El mito de Sísifo», dos obras complementarias que reflejan su concepción del existencialismo. Implicado en movimientos de resistencia durante la Segunda Guerra Mundial, en 1947 publicó «La peste», obra que comentamos aquí. Con una amplia obra escrita, murió en Francia, en 1960, con 46 años.

El narrador principal es el doctor Bernard Rieux, quien se enfrenta en una lucha incansable a una terrible enfermedad que se cobra víctimas por doquier en la ciudad argelina y costera de Orán. Se vale de varios personajes como Raymond Rambert, periodista extranjero, Joseph Grand, funcionario, Jean Tarrou, forastero de paso y el sacerdote Paneloux entre otros secundarios para narrar los acontecimientos de sus vidas ante la presencia de la peste. La peste conmociona la ciudad cuestionando las actitudes de todos en una lucha por la supervivencia, con comportamientos a veces solidarios y otras no tanto.

El aprovechamiento de esta magnífica obra no será el mismo para un lector que haya pasado por la pandemia de COVID antes de enfrentarse a la lectura. Aunque escrito en 1947, más de setenta años antes, la gran coincidencia de los sucesos narrados dejará asombrado al lector. Conmovedora, de una gran profundidad filosófica que hace por momentos densa su lectura, la condición humana se muestra en todos sus aspectos ante la adversidad derivada de situaciones extremas. El compromiso del doctor con sus congéneres, con la Humanidad, en suma, conforma el trasfondo del relato, aprovechando cada uno de sus personajes para ahondar en diferentes conceptos religiosos, sociológicos, políticos y de relaciones humanas que aparecen de forma espontánea en situaciones inesperadas y extremas. Un libro que hay que leer, o releer si se leyó antes de la pandemia de COVID para seguir creyendo en una humanidad que siempre emergerá del caos, se sobrepondrá a la desesperanza y encontrará un sentido a la vida. La ciudad de Orán se convierte en un espacio claustrofóbico y opresivo, donde la muerte y el sufrimiento son constantes. La descripción detallada de las calles vacías, los edificios cerrados y las casas abandonadas, nos muestra una ciudad que ha perdido toda su vitalidad y que se ha convertido en un lugar desolado y triste. El contexto histórico y social en el que se desarrolla la novela es vital para su entendimiento y comprensión. En plena Segunda Mundial y con el colonialismo francés en pleno apogeo, hay quienes han querido ver una crítica encubierta a la opresión francesa y la falta de libertad de los argelinos. En todo caso, un libro necesario que invitará al lector a una profunda reflexión acerca de todo lo que le rodea.

La novela también es una crítica a la burocracia y la ineficacia del gobierno en tiempos de crisis. Los personajes principales de la novela, el Dr. Rieux y el periodista Rambert, luchan contra la plaga y la indiferencia de las autoridades. Camus muestra cómo la falta de liderazgo y la corrupción pueden agravar una situación ya difícil.

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