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lunes, 21 de mayo de 2012

En picado, Nick Hornby

Un libro recomendado por una amiga en el justo momento que acababa la lectura del anterior. Una excusa para ponerme con él. He tenido poco tiempo para leer a lo largo de las dos semanas que he invertido en su lectura, con muchas desconexiones de varios días sin leer una sola línea. Digo esto a modo de explicación, que no justificación, de que en alguna ocasión le he perdido el hilo y me parecía que no seguía una línea lógica.

En una de esas noches especiales que tiene la Navidad, cuatro personas acaban juntas en la terraza de un edificio alto y emblemático de Londres: Toppers' House. El sitio es conocido como la “torre de los suicidas” y es donde acude la gente que quiere poner fin a sus problemas lanzándose al vacío y aterrizando en el asfalto. El primero en llegar ya ha cortado la alambrera de protección y facilitado el acceso al resto. Martin, un famoso presentador de televisión casado y con dos hijas que ha pasado por la cárcel por no sujetar sus instintos con una adolescente de quince años, Maureen, madre soltera católica que no soporta su vida anclada a un hijo incapacitado, Jess, hija adolescente de un relevante político abandonada por su novio y JJ, joven americano camino de ser una estrella del rock hasta que su grupo se fue al garete, coinciden a la hora de poner fin a sus problemas pero se encuentran que no disponen de la suficiente intimidad para un acto de estas características, por lo que deciden de común acuerdo posponer la acción hasta el día de San Valentín al menos.

Nuevas perspectivas se abren ante ellos y acaban generando los típicos lazos de un grupo de ayuda mutua, reuniéndose en cafeterías y en casa de Maureen y llegando a irse juntos una semana de vacaciones a Canarias con el dinero obtenido de sus entrevistas en televisión. Las situaciones se van sucediendo involucrando a familiares y amigos, interaccionando entre ellos. De forma conjunta presencian el suicidio real de otra persona y deciden posponer el suyo hasta los noventa días porque un psicólogo ha dicho que esos son los días necesarios para centrar sus ideas.

La acción se desarrolla en esos noventa días. Un relato curioso con una idea original que contiene muchas pistas de las vivencias de cuatro personas completamente distintas a las que en un momento de sus vidas se les pasa por la cabeza que el dejar este mundo es la solución. La prosa no me ha resultado fácil de leer, con demasiada frase corta para mi gusto y en ciertos momentos me ha resultado reiterativo en las ideas y los planteamientos. Sin llegar a entusiasmar su lectura puede acometerse desde un punto de vista práctico por si alguna vez se nos pasan ciertas ideas por la cabeza.

1 comentario:

  1. Hola Ángel, yo también destacaría de esta novela el humor, porque lo tiene. Como me dijo una amiga es un humor "brusco, algo esperpéntico" y tal vez gracias a ello se lee bien ya que le quita dramatismo. Por cierto, Jess la mejor perfilada, por su histrionismo. Saludos.

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